El golosón de mi pareja
me ha hecho la ola con este pastel. Y es que a él, que todos los
postres que hago le parecen ricos pero siempre poco dulces, éste,
con la mermelada y el chocolate, le ha encantado. Vamos, que me ha
dicho “por fin un dulce-dulce”. Así que lo he hecho tan feliz
con un simple bizcocho cuatro cuartos, un básico clásico de la
gastronomía, que con el relleno y la cobertura se convierte en un
pastel de fiesta con el que siempre se queda bien.
A pesar de ser un
bizcocho básico, que parece que todo el mundo tendría que hacer
igual, se encuentran diversas recetas para su elaboración: algunas
baten huevos y azúcar y luego incorporan la margarina o mantequilla
y la harina, en ese orden o al revés y otras baten huevos y
mantequilla y luego incorporar azúcar y harina, las hay que separan
los huevos en claras y yemas y otras que los utilizan enteros, unas
llevan impulsor químico y otras no y por último, se incorporan o no
aromatizantes según qué receta. O sea, que como suele decirse, para
gustos los colores. A mí me parece que la forma que utilizo yo es la
más sencilla y para este pastel no añadí aromatizantes porque
quería un sabor neutro ni impulsor, pues al batir tanto los huevos
me parece innecesario para un bizcocho de este tamaño. Cosa distinta
es que se quiera hacer un bizcocho con muchos huevos (alguna vez he
preparado un bizcocho similar con diez huevos) y entonces ahí sí,
viene muy bien la ayuda del impulsor químico pues es inevitable que
el batido de huevos pierda aire al integrar tanto peso de margarina y
harina.
Ya sé que ahora da mucha
pereza encender el horno, pero también planchar y si aprovechamos el
fresco de la mañana para la plancha, ¿porqué no también para
encender el horno? Además la plancha no plancha sola (por desgracia)
pero el horno sí hornea solo, con lo que no tenemos que estar encima
de él, salvo maniáticas como yo que lo miramos cada diez minutos...
Venga, a lavarse las manos y a cocinar.
INGREDIENTES:
* Para el bizcocho:
4 huevos a temperatura
ambiente
el peso de los huevos sin
cáscara, de harina
el peso de los huevos sin
cáscara, de azúcar
el peso de los huevos sin
cáscara, de margarina vegetal
* Para la cobertura:
175 gr. de mermelada de
arándanos rojos
165 gr. de chocolate de
cobertura con un 56% de cacao
100 gr. de nata con un
18% de materia grasa (de la de cocinar)
granillo de colores para
decorar (optativo)
* Y además:
una batidora planetaria
con accesorio batidor o unas varillas eléctricas
papel sulfurizado
un molde de plum cake de
27 cm. de largo por 11 cm. de ancho (medidas de la base) y 8 cm. de
alto o un molde de 1'650 litros, mínimo, de capacidad
ELABORACIÓN:
NOTA: Los tiempos,
temperaturas, fuentes de calor y posición de la bandeja en el horno
que se indican, son los que funcionan en mi horno. Como no hay dos
hornos iguales (ni siquiera siendo de la misma marca y modelo), cada
cual deberá adaptar la forma de cocción a su horno, aunque
probablemente las correcciones habrán de ser mínimas.
* Del bizcocho:
Humedecer el molde con
agua y forrar el interior con papel sulfurizado. Humedecer también
éste, una vez colocado, para que resulte más fácil acomodarlo al
molde. Reservar.
Precalentar el horno a
200º C, con calor arriba y abajo.
Cascar los huevos en el
bol de la amasadora o en un cuenco amplio (si se utilizan varillas
eléctricas) y pesarlos.
Pesar el mismo peso de
margarina. Ponerla en un cazo y calentar a fuego muy bajo para que se
licue. Retirar del fuego cuando aún quede algo de margarina semi
sólida (terminará de derretirse con el calor residual) y dejar
enfriar a temperatura ambiente. Reservar.
Pesar el mismo peso de
harina y tamizar. Reservar.
Pesar el mismo peso de
azúcar y añadirlo a los huevos.
Colocar el cuenco en su
posición en la amasadora, poner el accesorio batidor y batir a
velocidad alta hasta que la mezcla blanquee, duplique su volumen y
alcance el punto de cinta (*)
o bien batir con las varillas eléctricas hasta que la mezcla
de huevos y azúcar alcance el punto requerido.
Agregar de una sola vez
la margarina e integrar someramente con una espátula, con
movimientos suaves y envolventes, de abajo hacia arriba, para que la
mezcla de huevos no pierda volumen.
Incorporar la harina de
dos o tres veces e integrarla de la misma manera.
Verter la mezcla en el
molde, bajar la temperatura del horno a 180º C y poner el calor sólo
por abajo, colocar la rejilla en la segunda posición empezando por
abajo e introducir el molde en el horno.
Hornear 40 minutos.
Comprobar el punto de cocción pinchando el centro del bizcocho con
una brocheta: debe salir seca. Si no fuera así, prologar la cocción
otros cinco minutos y volver a comprobarla antes de finalizar el
horneado.
Sacar el bizcocho del
horno. Desmoldar inmediatamente con la ayuda del papel y con cuidado
de no quemarse y colocar boca abajo en una rejilla. Quitar con
delicadeza el papel sulfurizado y dejar que el bizcocho se enfríe
completamente.
Una vez el bizcocho esté
bien frío (yo lo suelo envolver en papel film y lo dejo hasta el día
siguiente para que esté bien asentado), cortar en dos a lo largo.
Templar ligeramente la
mermelada en el microondas para hacerla más fluida y extenderla
uniformemente sobre la plancha de bizcocho que se va a utilizar de
base, que será la parte del bizcocho que al hornear era la de
arriba, y por el lado del corte. Colocar encima la otra parte de
bizcocho, con el corte sobre la mermelada, presionar ligeramente para
nivelar el relleno y llevar al frigorífico en lo que se prepara la
cobertura, así la mermelada volverá a adquirir solidez y evitará
que la parte superior del bizcocho se mueva.
* De la cobertura:
Picar el chocolate a
cuchillo o con un procesador de alimentos o rallar con un rallador,
dejándolo lo más fino posible para que sea más fácil de fundir.
Reservar.
Disponer la nata en un
cacito y llevarla al fuego. Calentar a fuego medio removiendo de vez
en cuando y retirar del fuego justo antes de que rompa a hervir.
Volcar inmediatamente sobre el chocolate, dejar unos segundos y
remover posteriormente con una lengua de cocina hasta que el
chocolate se funda completamente. Hay que trabajar deprisa para
evitar la que cobertura se enfríe y pierda fluidez.
Sacar el bizcocho del
frigorífico, colocar cobre una rejilla con un plato grande debajo y
cubrir de forma uniforme con la cobertura. Alisar someramente la
parte superior procurado dejar una capa de cobertura un poco gordita
y alisar igualmente los laterales dejando una capa fina de chocolate.
Antes de que la cobertura
de enfríe del todo, distribuir por encima el granillo de colores
para que quede pegado pero no se funda con el calor.
Dejar enfriar por
completo y servir.
A comer.
(*) A SABER:
No me extraña que le gustara a tu pareja ¡tiene una pinta! y además no lo conocía! Tráelo cuando vengas a comer arrocito, jjj ¡sólo nos falta un buen vino! Bss preciosa!
ResponderEliminarPrepara un platito que para allí voy... Ya llevo yo el vino que siendo de tierra de vinos y viviendo en tierra de vinos, tengo que "hacer patria" como se decía antes. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarBesos guapa.
Este bizcocho, aunque lo he visto mucho por la red y soy la tonta de los bizcochos, aún no lo he preparado, no me preguntes porqué, ya que me va a gustar lo suyo. El añadido de mermelada y chocolate no puede sino que enriquecerlo y le deja un aspecto, que como el tuyo, enamora. Es una preciosidad y una ricura.
ResponderEliminarBss
Conste que yo lo llevo haciendo poco tiempo, pues aunque hago varios bizcochos diferentes, reconozco que muchas veces por no complicarme, hago el típico de yogur, con distintas variantes, porque es rápido, fácil y siempre sale bien y me olvido de la existencia de otros igual de ricos o más y no más complicados.
EliminarLa mermelada y el chocolate enriquecen mucho el bizcocho y parece que has hecho algo especial cuando no es nada del otro mundo, pero quedas muy bien con los comensales, sobre todo con los pocos reposteros, a los que es muy fácil asombrar con una cosina de "ná", jajaja.
Un beso guapa.
Sin duda un bizcocho estupendo donde los haya. El añadido de chocolate y mermelada para los extra golosos. Gracias guapísima. Besos.
ResponderEliminarHola Alicia. Los bizcochos clásicos y sencillos siempre triunfan, tal vez porque estamos más acostumbrados a ellos que a otros más modernos. Con el chocolate y la mermelada queda muy rico, la verdad, pero personalmente así lo encuentro muy dulce y sólo como un trocito cada vez, aunque bien mirado tal vez sea mejor así, porque si se trata de un bizcocho "desnudo" le doy unos viajes que ni te cuento, jajaja.
EliminarUn beso guapa y que tengas una buena semana.
Hola, no soy tan golosa pero también te hago la ola, me parece una delicia que no podría dejar de probar. un beso
ResponderEliminarPersonalmente de este tipo de pasteles yo tengo suficiente con un trocito, pues los encuentro demasiado dulzones. Pero es el clásico pastel que le gusta a los niños porque se parece mucho, pero en casero, a esos pastelitos industriales rellenos de mermelada de fresa y cubiertos con chocolate que tanto les pirran, así que se convierte en una opción saludable, rica y barata para una merienda infantil de cumpleaños, por ejemplo. Y para un café con las amigas por supuesto que también, que rico está un rato.
EliminarUn beso.