lunes, 30 de noviembre de 2020

Pasta de castañas

Las Navidades están a la vuelta de la esquina y ya tenemos servida en bandeja la polémica: ¿nos juntamos? ¿no nos juntamos? ¿a quién dejamos fuera? ¿cada uno en su casa? ¿y los abuelos se quedan solos? ¿y los que están solos, las van a pasar igual de solos?... Las actitudes ante la situación son muy variadas, desde el “por descontado que mis padres no van a pasar Navidad solos” al “prefiero estar sola que es más seguro”, con todos los supuestos intermedios y que en algunos casos están provocando acaloradas discusiones. ¡Y falta todavía casi un mes! Miedo me da según se vayan acercando las fechas, porque las presiones van a ser muy grandes y me temo que alguien va a dar un paso atrás y no voy a ser precisamente yo, que tengo las ideas muy claras al respecto, además que mi salud no me permite andar con tonterías, pero eso parece que los demás no lo entienden y a final me temo que tendré que dar la nota, que a estas alturas de la película tampoco me duelen prendas, ojo. En fin, espero que el personal entre en razón y pueda comerme el tostón en paz.

Porque solos o acompañados, no debemos dejar de cuidarnos y darnos un capricho. Bien es cierto que este año no prepararé ni la mitad de chuminadas que otros (por una cuestión meramente matemática: menos comensales, menos comida), pero tampoco voy a preparar unos huevos con patatas fritas, aunque sé de uno al que no le importaría, jajaja... Asaré tostón o lechazo, pues el asado es un clásico que no puede faltar esos días y alguna cosilla sencilla y sabrosa de entrante y poco más. Y de postre, si tengo ganas, un pastel de chocolate y castaña del que forma parte la receta de hoy, que la traigo por separado para que la entrada no quede tan densa.

Esta pasta de castaña es muy sencilla de hacer, sólo requiere tiempo para pelar las castañas, pero tiene la ventaja de que se puede congelar en porciones, con lo que ya nos metemos en harina, merece la pena preparar una buena cantidad. Con las que indico, salen alrededor de 950 gr. de pasta. Es una elaboración poco dulce, pues siempre va a formar parte de otra receta, que si es dulce ya llevará su azúcar correspondiente y si es salada, no provocará demasiado contraste de sabores. Por la misma razón está apenas aromatizada con vainilla, pues si se va a usar en una receta dulce se puede añadir más vainilla y si es para una receta salada, ese toque perfumado resultará muy interesante según en qué preparación.

Como las castañas están asadas en el microondas, la presento al proyecto En Buena Onda

que de forma conjunta gestionan Elisa, de Que no te falte un perejil y Marisa, de Thermofan, encaminado a animarnos a utilizar el microondas más allá de calentar la leche.

Pinchad en el icono de la barra lateral si queréis ver los recopilatorios mensuales del proyecto.

Venga, a lavarse las manos y a cocinar.

INGREDIENTES:

500 gr. de castañas ya peladas y asadas en el microondas (unos 800-900 gr. de castañas frescas)

600 ml. de leche desnatada

50 gr. de azúcar moreno integral de caña

50 gr. de mantequilla

1/4 tsp de azúcar de vainilla (mín. 50% semillas de vainilla)

ELABORACIÓN:

Colocar un trozo de papel de cocina en un plato llano. Practicar un corte en la piel exterior dura de las castañas para que no estallen y colocarlas extendidas en el plato y sin amontonar. Habrá que preparar varias tandas.

Introducir el plato sin tapar en el microondas y programar 3 minutos a 800 watios (ver *NOTAS). Sacar el plato en cuanto acabe el tiempo y una vez que la temperatura de las castañas permita su manipulación (salen muy calientes), eliminar la piel exterior dura, la piel interior peluda y las partes oscuras que puedan tener y que dan mal sabor a la castaña. Proceder de la misma forma con el resto de castañas hasta obtener 500 gr. de castañas peladas y asadas.

*NOTAS:

El horneado de las castañas en el microondas requiere de cierta experiencia pues los resultados difieren mucho según el microondas que se utilice, el tamaño de las castañas y su frescura.

El papel de cocina no sólo sirve para absorber la humedad de las castañas, si no también como orientación a la hora de asarlas. Si al sacar el plato el papel está muy mojado es porque las castañas son muy frescas, así que habrá hornear las siguientes tandas sin tapar. Si por el contrario, el papel está apenas húmedo es que las castañas ya están perdiendo agua, por lo que habrá que colocar una tapadera apta para microondas en las demás tandas de castañas; de esta forma, la humedad que retendrá la tapadera hará que las castañas se sequen menos y se horneen mejor.

El tiempo es también muy importante, pues si es escaso, dificultará la eliminación de la piel interior de las castañas, pero si es excesivo, las castañas se secarán tanto que quedarán pilongas.

Teniendo en cuenta lo anterior, la primera hornada de castañas dará la pauta de cómo hornear las siguientes: tapadas o no o más o menos tiempo. En cuanto al tiempo, es aconsejable aumentarlo o reducirlo en intervalos de 20-30 segundos como máximo y en caso de ser necesario.

La textura final de la castaña asada tiene que ser blanda, ligeramente “gomosa” y sin partes secas o duras.

Partir las castañas peladas en 2-4 trozos y disponerlas en un cazo amplio. Añadir 500 ml. de leche y hervir a fuego bajo y semi tapado durante 30 minutos, removiendo de vez en cuando y vigilando que la leche no se agarre al fondo del cazo. Al final del tiempo se habrá consumido toda la leche y las castañas deberían estar ya cocidas; si no fuera así, añadir un poco más de leche y continuar la cocción hasta que estén cocinadas.

Apartar el cazo del fuego, incorporar la mantequilla, el azúcar moreno y el azúcar de vainilla y remover.

Pasar el contenido del cazo a un procesador de alimentos potente o en su defecto al vaso de la batidora de brazo. Agregar los 100 ml. de leche desnatada restante y procesar hasta conseguir una pasta fina y sin trozos de castaña. En caso de utilizar una batidora de brazo y si no fuera muy potente, una vez triturados con ésta los trozos más grandes, pasar la pasta por un pasapurés de orificio fino y después trabajar la pasta con una cuchara o espátula de madera hasta que quede compacta.

La textura y humedad final de la pasta es muy similar a la del mazapán, tal vez un poco más seca. No se pega a las manos ni a la superficie de trabajo y es fácilmente modelable.

Formar un rulo con la pasta y envolver en papel film para que no absorba olores extraños ni se seque. Dejar reposar en el frigorífico al menos doce horas antes de su utilización.

Utilizar según requiera la receta.

A comer.

10 comentarios:

  1. Buenas noches Isabel, entras a todo trapo, abriendo la caja de Pandora, un tema que yo ni quiero tocar, pero en mi familia hemos decidido que da igual las limitaciones que nos recomiendan, y hasta dónde y cuantos nos podremos juntar, que por otro lado en mi familia sería imposible pues somos casi treinta y viviendo en sitios muy lejos unos de otros, que nunca han existido distancias infranqueables en circunstancias normales, pero este año los límites los impone la salud y el sentido común, y eso se traduce en que cada uno comerá en su casa, y nuestros mayores no estarán solos porque seguiremos la rutina como si de una semana normal se tratara.
    En fin, que ya vendrán tiempos mejores y como comer hay que comer, bien está en plantear un menú, aunque sea solo para dos, como en mi caso. Y que por cierto, ya tenemos más o menos decidido.
    Me intriga que harás con esta pasta, nunca la vi antes, pero como me encanta todo lo que sean castañas, seguro me gustará tu próxima receta dulce.
    Besos, feliz semana.

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    1. Si todo el mundo fuera razonable y sensato, no habría lugar a polémicas ni discusiones, pero por desgracia, no siempre es así. Yo soy partidaria de que cada uno en su casa y si no queda otro remedio, con aquéllos con los que nos vemos cada poco y vivimos en el mismo sitio, pero en ningún caso reuniones de cuarenta y la madre y de tropecientos sitios, o sea, lo habitual en estas fiestas. Pero cuando planteas el tema casi te llevan a la hoguera, por sacrílega, sin pararse a pensar que más vale pecar de precavidos que tener que lamentarnos más adelante. En fin, que de aquí a entonces espero que la gente haya reflexionado y tengamos las fiestas en paz, que tampoco las tengo todas conmigo.
      Pues yo aun no tengo decididos los entrantes, a la espera de ver qué pasa pues si es para nosotros dos solos no hay problema porque todo nos gusta pero si es para más, teniendo en cuenta el nivel de "tiquismiquistez" de algunos, hay que hilar muy fino con el menú.
      Feliz semana. Un beso.

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  2. Yo creo que la decisión de si pasar o no la Navidad solos o en compañía de otros ya está tomada, no más de seis, así que cada cual haga sus números, en mi caso será con mis hijos y mi madre que somos cinco y cuando yo me venga a casa que vayan mis hermanos en dias alternos, no podemos andar con tonterías con la salud delicada de mi madre.
    Lo que sí me gustaría saber es en qué receta va esa pasta porque siendo de castañas está buena si o si, y hay que aprovechar su temporada que para mí es escasa. Así que ardo en deseos de saber.
    Un beso.

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    1. Yo aún no sé qué va a pasar en mi casa, pues por un lado de la familia lo tenemos todos muy claro, pero por el otro, no tanto. Espero que al final seamos todos razonables y nos quedemos cada uno en nuestra casa, porque además de evitar la enfermedad, evitaremos conflictos. Ya habrá días más adelante para celebrar.
      Ya os traeré alguna cosita hecha con esta pasta. Lo que tal vez pase es que para cuando la quiera publicar ya no hay castañas pues como bien dices la temporada es muy corta. Pero si os gusta, la podéis apuntar para el año que viene.
      Un beso.

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  3. Es una receta diez, para mi opinión, le encontraría muchas posibilidades y todo quedaría con su punto de delicadeza, que es al fin lo que aportará esta pasta de castañas tan bien elaborada. Ya imagino una crema a la que le pondría algunas setas de calidad, ya una guarnición para una pieza de caza ¡y cómo no! un helado con chocolate, o una mousse con ron, o como relleno de un tronco navideño. Gracias. Un beso.

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    1. Hola Alicia. Me alegro de que te guste la receta. Ya veo que en un momento has encontrado un montón de recetas donde utilizarla. Pues nada, ya sabes, anímate, "engaña" a alguien para que te ayude a pelar castañas, prepara un rico plato con esta salsa y muéstranoslo en tu blog.
      Un beso.

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  4. Hola Isabel, en todo este lío y dentro de la situación en la que estamos, creo que prima el sentido común, nada más. Los menos posibles, a comer con gusto siempre y a celebrar la Navidad como buenamente se pueda. El año que viene habrá más y la celebraremos como es debido con toda la familia, con la alegría de haber pasado por esta pandemia con salud que es lo principal.
    Y vamos con tu receta que me ha encantado, de lo más sorprendente para mí pues no la he visto nunca. >Tiene mil posibilidades, tanto dulces como saladas y aportará un sabor exquisito a los platos.
    Mil gracias preciosa, por estar En Buena Onda, es un placer contar con tu compañía y con estas magníficas recetas!!

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    1. Espero que al final sea el sentido común lo que determine la actitud de todos. Bien es cierto que a medida que pasan los días, parece que la gente ha reflexionado un poco y empiezan a cambiar algunas actitudes, aunque siempre hay alguna nota discordante. Dejaremos que pasen los días a ver qué pasa.
      La castaña en una fruta que combina muy bien tanto con dulce como con salado. Esta pasta que hago yo (que surgió por error al intentar hacer otra cosa) al llevar muy poquito azúcar y muy poquita vainilla, se integra muy bien en platos salados. Es latosa de hacer, por aquello de pelar las castañas, pero tiene la ventaja de que congela bien y así podemos aprovechar un poco más esta fruta que tiene una temporada tan corta.
      Ya me gustaría participar con más recetas, pero aún sigo usando muy poco el microondas. Aunque ya lo utilizo más que antes, así que me doy por contenta, pues por algo se empieza.
      Un beso.

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  5. Hola Isabel. Ya había leído tu entrada en el móvil, pero no podía comentar en ese momento. Ahora, en el portátil, disfruto de tu pasta de castaña que me parece única, original o al menos para mí.
    No tengo gana alguna de hablar de Navidad, ni de explicar el porqué. Tal vez sea por el hartazgo que me causa la situación y los medios.
    Me quedo con las ganas de saber en qué la habrás utilizado y estoy segura de que me encantará.
    Con el esguince más el virus, todavía no he podido comprar alguna que otra cosa y una de ellas son las castañas.
    Encantada de tenerte en En buena onda. Un beso grande y cuidaos.

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    1. Hola Marisa. Como a todos, la situación también me tiene un poco harta, pero mientras algunos días lo sobrellevo con resignación y silencio, otros me pilla más protestona y reviento.
      Ya os traeré alguna cosita con la pasta de castañas, ¡si antes no me la he comido toda!.
      Cuídate. Un beso.

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