Si no os gustan los
espárragos verdes, gracias por pasar por aquí, pero ésta no es
vuestra receta. Porque el pollo sabe a espárragos y mucho. Ahora
bien, si os gustan tanto como a mí, continuad leyendo y aprovechad
ahora que están en temporada.
Si podéis conseguir
espárrago triguero, mejor, porque tiene otro sabor más pronunciado;
en ese caso, sería conveniente utilizar la mitad triguero y la mitad
verde cultivado, pues con todos de los primeros tal vez quede
demasiado fuerte de sabor.
Como lo más probable es
que los tengáis que comprar, adquirid unos que sean finos o
medianos, que salen algo más económicos y utilizar de los gordos
para triturarlos es una lástima. Yo he usado de los de mi huerta,
que aún no siendo trigueros, si son “asilvestrados”, pues
crecen a su libre albedrío sin que nadie los cuide, por lo que su
sabor está a caballo entre los cultivados y los silvestres y por
supuesto son delgados, tanto que muchas veces los utilizo crudos en
la ensalada o rehogados sin cocer en los revueltos. Los más gruesos
los reservé para la guarnición, pero la mayoría tenían el tamaño
de ese pequeñito que se ve en la foto.
Y hablando de fotos. ¡Qué
guerra me han dado éstas! Porque la salsa quedó bastante verde pero
en las fotografías da ese color verde-puré-de-bebé que si alguno
pudiera hablar diría “yo eso, con ese color, no me lo como” y
con razón, porque resulta todo menos atrayente. Pero de verdad que
al natural era un verde más vivo y bonito. No sé cómo harán los
fotógrafos profesionales, pero las fotos que hice con filtros sí
mejoraban el color verde, pero el resto de los colores no eran
naturales y no sólo me parecía un engaño, sino que además tampoco
me gustaban.
No como la que le hice a
la cazuela, que cuando la preparé para ponerla al fuego la vi tan
bonita, verde y llena de color que no pude por menos que hacerle un
par de fotos y de aquélla manera, además, porque no pensaba
publicarlas, pero ya me alegro, visto el resultado posterior.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
INGREDIENTES:
* Todos los pesos en
limpio
300 gr. de espárragos
verdes finos
50 gr. de cebolleta,
incluyendo parte verde
30 gr. de apio
1 rama de romero fresco
de unos 10 cm. de largo
1 rama de orégano fresco
de unos 15 cm. de largo
1 ramita de perejil
25 gr. de nueces del país
50 gr. de beicon ahumado
en un trozo
500 ml. de agua
harina
AOVE
sal
ELABORACIÓN:
Picar groseramente las
nueces en trozos pequeños y reservar.
Lavar las ramas de
romero, orégano y perejil, cortar las hojas desechando los tallos y
reservar aquéllas.
Limpiar la cebolleta y el
apio. Picar menudos ambos y reservar.
Lavar los espárragos.
Coger cada espárrago por ambos extremos y doblarlo, sin forzar,
formando un arco y hasta que chasque: lo hará por la parte que ya
empieza a ser tierna. Desechar (o guardar para un caldo o crema) la
parte inferior dura de los espárragos. Cortar las puntas de diez o
doce espárragos dejando un trozo de tallo de quince centímetros
(medido desde la punta) y reservar. Cortar los trozos sobrantes y el
resto de los espárragos en trozos de 4-5 centímetros de largo y
reservar.
Preparar dos boles con
agua muy fría y reservar.
Llevar a ebullición 500
ml. de agua. Cuando alcance el hervor, agregar los espárragos
troceados y escaldar (sin sal) durante un minuto desde que el agua
recupere el hervor. Escurrir, reservando el agua de cocción e
introducir inmediatamente en uno de los boles de agua fría para
cortar la cocción. Cuando se hayan templado, sacar a un escurridor
y reservar.
Volver a llevar al fuego
el agua de cocción de los espárragos, agregar suficiente sal para
que quede ligeramente salada (o al gusto) y llevar a ebullición.
Cuando alcance el hervor, introducir las puntas de espárragos
reservadas y escaldar durante dos o tres minutos desde que el agua
vuelva a hervir, según lo tiernos que sean y el gusto personal,
(deberían quedar ligeramente crujientes). Escurrir, reservando el
agua de cocción e introducir inmediatamente en el otro bol de agua
fría para cortar la cocción. Dejar enfriar por completo, sacar a un
escurridor y reservar.
Cortar el beicon en
bastoncitos y dorar muy despacio en una sartén sin aceite hasta que
haya soltado toda la grasa y quede churruscado. Escurrir reservando
la grasa sobrante, sacar los torreznitos a un plato y reservar.
Lavar el pollo, secar con
papel de cocina, eliminar el exceso de grasa y los restos de plumas,
separar los muslos de los contramuslos, enharinar ligeramente las
piezas de pollo retirando el exceso de harina y reservar.
Agregar un fondo de
aceite de oliva virgen extra a la sartén que contiene la grasa del
beicon y calentar. Dorar a fuego fuerte el pollo enharinado y sacar
las tajadas a una cazuela baja donde quepan todas en una sola capa,
colocándolas con la piel hacia arriba. Dejar que el aceite pierda un
poco de temperatura, añadir algo más si fuera necesario e
incorporar la cebolleta y el apio.
Pochar a fuego bajo los
vegetales sin que se doren; cuando estén cocinados, incorporar los
espárragos troceados y rehogar dos minutos. Volcar el contenido de
la sartén en la cazuela del pollo, añadir las hierbas aromáticas
deshojadas y 350 ml. del agua de cocción de los espárragos.
Tapar la cazuela y cocer
durante 45 minutos o hasta que el pollo esté tierno. A los diez
minutos de cocción, dar la vuelta a las tajadas y continuar
cocinando sin volver a voltear el pollo.
Una vez cocinado, sacar
el pollo a un plato y la salsa al vaso de la batidora de brazo.
Triturar la salsa con la batidora de brazo y pasarla por un chino o
pasa-purés para conseguir una salsa fina. Devolver la salsa a la
cazuela y cocer a fuego fuerte para reducirla; pasados 5 minutos,
añadir el pollo y las nueces picadas y continuar la cocción otros 5
minutos para que el pollo recupere la temperatura.
Apartar del fuego,
rectificar de sal si fuera necesario, dejar reposar cinco minutos y
emplatar, disponiendo un cuarto trasero por plato, la mitad de las
puntas de espárrago reservadas a un lado y la mitad de los
torreznitos de beicon, a los que previamente se les habrá dado un
golpe de calor en el microondas, por encima del pollo.
A comer.
Hola de nuevo Isabel, acabo de dejarte un comentario en tu primer Post, iba buscando algo más sobre ti, Jajajaja, bueno creo que tendré que leerme más de uno, pero lo haré con gusto.
ResponderEliminarYa de entrada te diré que este plato sí que es de los que yo me comería sin rechistar, así del tirón y rebañando el plato, porque el pollito en salsa, es mi plato preferido desde chica, bueno tu salsa es diferente, pero seguro me gustaría, porque los espárragos me gustan mucho, y más si son de la categoría que describes, es que q mi todo lo que sea natural, así cultivado sin abonos ni manipulaciones, me encanta.
Y el colorcito de la cazuela invita a seguir leyendo, no sé si has visto más recetas mías, pero ya te adelanto yo que soy extensa en cuanto a fotografías, todas me parecen pocas y precisamente las del paso a paso son mi debilidad, a veces me gustan más que la presentación del plato, y no te preocupes por el color, a veces más de unas fotazas de esas que vemos en redes sociales están tan manipuladas, que hasta el pollo es de plástico, Jajajaja..., no como el tuyo, que se mete por los ojos de lo tierno y jugoso que promete estar.
Gracias por pasar por mi cocina. Un abrazo.
Hola Concha. Acabo de leer tu otro comentario, muchas gracias.
EliminarEl pollo queda muy rico, si te gustan los espárragos, claro, pero el color de la fotografía no invita mucho a probarlo, que digamos. Estuve por no publicarlo porque todas las fotos me parecían un horror, con ese verde indefinido, pero está tan bueno y con el paso de los días más, que me dije que una foto mala más no iba a ninguna parte. No como las tuyas, que me encantan y con esos estupendos paso a paso que una vez respondías en un comentario que estabas pensando en dejar de hacerlos por el trabajazo que te dan y recuerdo que pensé "no por favor, no". Y es que hace tiempo que te tengo en favoritos, a DBM y al Club de la Tortilla Perfecta. Fue precisamente a través del Club que conocí DBM y me he leído todas las entradas aunque por falta de tiempo nunca te había comentado, pero eso va a cambiar.
Lo de la manipulación de las fotografías da para conversaciones muy largas. Esas para otro día.
Gracias por venir por aquí. Un beso.
Si son espárragos trigueros o similares, sí que me gustan, los que no soporto son los blancos, con lo que pregono siempre todo tipo de verde, pero con ellos no hay tu tia. Al pollo le van bien todas las salsas que le pongamos, por algo es la carne más consumida, aunque ésta no deja de ser una salsa original por sus ingredientes. Muy buena y para rebañar. Lo de las fotos es harina de otro costal, conseguir representar en imagen lo que tenemos en la cabeza es harto difícil, pero el resultado de tu receta es apetecible y eso es lo más importante.
ResponderEliminarUn beso.
Pues es una pena que no te gusten los espárragos blancos. A mí también me gustan mucho, más los cocidos en casa que los de conserva, si tuviera que elegir entre verdes y blancos no sé con cuál me quedaría.
EliminarEl pollo de granjas intensivas es muy agradecido, básicamente porque su carne tiene un sabor "neutro" (forma políticamente correcta de decir que no sabe a nada), con lo que admite cualquier ingrediente que le añadas. No pasa lo mismo con el pollo de corral, cuya carne tiene un sabor intenso y característico y ahí sí hay que elegir con cuidado con qué se va a cocinar.
A mí las fotos me siguen trayendo por la calle de la amargura, porque como tú dices, de lo que quieres representar a lo que luego sale... Pero en este caso fue un tema de color, no de composición, que suele ser el mayor problema.
Aún así, te garantizo que el pollo está rico.
Un beso Lola.
Hola, no conocía tu blog, ha sido casual al verte en el blog de mi amiga Concha. Me ha encantado esta receta de pollo, se sale de lo habitual y se agradece. El pollo es verdad que admite las salsas estupendamente, ya que es un poco tonto... tonto.
ResponderEliminarMuchos besos y cuidado con esto que nos tiene por la calle de la amargura.
Hola, muchas gracias por venir a visitarme. Me alegro de que te haya gustado la receta. Es una forma diferente y rica de preparar el pollo, que como bien dices, es un poco "tonto", jajaja.
EliminarNo conozco tu blog, pero ahora mismo voy a darme una vuelta por él.
Bienvenida a mi cocina. Espero que te guste y te quedes por aquí.
Un beso.
Para nada te ha quedado mal color, en cocina todo queda bien, es resultado de los ingredientes que lleva, y por eso tiene que verse así.
ResponderEliminarTe debe haber quedado un plato muy sabroso, en casa nos gustan muchos los espárragos y siempre aprovecho su estación para comerlos con cierta frecuencia. Con pollo, en arroz, resulta muy rica la combinación, no dudo que este plato sabrá muy bien. Gracias. Un beso.
Es que al natural tenía un color mucho más bonito, pues se había mantenido bastante bien el verde de los ingredientes de la salsa.
EliminarA nosotros también nos gustan mucho los espárragos y como los tengo en la huerta, pues en temporada comemos bastantes, aunque este año no ha nacido casi ninguno pero eso no va a ser impedimento para que los podamos comer frescos pues en el pueblo de al lado hay una cooperativa de agricultores donde se pueden comprar recogidos del día o de la tarde anterior (salvo las limitaciones de movilidad, se entiende).
Un beso y que tengas una buena semana.
Hola isabel, gracias por la visita a mi blog.
ResponderEliminarVengo a visitarte y ver lo que hay por ti cocina y empiezo bien, porque me gustan mucho los espárragos y esta receta con pollo me ha gustado mucho.
Un beso
Hola Raquel. Me alegra mucho que hayas venido por aquí y que te guste la receta. Es una forma diferente de cocinar el pollo y muy rica.
EliminarBienvenida a mi cocina. Quédate todo el tiempo que quieras.
Un beso.
Holaaaa, me vengo a ver tu blog y ya me encanta, vaya pollo rico ,con esa salsa está de lujo !!! me lo apunto,que para un domingo me parece genial!!!
ResponderEliminarNos vamos viendo, un abrazo.
Hola Mamilú, me alegra mucho tu visita y que te haya gustado lo que has visto. No te conocía pero ya mismo voy a darme un paseo por tu cocina.
EliminarUn beso y bienvenida.
Hola Isabel. Esta mañana he escrito un comentario bieeen largo y se ha borrado. Me pasa a veces y da mucha rabia.
ResponderEliminarNo puedo escribir lo mismo, tan solo recuerdo que te he dicho que ayer hice un pollo con champiñones y las fotos tiraban para atrás, tanto, que he borrado la receta. Ya ves, tú también un pollo en el que la salsa no es nada fotogénica al fotografiarla. Así y todo, no dudo de que está bien rico con esos espárragos que envidio, porque son de cosecha. Has sido más valiente que yo, pero será porque yo no he considerado que la receta merecía ser publicada.
Espero que estés mejor.
Besos y cuidaos.
Hola Marisa. Lo de los comentarios que deciden desaparecer cuando le das a publicar es algo que también me pasa a mí y me pone de un mal humor que ni te cuento, pues no sé porqué, pero la segunda vez que los escribes siempre te da la impresión que el primer comentario expresaba mejor lo que queríamos decir. En fin, qué le vamos a hacer.
EliminarPues publiqué la receta a pesar de que no me gustaban nada de nada las fotos porque el pollo estaba riquísimo, mejorando mucho dos días después de cocinado. A lo mejor es porque me encantan los espárragos verdes, que como sólo los como en temporada, me saben a gloria, solos o con cualquier cosa que los cocine. Y además la entrada me está dando muchas alegrías inesperadas, con tantas visitas nuevas.
Va todo mejor, muchas gracias, aunque reconozco que me costó un poco ponerme el otro día con el ordenador a preparar la entrada, pero la rutina ayuda a superar los baches.
Cuídate. Un beso.
Querida amiga, esta cazuela es una ezquisitez. EN casa , el pollo se consume mucho, con el acompañamiento tan bueno que has puesto no te lo dejaríamos de lado. Un beso!!
ResponderEliminarHola Elisa. Pues si os gustan el pollo y los espárragos, ésta es una manera diferente de cocinarlo. Queda muy rico y mejora sensiblemente con el reposo. Y con una salsa para mojar mucho pan.
EliminarUn beso.