domingo, 5 de abril de 2020

Bonet (puding de cacao y amaretti). Receta de Italia.


Aprovechando la disponibilidad de horas libres que nos brinda la situación actual, estoy dando un repaso a las recetas que tengo apuntadas en “pendientes” en formato papel y me he dado cuenta de varias cosas: que estoy buscando la receta perfecta de las tortas de anís tipo Inés Rosales y de la coca de llanda, a tenor de la cantidad de recetas que tengo apuntadas de estos dos postres, que soy una golosa empedernida pues las recetas dulces ganan por goleada a las saladas, que casi no tengo ningún plato de cuchara ni con verduras (prácticamente proscritos en mi casa) y que tengo muy pocos de pescado, aunque esto último por una cuestión práctica, pues casi siempre cocino de un día para otro y el pescado “reposado”, pierde mucho. Lo de los platos de cuchara y de verduras no tiene solución, pues salvo algún plato muy concreto, son ingredientes que sólo como yo y si los hago sólo para mí, pues la verdad que no me complico en cuando a su elaboración. Lo del pescado tiene mejor solución, sólo me tengo que acostumbrar a cocinarlo más el fin de semana y en cuanto al dulce... pues qué queréis que os diga, que de vez en cuando hay que darle una alegría al cuerpo aunque, sinceramente, mis caderas están más que contentas, pero a estas alturas, ya me trae al fresco.

Y repasando apuntes encontré esta receta de bonet de Lola en la Cocina. El bonet, un puding hecho con galletas amaretti, es un postre italiano típico de la región del Piamonte. Muy sencillo y rápido en su elaboración, la única dificultad puede ser el encontrar los amaretti, que para quien no lo sepa, son unas galletitas secas (también las hay blandas) elaboradas con almendras, azúcar y clara de huevo y, aquí es lo que las caracteriza, con hueso de albaricoque, es de suponer que no con la parte de la madera (menuda obviedad), sino con la semilla de su interior que es amarga, siendo éste el sabor que caracteriza y distingue a los amaretti de otras galletitas. Por cierto, que si no las habéis probado, os aconsejo que lo hagáis pues están riquísimas, aunque tienen mucho peligro, pues se comen sin sentir de ligeras que son.

Total, que me tropecé con la receta y justo un par de días antes había estado en Lidl con los amaretti de la mano y no los cogí. ¡Vaya, qué casualidad! Pues ya tenía que hacerlos, sí o sí. Y de repente, estado de alarma que te crió, hala, se acabó eso de ir al super hoy a por un paquete de harina y mañana a por uno de azúcar. Además con la locura de los primeros días, como que yo pasaba del tema. En cualquier caso, confiaba en que los siguieran teniendo aunque hubieran pasado varias semanas del especial de Italia, pues aquí hay determinados productos que se venden poco y tardan mucho en retirarlos de las estanterías. Y cual fue mi suerte que la semana pasada, cuando fui a comprar, allí estaban, unos poquitos paquetes que casi parecían estar esperándome, así que cogí un par de ellos y me vine tan contenta para casa.

¿Y qué os digo del bonet? Que está bueno, la verdad. El sabor del ron es muy pronunciado y el de los amaretti bastante sutil. Diferente. He seguido la receta de Lola, aumentando un poco el azúcar y haciendo la mitad de la cantidad que ella indica. Si encontráis amaretti, os recomiendo que la hagáis.

Un consejo: embadurnad bien con caramelo el fondo y las paredes de los moldes. Yo no lo hice y he tenido más de un disgusto al desmoldarlos.

Venga, a lavarse las manos y a cocinar.



INGREDIENTES:


*Para diez flaneras pequeñas de 80 ml. de capacidad. Volumen total de la mezcla: 600 ml., aprox.


100 gr. de azúcar blanquilla

3 huevos tamaño L a temperatura ambiente

1'5 tbs.  de cacao amargo en polvo

300 ml. de leche desnatada templada

50 gr. de amaretti

15 ml. de ron Havana Club 7 años u otro ron oscuro añejo


Para el caramelo:

90 gr. de azúcar blanquilla

30 ml. de agua

6-7 gotas de zumo de limón



ELABORACIÓN:


Disponer la leche templada en una jarra grande y añadir los amaretti enteros. Dejar que se vayan ablandando y preparar mientras el caramelo.

Poner en un cazo el azúcar del caramelo, el agua y el zumo de limón y llevar a ebullición a fuego medio-alto. No mover el cazo hasta que se haya disuelto todo el azúcar. Cocer hasta formar un caramelo rubio claro y distribuirlo entre las flaneras, cubriendo el fondo y los laterales de éstas. Manipular con cuidado pues el caramelo alcanza temperaturas muy altas. Trabajar deprisa, pues el caramelo endurece rápido aunque el zumo de limón hace que este proceso se ralentice un poco. Precalentar el horno a 200º centígrados con calor arriba y abajo. Poner agua a hervir en un cazo para preparar un baño María.

En la jarra donde está la leche, agregar el resto de ingredientes: azúcar, huevos, cacao y ron. Batir con la batidora de brazo evitando introducir aire y hasta conseguir una mezcla homogénea y muy líquida. Distribuirla entre las flaneras y colocar éstas dentro de una bandeja de paredes altas que pueda ir al horno.

Bajar la temperatura del horno a 170º C y poner el calor sólo por abajo.

Colocar la rejilla del horno en la segunda posición empezando por abajo y en ella la fuente con las flaneras. Añadir cuidadosamente a ésta el agua del cazo, que tendrá que estar hirviendo, de tal manera que cubra unos 2 centímetros de los moldes.

Cerrar la puerta del horno y hornear 30 minutos. Pinchar una de las flaneras con una aguja o brocheta para comprobar si están cocidas, teniendo en cuenta que seguirán cuajando con el calor residual.

Sacar la bandeja del horno y colocar las flaneras sobre una rejilla para que se enfríen. Una vez estén a temperatura ambiente, tapar con film alimentario y llevar al frigorífico hasta que estén completamente frías y se asienten, seis horas por lo menos o mejor toda la noche.

Sacar del frigorífico media hora antes de consumir para que se atemperen. Desmoldar a un plato y servir.

A comer.




6 comentarios:

  1. ¿Que quieres hacer coca de llanda? Pues si no es de una valenciana, ni se te ocurra, ja, ja. Que me pongo en jarras y te echo el puro como si habláramos de paella... Es broma, pero la verdad es que la he visto a veces y de coca de llanda, poco. Tengo varias en el blog pero sin azúcar, se me desmenuza, no puedo hacerla con costra de azúcar y canela. Bueno, que no he venido a "hablar de mi libro".
    Vaya receta más maravillosa. No los conocía y mira por dónde, te has dado el gusto, hasta confinada. Me alegro mucho.
    La cocina italiana no sin solo pasta y pizza. Cada región es un mundo maravilloso.
    Me llevo mi trocito para ver si duermo, que llevo unos días desastrosos.
    Mi pan es bien fácil. Tienes dos para elegir y así, desestresas. Estoy bromista está noche, será que no me aguanto ya y lo que me queda.
    Cuídate mucho.
    Besets

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    1. Tomo nota de dónde he de buscar una buena coca, cada región lo suyo. Que conste que tengo apuntadas varias recetas tuyas, entre ellas la coca fartina que publicaste allá por el mes de noviembre de 2011 y otra de chocolate de agosto de 2015, así que no hace falta que me vendas nada, que ya lo tengo comprado, jeje.
      En cuanto al bonet, he visto pocos por internet y está bien rico, merece la pena hacerlo. Siendo una receta de la rica cultura gastronómica italiana, es apuesta segura.
      Lo del sueño debe ser general. Llevo varios días que no me duermo hasta las cuatro de la mañana y luego, antes de las nueve, ya tengo los ojos como platos. Menudo desastre, pero es que las circunstancias han trastocado por completo nuestras vidas y rutinas. Bueno, es lo que toca. A lo mejor, en una de esas noches de insomnio, me doy un golpe en la cabeza y me pongo a hacer pan, quien sabe. Mira por dónde, ya habría sacado algo bueno, perder el miedo a hacer pan. El buen humor que no decaiga querida Marisa.
      Cuídate. Un beso.

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  2. Buena receta, con lo que nos gusta a nosotros un flan, éste da el pego perfectamente, solo que mucho más rico con esos ingredientes especiales que lleva. Los amarettis no los he probado nunca, es que no me suena ni el nombre y tampoco he añadido nada de licor a una preparación similar, luego, me la llevo a mi libreta, que yo también tengo recetas de pendientes en papel, y no veas como está de llena.
    Un beso.

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    1. Pues si encuentras los amaretti, no dudes en probarlos. Son dulces y ligeramente amargos a la vez, muy en el aire, como se dice por aquí y se comen sin sentir. A mí, personalmente me encantan.
      Lo de las interminables carpetas de pendientes, tanto digitales como en papel, creo que es algo común a todas las personas a las que nos gusta cocinar, pero como no hacemos mal a nadie, al contrario, tenemos tan contenta a la familia con la variedad de platos que cocinamos, pues seguiremos engordándolas.
      Un beso.

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  3. Seguro que está para chuparse los dedos, me encanta la repostería italiana. No lo he hecho nunca y estaría muy bien probarlo, de aspecto se ve delicioso. Gracias guapa. Un beso.

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    1. Está muy bueno. Es diferente, rápido y sencillo de preparar y merece la pena hacerlo, aunque sólo sea una vez.
      Un beso.

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