miércoles, 25 de noviembre de 2020

Níscalos con pimientos y queso

Las lluvias de las últimas semanas, unidas a las suaves temperaturas, han favorecido el nacimiento de setas de diversas clases. Según la zona, hay más o menos diversidad, pero lo que hay en todas es más recolectores que setas. Qué afición, por favor. Bueno, en el caso de los boletus, es algo más que afición, es negocio, pues los pagan muy bien las empresas transformadoras, tanto que ya en muchos pueblos hay cotos de setas y es necesario obtener un permiso para su recolección y no en todos lo dan si no vives o eres del pueblo. Eso no pasa en mi zona, aquí se pueden recolectar libremente, pues sólo hay (y pocas) setas de cardo, de chopo, níscalos y poco más, pero como digo, hay más recolectores que setas, así que si no madrugas, no te molestes en ir al campo a buscarlas que ya las habrán cogido.

Pero el domingo, día por excelencia para los aficionados a las setas, mi sobrino O madrugó y cogió unos pocos níscalos y menuda alegría me dio cuando se presentó en casa con la cestita, porque a él le gusta ir a coger setas, pero en su casa no las comen, así que yo me “sacrifico” y las adopto tan contenta, como las que hace un par de semanas me regaló un amigo y como las que espero me traiga mi sobrino si el tiempo sigue acompañando y no se llenan de bichos, por lo que asomará por aquí alguna receta más con níscalos que espero os gusten tanto como a nosotros.

Para la receta que os traigo hoy, es necesario que el pimiento esté muy maduro, muy rojo, casi empezando a arrugarse, pues de esta forma estará más dulce y ofrecerá un rico contraste con el picantito de la cayena.

Atención a la cocción de los níscalos, pues no todos tienen la misma cantidad de agua y puede ocurrir que se queden sin líquido al acabar la cocción. En ese caso, añadir un poco de agua para poder formar la salsa.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

*Todos los pesos en limpio

500 gr. de níscalos

200 gr. de pimiento rojo

1 diente de ajo grande

1 pimienta de cayena

50 gr. de queso de untar tipo Philadelphia, bajo en grasa, a temperatura ambiente

sal

AOVE

ELABORACION:

Lavar bajo el grifo con un hilo de agua y uno a uno los níscalos, frotándolos con un cepillito para eliminar la suciedad. Ir colocándolos en un escurridor. Una vez limpios y escurridos, cortar en cuatro, seis u ocho trozos, según tamaño y reservar.

Lavar el pimiento, eliminar pedúnculo, semillas y filamentos interiores y cortar en tiras de 6-7 cm. de largo por 1-1'5 cm. de ancho, aproximadamente y reservar.

Pelar el ajo, cortar al medio a lo largo, eliminar el germen si lo tuviere y reservar.

Lavar la pimienta de cayena y pinchar en un par de sitios con un palillo o la punta de un cuchillo afilado y reservar.

Poner un fondo de aceite de oliva virgen extra en una cazuela amplia y llevar a fuego medio-alto. Cuando el aceite alcance temperatura, añadir el ajo, la cayena y el pimiento, tapar y freír removiendo de vez en cuando. Retirar el ajo en el momento que empiece a tomar color y agregar los níscalos y sal, remover y tapar. Continuar cocinado a fuego medio-alto hasta que los níscalos estén tiernos, removiendo con delicadeza para no partir el pimiento y vigilando que no se quede sin líquido. Si así fuera, añadir un poco de agua.

Apartar la cazuela del fuego, retirar la cayena si se desea, recoger unas cucharadas de salsa y disponerlas en un cuenco. Añadir el queso de untar, mezclar bien con unas varillas para rebajar la densidad y homogeneizar e incorporar a la cazuela. Devolverla al fuego, rectificar de sal si procede, dejar que hierva un minuto, retirar y servir.

A comer.

8 comentarios:

  1. En todas partes ocurre igual con las setas creo yo, por aquí hay pocas, pero en caso de que alguna aparezca, siempre hay quien se la lleve primero. Los revueltos me han gustado siempre, pocas veces he salido del clásico con huevos, por eso el tuyo me llama poderosamente la atención, más aún con ese queso crema incorporado al final y que debe dejar un regustillo en el paladar de lo más rico. Se ve una salsa tan cremosa, que apetece un montón, guárdame unos poquitos que para allá voy.
    Un beso.

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    1. Hola Lola. Si te ha gustado la receta, te animo a que si puedes compres unos níscalos y la prepares, queda muy rica. De momento te voy guardando un platito, para que los pruebes, jeje.
      Un beso.

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  2. Isabel, siendo de una gran ciudad como Sevilla, “Las Setas” más cercanas que puedo encontrar son las de la plaza de La Encarnación, que por su tamaño y “textura” no son comestibles, Jajajaja... Bromas a parte, aquí si quiero setas silvestres las tengo que comprar en una frutería ecológica que hay cerca de casa, pero bastante caras, a veces las compro por darme el gusto, pero la verdad es que como me pasó todo el año comprando las de cultivo, tampoco es que esté lampando por ellas. Tienes suerte de tener proveedores tan generosos.
    Tu plato tiene que estar riquísimo, y más con esa salsita de queso, que a las setas le sienta tan bien. Por mí encantada, enséñanos cuantos platos te apetezcan que los disfrutaré con placer.
    Besos

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    1. Jajaja, las conozco y no, no creo que sean muy comestibles, serán hasta venenosas pues a saber con qué están construidas. Las setas silvestres son carísimas pero es que ya se las pagan bien al recolector. El año pasado le compré boletus a uno de ellos y ya me los cobró a siete euros el kilo, que era lo mismo que la pagaban en la fábrica y estaban baratos porque había muchos, así que es lógico que en la tienda estén a precio de oro. Y sí, tengo muchísima suerte al contar con amigos tan generosos, pues su generosidad encierra algo más que amistad.
      Un beso.

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  3. Desconozco el mundo del buscador de setas, pero por lo que leo hace años ya se ve que engancha jajaja. En casa no nos privamos de setas de todo tipo, comprando claro. Algunas algo caras, somos de aquellos que se posicionan del lado sibarita y de vez en cuando no duelen prendas. Me ha sorprendido el queso que has añadido al final. Tengo que probar ese toque. Gracias. Muchos besos.

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    1. Hola Alicia. Pues sí que engancha porque aunque yo no las coja pues no las conozco y no me atrevo, es verdad que cuando vas por el campo y ves una, empiezas a buscar más y si encuentras, te picas a seguir buscando y ya te digo que las dejo donde están, así que si las cogiera, yo sería de las que madrugaría para ir a buscarlas, jajaja...
      El queso queda muy bien pues hace que los níscalos queden suaves al paladar, rebaja el picante y unifica sabores.
      Un beso.

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  4. Qué buen regao te hizo tu sobrino, pero claro, tú también le has dado el mejor uso. A la vista está la receta tan magnífica que nos traes. Un beso!!

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    1. No me puse yo contenta ni nada cuando me regaló las setas. No lo besuqueé porque no se puede y porque está en esa edad en que los chavales se sienten incómodos con las muestras de afecto, pero que quedé contenta fue patente y me prometió traerme más cuando tuviera ocasión, así que habrá más recetas con níscalos. Me alegro de que te guste ésta, son sencillos de hacer y quedan muy ricos.
      Un beso.

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