martes, 10 de noviembre de 2020

Carrilleras de ternera con ron y salsa barbacoa

Parafraseando el conocido refrán, la bloguera propone: “mañana por la mañana hago las fotos del plato que he cocinado esta tarde, aprovechando la luz matutina” y el clima dispone “mañana día de niebla, tooodooo el día”.

La bloguera se levanta al día siguiente, sube las persianas con ilusión (e ilusamente) y ¡zas!, todos sus planes al carajo, hay una niebla del trece. Sapos y culebras empiezan a salir por su “linda” boquita a la vez que añora el buen tiempo con sus largos días llenos de luz en los que se puede poner a hacer fotos en cualquier momento y no sólo los fines de semana como ocurre en los cortos días de invierno, en los que además, el maldito cambio de hora no viene a ayudar, precisamente.

Ommm.... Bueno, la mañana es muy larga, a lo mejor levanta la niebla. ¡Já! Va llegando la hora de comer y la niebla ha decidido, que para lo que tiene que hacer en otro sitio, se queda donde está. Así que la bloguera se resigna (no cristianamente, dicho sea de paso), decide no arriesgarse a esperar a la tarde a ver si despeja y saca todos los trastos para la sesión de fotos.

Clic, clic, clic, “qué asco de luz”, clic, clic, “no me gusta nada como están quedando las fotos”, clic, clic, clic, “tal vez después de comer salga el sol”, clic, clic, “bueno, si es así, las repito”. Y el sol no salió en todo el día, con lo que la bloguera se tuvo que conformar con sus oscuras fotos, lo que fue motivo de pestes varias y de muchos “si es que lo que tienes que hacer es ...” (los consejos mentales, para otro día).

Al menos la receta salió rica, con una salsa potente en la que mojar mucho pan y una carne tiernísima pero no deshecha debido a la cocción a fuego muy lento. ¿Sabe a salsa barbacoa? Pues no, al menos yo no he identificado su sabor, aunque el guiso sí tiene un ligero aroma ahumado. La receta está adaptada del blog Papilles & Pupilles y pienso volver a cocinarla, pues nos ha gustado mucho.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

* Todos los pesos en limpio

2 carrilleras de ternera sin hueso (unos 700 gr.)

125 gr. de cebolla

80 gr. de zanahoria

70 gr. de pimiento rojo

20 gr. de apio

50 gr. de salsa barbacoa

75 gr. de salsa de tomate espesa

100 ml. de ron oscuro añejo

250 ml. de agua

1 tbs de maizena

AOVE

sal

ELABORACIÓN:

Pelar la cebolla y cortarla en plumas. Lavar y raspar las zanahorias y cortarlas en rodajas no muy finas. Lavar el pimiento rojo, eliminar pedúnculo, semillas y tripas y cortar en tiras delgadas a lo largo. Lavar el apio, pelar y eliminar los nervios si no fuera muy tierno y cortar en rodajas finas. Reservar todas las hortalizas por separado.

Eliminar posibles restos de telas y grasas de las carrilleras. Lavar, secar con papel de cocina y reservar.

Disponer un buen fondo de aceite de oliva virgen extra en una sartén honda y llevar al fuego. Cuando el aceite alcance temperatura, freír las carrilleras a fuego fuerte, dorándolas por todos sus lados. Sacar a una cazuela y reservar.

Dejar que el aceite pierda un poco de temperatura y agregar la cebolla, el apio y un poco de sal y cocinar a fuego medio alto hasta que la cebolla se ablande y empiece a dorarse. Añadir entonces las zanahorias y el pimiento, cocinar tres minutos e incorporar a la sartén la salsa de tomate y la barbacoa, remover y agregar el ron, dejar que evapore el alcohol a fuego fuerte durante un minuto y verter el contenido de la sartén en la cazuela donde están las carrilleras. Añadir el agua y sal, tapar y cocer a fuego suave durante dos horas y media, dando la vuelta a la carne una sola vez a mitad de cocción.

Comprobar el punto de cocción de las carrilleras pinchando la carne con una brocheta; si no estuvieran hechas, seguir cocinando hasta que estén tiernas.

Disolver la maizena en un poco de agua fría y añadirla a la cazuela. Remover delicadamente y hervir durante cinco minutos para que la salsa espese. Rectificar de sal, si procede.

Sacar la carne, cortar en lonchas gruesas y servir acompañada de las verduras.

A comer.

13 comentarios:

  1. Me has recordado muchos días de invierno, pero me parece que tengo la ventaja de vivir en el Mediterráneo, aunque a veces, el exceso de luz, también es complicado de gestionar.
    Conozco el blog de Papilles & Pupilles desde hace años y hace mucho que no lo visito. La elección de la receta y el resultado es genial. Tampoco exageres, que las fotos están nítidas y lo importante es que te ha salido para chuparse los dedos.
    Ya sabes, creo, que la carne roja que como alguna vez es la carrillera. No tengo mal gusto, para nada y tú tampoco.
    Buenas noches y cuidaos.

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    1. Hola Marisa. Es el problema de trabajar con luz natural, que dependes de cómo salga el día, así que siempre mirando al cielo, como los agricultores.
      Es cierto, trabajar con luz extremadamente intensa también es muy difícil, pero a veces se soluciona poniéndose a la sombra o detrás de una cortina ligera. No me quejo de las fotos pues tampoco estaba muy inspirada, pero la entrada está escrita a modo chascarrillo sobre las penurias que ha veces conlleva tener un blog, que aunque lo disfrutemos, también lo sufrimos.
      Ya se que te gustan las carrilleras, creo que siempre que las cocino me acuerdo de ti. La verdad que es una carne muy rica, aunque no le guste a todo el mundo.
      Cuídate mucho. Un beso.

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  3. No se si esos comentarios te los haces en voz alta porque yo si, es una forma que tengo de comunicarme conmigo misma, me enfado por lo que no me gusta y me felicito cuando pienso que algo me sale bien. Yo creo que las fotos te han quedado perfectas, ya las hubiera querido yo así al comienzo de mi blog, además salen mejor en días más oscuros que en los demasiado claros, como ocurre por aquí. Para comprobar visualmente las bondades de esas carrilleras, son estupendas, se les ve un aspecto apetecible al máximo. ¿Qué no han quedado tan tiernas como esperabas? No pasa nada, se repiten otro día y listo.
    Un beso.

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    1. Ya lo creo que me los hago y casi siempre en voz alta, menos cuando hay gente, aunque tengo tanta costumbre de hablar conmigo misma que a veces no me doy cuenta de que no estoy sola hasta que me dicen "¿me hablas a mí?". Menudas parrafadas me echo, unas veces para reñirme y otras para felicitarme, que de todo hay.
      Para la poca luz que había no quedaron del todo mal, se veían peor en la cámara. Y sí, personalmente pienso que la mejor luz para hacer fotografías es la de aquéllos días en los que hay nubes de esas parecidas a las estelas que dejan los aviones, que velan la intensidad del sol y suavizan las sombras.
      Las carrilleras quedaron tiernísimas, mejor que otras veces que para conseguir ese punto de ternura me queda la carne con una textura demasiado deshecha. Es por el sistema de cocción, pero es que no siempre tengo tanto tiempo para cocinar una receta y no es plan de estar cocinando todavía a las once de la noche, que no sería la primera vez...
      Un beso.

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  4. Querida Isabel, me identifico contigo totalmente, aquí en Sevilla también sabemos lo que son las nieblas persistentes. En cuanto a la luz adecuada para nuestras fotos, eso sí que es una odisea, es que llega un momento que de verdad apetece mandarlo todo al crj, Jajajaja..., después de pasarte horas cocinando, luego si la luz te juega malas pasadas, no le hace ningún favor a nuestros platos, imagino que no lo dirás exactamente por estas, porque en mi pantalla se ven bastante nítidas, a mí me ha pasado a veces también, y miedo me da verlas una vez terminada la sesión, que ni por mucho Lightroom que utilice soy capaz de enderezarlas, y eso me estresa hasta tal punto, de llegar a tener un buen montón de platos esperando a repetirlos para publicarlos, algunos hace tantos años que los tengo guardados, que hasta se me olvidan, y lo peor es que te acuerdas de ellos justo ciando ya te has comido el plato repetido, Jajajaja. En fin, son gajes del oficio bloguero, que aunque no nos paguen por ello, nos lo tomamos con mucho respeto.
    Esa salsa barbacoa no la compro nunca, pero para probar tu salsa lo haría, porque aunque tú no hayas quedado satisfecha con las fotos, tu plato invita a comer, y más siendo carrilleras de ternera, que en casa cuando las cocino, son motivo de fiesta.
    Besos

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    1. Si es que la cosa es como dices, Concha, después de estar horas metida en la cocina, los elementos (atmosféricos) a veces se ponen en contra y desde luego que ganitas dan de mandar cámara y blog a tomar vientos. El comentario sí es por estas fotos, que una vez pasadas al ordenador se veían mejor que en la cámara, pero es que las entradas las edito antes que las fotos y sinceramente, pensé que habían quedado peor. Pero es una situación que se me ha dado y se me dará, más veces, así que la historieta es perfectamente válida.
      Yo también tengo algún plato sin publicar porque no me gustaron las fotos, lo que ocurre es que vas ideando nuevas recetas o viendo otras que te gustan y se van quedando ahí, relegados los pobres por lo último que llega.
      La salsa barbacoa la utilizo sólo para acompañar con un poco las costillas a la brasa y tengo un bote en la nevera más que aburrido de estar ahí, así que cuando ví la receta, no me lo pensé dos veces, pues casualmente tenía todos los ingredientes en casa y así iba dando salida a la salsa. Habrá que buscar alguna otra receta pues todavía me queda bastante.
      Un beso.

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  5. Pues para estar nublado el plato tiene una pintaza... Lo importante es que esté bueno y me imagino que lo estaría por cómo lo has preparado, debieron quedar extratiernas. Un buen plato de fiesta! BSS linda!

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    1. Y lo estaba, ya lo creo. Para repetir ración y receta, que no creo que tarde mucho porque tengo que gastar el apio antes de que se me estropee. Besos.

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  6. Muy buena carne que bien guisada es una delicia. Con el toque de ron debe de estar de muerte, un beset Isabel

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    1. A mí es de los cortes que más me gustan, no sólo por su sabor, sino por su textura suave y melosa. No sé si fue por el ron o porqué, pero quedó tremendamente rica.
      Me alegro de que te haya gustado y bienvenida a mi cocina. Un beso.

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  7. Hola, creo que todas nos identificamos contigo, amiga así es la vida de la bloguera gastronómica, ja ja ja aja!! pero el resultado es perfecto, a mí me encanta. Me llevo la idea de poner el ron que nunca lo he usado en mi cocina. Un beso!!

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    1. La lucha con la luz y las posturitas que a veces ponemos para hacer las fotos, son la "salsilla" de esta afición que tenemos y que, a pesar de todo, disfrutamos. Si vas a utilizar ron, te aconsejo que uses uno añejo, pues al tener unos matices de sabor más profundos y aromáticos, enriquece más el guiso que otro tipo de rones.
      Un beso.

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