miércoles, 15 de julio de 2020

Cuatro cuartos con mermelada y chocolate


El golosón de mi pareja me ha hecho la ola con este pastel. Y es que a él, que todos los postres que hago le parecen ricos pero siempre poco dulces, éste, con la mermelada y el chocolate, le ha encantado. Vamos, que me ha dicho “por fin un dulce-dulce”. Así que lo he hecho tan feliz con un simple bizcocho cuatro cuartos, un básico clásico de la gastronomía, que con el relleno y la cobertura se convierte en un pastel de fiesta con el que siempre se queda bien.

A pesar de ser un bizcocho básico, que parece que todo el mundo tendría que hacer igual, se encuentran diversas recetas para su elaboración: algunas baten huevos y azúcar y luego incorporan la margarina o mantequilla y la harina, en ese orden o al revés y otras baten huevos y mantequilla y luego incorporar azúcar y harina, las hay que separan los huevos en claras y yemas y otras que los utilizan enteros, unas llevan impulsor químico y otras no y por último, se incorporan o no aromatizantes según qué receta. O sea, que como suele decirse, para gustos los colores. A mí me parece que la forma que utilizo yo es la más sencilla y para este pastel no añadí aromatizantes porque quería un sabor neutro ni impulsor, pues al batir tanto los huevos me parece innecesario para un bizcocho de este tamaño. Cosa distinta es que se quiera hacer un bizcocho con muchos huevos (alguna vez he preparado un bizcocho similar con diez huevos) y entonces ahí sí, viene muy bien la ayuda del impulsor químico pues es inevitable que el batido de huevos pierda aire al integrar tanto peso de margarina y harina.

Ya sé que ahora da mucha pereza encender el horno, pero también planchar y si aprovechamos el fresco de la mañana para la plancha, ¿porqué no también para encender el horno? Además la plancha no plancha sola (por desgracia) pero el horno sí hornea solo, con lo que no tenemos que estar encima de él, salvo maniáticas como yo que lo miramos cada diez minutos...

Venga, a lavarse las manos y a cocinar.


INGREDIENTES:


* Para el bizcocho:


4 huevos a temperatura ambiente

el peso de los huevos sin cáscara, de harina

el peso de los huevos sin cáscara, de azúcar

el peso de los huevos sin cáscara, de margarina vegetal


* Para la cobertura:


175 gr. de mermelada de arándanos rojos

165 gr. de chocolate de cobertura con un 56% de cacao

100 gr. de nata con un 18% de materia grasa (de la de cocinar)

granillo de colores para decorar (optativo)


* Y además:


una batidora planetaria con accesorio batidor o unas varillas eléctricas

papel sulfurizado

un molde de plum cake de 27 cm. de largo por 11 cm. de ancho (medidas de la base) y 8 cm. de alto o un molde de 1'650 litros, mínimo, de capacidad



ELABORACIÓN:


NOTA: Los tiempos, temperaturas, fuentes de calor y posición de la bandeja en el horno que se indican, son los que funcionan en mi horno. Como no hay dos hornos iguales (ni siquiera siendo de la misma marca y modelo), cada cual deberá adaptar la forma de cocción a su horno, aunque probablemente las correcciones habrán de ser mínimas.

* Del bizcocho:

Humedecer el molde con agua y forrar el interior con papel sulfurizado. Humedecer también éste, una vez colocado, para que resulte más fácil acomodarlo al molde. Reservar.

Precalentar el horno a 200º C, con calor arriba y abajo.

Cascar los huevos en el bol de la amasadora o en un cuenco amplio (si se utilizan varillas eléctricas) y pesarlos.

Pesar el mismo peso de margarina. Ponerla en un cazo y calentar a fuego muy bajo para que se licue. Retirar del fuego cuando aún quede algo de margarina semi sólida (terminará de derretirse con el calor residual) y dejar enfriar a temperatura ambiente. Reservar.

Pesar el mismo peso de harina y tamizar. Reservar.

Pesar el mismo peso de azúcar y añadirlo a los huevos.

Colocar el cuenco en su posición en la amasadora, poner el accesorio batidor y batir a velocidad alta hasta que la mezcla blanquee, duplique su volumen y alcance el punto de cinta (*) o bien batir con las varillas eléctricas hasta que la mezcla de huevos y azúcar alcance el punto requerido.

Agregar de una sola vez la margarina e integrar someramente con una espátula, con movimientos suaves y envolventes, de abajo hacia arriba, para que la mezcla de huevos no pierda volumen.

Incorporar la harina de dos o tres veces e integrarla de la misma manera.

Verter la mezcla en el molde, bajar la temperatura del horno a 180º C y poner el calor sólo por abajo, colocar la rejilla en la segunda posición empezando por abajo e introducir el molde en el horno.

Hornear 40 minutos. Comprobar el punto de cocción pinchando el centro del bizcocho con una brocheta: debe salir seca. Si no fuera así, prologar la cocción otros cinco minutos y volver a comprobarla antes de finalizar el horneado.

Sacar el bizcocho del horno. Desmoldar inmediatamente con la ayuda del papel y con cuidado de no quemarse y colocar boca abajo en una rejilla. Quitar con delicadeza el papel sulfurizado y dejar que el bizcocho se enfríe completamente.

Una vez el bizcocho esté bien frío (yo lo suelo envolver en papel film y lo dejo hasta el día siguiente para que esté bien asentado), cortar en dos a lo largo.

Templar ligeramente la mermelada en el microondas para hacerla más fluida y extenderla uniformemente sobre la plancha de bizcocho que se va a utilizar de base, que será la parte del bizcocho que al hornear era la de arriba, y por el lado del corte. Colocar encima la otra parte de bizcocho, con el corte sobre la mermelada, presionar ligeramente para nivelar el relleno y llevar al frigorífico en lo que se prepara la cobertura, así la mermelada volverá a adquirir solidez y evitará que la parte superior del bizcocho se mueva.

* De la cobertura:

Picar el chocolate a cuchillo o con un procesador de alimentos o rallar con un rallador, dejándolo lo más fino posible para que sea más fácil de fundir. Reservar.

Disponer la nata en un cacito y llevarla al fuego. Calentar a fuego medio removiendo de vez en cuando y retirar del fuego justo antes de que rompa a hervir. Volcar inmediatamente sobre el chocolate, dejar unos segundos y remover posteriormente con una lengua de cocina hasta que el chocolate se funda completamente. Hay que trabajar deprisa para evitar la que cobertura se enfríe y pierda fluidez.

Sacar el bizcocho del frigorífico, colocar cobre una rejilla con un plato grande debajo y cubrir de forma uniforme con la cobertura. Alisar someramente la parte superior procurado dejar una capa de cobertura un poco gordita y alisar igualmente los laterales dejando una capa fina de chocolate.

Antes de que la cobertura de enfríe del todo, distribuir por encima el granillo de colores para que quede pegado pero no se funda con el calor.

Dejar enfriar por completo y servir.

A comer.

(*) A SABER:

El punto de cinta es aquél que alcanza el batido cuando al levantar las varillas y caer la mezcla, ésta cae d forma fluida, lisa y continua, formando un dibujo que tarda en desaparecer unos segundos. También recibe el nombre de punto de letra.




8 comentarios:

  1. No me extraña que le gustara a tu pareja ¡tiene una pinta! y además no lo conocía! Tráelo cuando vengas a comer arrocito, jjj ¡sólo nos falta un buen vino! Bss preciosa!

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    1. Prepara un platito que para allí voy... Ya llevo yo el vino que siendo de tierra de vinos y viviendo en tierra de vinos, tengo que "hacer patria" como se decía antes. Me alegro de que te haya gustado.
      Besos guapa.

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  2. Este bizcocho, aunque lo he visto mucho por la red y soy la tonta de los bizcochos, aún no lo he preparado, no me preguntes porqué, ya que me va a gustar lo suyo. El añadido de mermelada y chocolate no puede sino que enriquecerlo y le deja un aspecto, que como el tuyo, enamora. Es una preciosidad y una ricura.
    Bss

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    1. Conste que yo lo llevo haciendo poco tiempo, pues aunque hago varios bizcochos diferentes, reconozco que muchas veces por no complicarme, hago el típico de yogur, con distintas variantes, porque es rápido, fácil y siempre sale bien y me olvido de la existencia de otros igual de ricos o más y no más complicados.
      La mermelada y el chocolate enriquecen mucho el bizcocho y parece que has hecho algo especial cuando no es nada del otro mundo, pero quedas muy bien con los comensales, sobre todo con los pocos reposteros, a los que es muy fácil asombrar con una cosina de "ná", jajaja.
      Un beso guapa.

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  3. Sin duda un bizcocho estupendo donde los haya. El añadido de chocolate y mermelada para los extra golosos. Gracias guapísima. Besos.

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    1. Hola Alicia. Los bizcochos clásicos y sencillos siempre triunfan, tal vez porque estamos más acostumbrados a ellos que a otros más modernos. Con el chocolate y la mermelada queda muy rico, la verdad, pero personalmente así lo encuentro muy dulce y sólo como un trocito cada vez, aunque bien mirado tal vez sea mejor así, porque si se trata de un bizcocho "desnudo" le doy unos viajes que ni te cuento, jajaja.
      Un beso guapa y que tengas una buena semana.

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  4. Hola, no soy tan golosa pero también te hago la ola, me parece una delicia que no podría dejar de probar. un beso

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    1. Personalmente de este tipo de pasteles yo tengo suficiente con un trocito, pues los encuentro demasiado dulzones. Pero es el clásico pastel que le gusta a los niños porque se parece mucho, pero en casero, a esos pastelitos industriales rellenos de mermelada de fresa y cubiertos con chocolate que tanto les pirran, así que se convierte en una opción saludable, rica y barata para una merienda infantil de cumpleaños, por ejemplo. Y para un café con las amigas por supuesto que también, que rico está un rato.
      Un beso.

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