jueves, 5 de noviembre de 2020

Asadura de tostón o lechazo con níscalos

Me contaba mi hermana que el domingo se fueron a la sierra a buscar setas en familia, “¿pero las conocéis bien?” fue mi pregunta, “no, pero llevamos una aplicación en el móvil que te ayuda a identificar las comestibles de las que no lo son”. ?????? ¡Pero si hay setas que hasta a los expertos les cuesta distinguirlas pues según su estado de desarrollo es más o menos fácil confundirlas! Tal vez yo sea un poco timorata para el tema de las setas (no las conozco y no las cojo), pero desde que me dieron unas setas cogidas por una persona que las lleva cogiendo toda la vida y nos intoxicamos con las susodichas (¡qué noche más mala!), me fío muy poco de los recolectores. Vamos, que ya sólo como las que coge me suegro y los níscalos, que son casi imposibles de confundir, como los que he utilizado para hacer esta receta y que me regaló un buen amigo.

Si os gustan la asadura y los níscalos, ésta es vuestra receta. Es la mejor receta de asadura guisada que he hecho. Riquísima. Os aconsejo que la hagáis y disfrutéis comiéndola.

Por cierto, que no cogieron ni una seta, pues como no se podía salir de la comunidad autónoma, media ciudad tuvo la misma idea, así que se tragaron un atasco monumental para llegar tarde y ver que se les habían adelantado. Es la primera vez que me alegro de un atasco.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

* Todos los pesos en limpio

1 asadura de tostón o lechazo (hígado, corazón y pulmones)

250 gr. de níscalos

80 gr. de cebolla tierna

1 diente de ajo grande

1 rama de perejil

130 gr. de tomate natural maduro pero firme

125 ml. de vino blanco seco

1/4 tsp de tomillo seco

sal

AOVE

ELABORACIÓN:

Lavar cuidadosamente la asadura y escurrir.

Cortar el corazón en tiras a lo largo y los pulmones y el hígado en trozos regulares de tamaño bocado. Reservar el corazón y los pulmones en un plato y el hígado en otro plato por separado. Lavar bajo el grifo y uno a uno los níscalos, frotándolos con un cepillito. Ir colocándolos de canto en un escurridor. Una vez limpios y escurridos, picar en trozos regulares y reservar.

Pelar o escaldar el tomate, eliminar las semillas y cortarlo en dados de no más de un centímetro de lado. Reservar,

Pelar la cebolla y cortarla en dados de tamaño similar al tomate. Reservar.

Pelar el ajo, cortar a lo largo, eliminar el germen si lo tuviere y laminar. Reservar.

Lavar y secar el perejil. Cortar las hojas, eliminar el tallo y picar aquéllas groseramente. Reservar.

Sofreír la cebolla y el ajo en una cazuela con un buen fondo de aceite de oliva virgen extra a fuego medio-alto, removiendo de vez en cuando. Cuando empiece a dorarse, agregar el tomate y un poco de sal y sofreír removiendo unos dos minutos. Añadir entonces los níscalos, el tomillo y el perejil, tapar y cocinar 10 minutos, vigilando que no se queme.

Subir un poco el fuego y añadiendo algo más de aceite si fuera necesario, agregar el corazón y los pulmones sazonados con sal y rehogar el conjunto un par de minutos. Incorporar el vino, tapar y cocer 20 minutos.

Agregar a la cazuela el hígado y cocinar dos minutos, apartar del fuego, rectificar de sal, tapar y dejar reposar cinco minutos antes de servir.

A comer.

10 comentarios:

  1. En casa siempre he visto hacer la asadura con tomate, no tanto en salsa, cuestión de costumbres de los lugares. Viendo la tuya observo que no tiene desperdicio, cuando se acaba se puede seguir rebañando el plato, pues la salsita que deja también será digna de aprovechar. En tema de setas me ando con pies de plomo, cierto que tenemos unos amigos que las conocen muy bien, aunque ahora no hay problema porque no nace ninguna. Las sustituiremos por las de cultivo, que remedio!
    Un beso.

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    1. Tienes razón al decir que en cada lugar hay una costumbre diferente y como ejemplo, nunca he visto hacer la asadura con tomate, que seguro que está también muy rica, para dejar el plato limpio, como en esta receta, que pide una buena hogaza.
      Con las setas hay que tener mucho cuidado, que todos los años hay intoxicaciones, bien por desconocimiento o bien por exceso de confianza. Aunque con el cambio climático, lo de ir a coger setas se acabará en algunos sitios, pues cada vez llueve menos, con lo que casi ni nacen.
      Un beso.

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  2. Isabel a mí me vuelven loca las setas, pero me pasa igual, no conozco más que las de cultivo y las cuatro silvestres que Raquel recoge, y que me regala de vez en cuando, a veces las compro en una tienda de comercio ecológico que hay cercana a casa, y claro son de confianza, pero tampoco es para darse el lote porque las venden a precio de oro, solo para darse un gusto en algún plato especial.
    Hace años que no como hígado de ternera, que es lo que mi madre cocinaba encebollado y me gustaba, pero luego comenzó todo aquello de las carnes y las hormonas, total que dejé de comprarlo, ahora tan solo cocino, pero en casa de mis padres, la sangre de pollo, porque mi marido no la quiere, y aprovecho cuando la hago encebollada o con tomate, y me tomo un platito, que me encanta. Aunque no sea exactamente igual que tu asadura, creo que no podría quedar mal con unos níscalos que eso sí que los conozco y si caen en mis manos, no digo que no a ellos.
    Besos

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    1. También a mi me gustan mucho las setas, pero sinceramente, casi siempre tienen un precio intocable y además aquí se venden en muy pocas tiendas, pues la mayoría de la gente las coge para auto consumo y quien las vende, lo hace a la industria conservera, así que lo que puedes comprar viene de otras provincias y como te digo, intocables.
      Nunca he comido ni hígado de ternera ni sangre de pollo. El primero no le gustaba a mi madre y no lo cocinaba y la segunda jamás la he visto vender, todo lo más de cordero o mezcla, lo que en Valladolid llaman sangrecilla y que casi tampoco se ve ya en ningún lado. Seguro que el hígado queda también muy rico con esta receta.
      Un beso.

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  3. Hola Isabel. Hace años que no como asadura. En casa se preparaba la sangre encebollada, en aquella época era muy típica en mi zona y a mí me gustaba. También, hígado, corazón...
    De todas formas, ahora que no como carne casi, me acuerdo de aquellas recetas con cariño.
    Soy de setas y los níscalos (rebollones, pebrassos en mi pueblo), me privan. Alguna vez fui a recoger. Este año, como no he salido a comprar todavía porque sigo recuperando, no sé si los hay en el mercado, ni a qué precio.
    Lo de tu hermana y la gente que huye toda al mismo sitio, preocupa, porque al final, el campo paga por las acciones de los humanos que en la mayoría de las ocasiones, lo dejan todo hecho un erial.
    Me apunto a probar tu plato con un buen pan y si se puede, un buen vino.
    Besos y cuidaos

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    1. La sangre encebollada también me encanta aunque nunca le he preparado; a veces cuando va a venir mi madre le digo que compre una poca y la guise, que le queda para chuparse los dedos.
      Estos níscalos me los regalaron y no creo que haya muchos porque ha llovido poco. Tampoco sé si los habrá en el mercado, pues procuro acumular mis compras e ir poco, por precaución.
      Aunque mi hermana y mi cuñado son respetuosos con el medio ambiente e inculcan a sus hijas el amor por la naturaleza y los animales, van al campo cuando tienen un rato libre, o sea, cuando va todo el mundo y es esa presión sobre la naturaleza lo que la perjudica, pues no es lo mismo una persona andando por un sendero que doscientas. Pero entiendo a la gente que escapa a la naturaleza en cuanto tiene ocasión, sobre todo los que viven en una ciudad y no tienen el campo a la puerta de casa, como yo, lo que en las circunstancias actuales es todo un privilegio. Por cierto, que espero que esas mismas circunstancias hagan que más de una persona cambie su actitud poco respetuosa hacia la naturaleza cuando se hayan dado cuenta de lo importante que es. Ojalá sea una de las cosas positivas que dejen estos malos tiempos.
      En cuanto a tu recuperación, paciencia, poco a poco. Cuídate. Un beso.

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  4. Bon dia Isabel! A mi me pasa igual con el tema setas. Sólo las tomo si son compradas y tampoco del todo, jjj. El otro día en el super tuvo en la mano unas trompetas de la muerte y al final no las cogí, porque han habido casos de intoxicación, así que me fui con unas maravillosas setas de cardo.
    La asadura no la he probado nunca, pero tal y como la has preparado me da que me gustaría, tiene muy buena pinta, para sacar un buen vino y pan y a disfrutar. Besos perla!

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    1. Buenos días Marian. Si es que con las setas hay que andar con muchísimo cuidado, que todo lo que tienen de ricas lo tienen a veces de peligrosas. Las setas de cardo son también muy ricas, es la que más se da por aquí y mi suegro ya ha cogido unas pocas un par de veces, aunque con lo que han bajado las temperaturas no creo que vuelva a encontrar ninguna.
      Ya sabes, la próxima vez que compres lechazo y el carnicero te diga "¿con cabeza o asadura?", elige ésta y pruébala, seguro que te gusta.
      Un beso guapa.

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  5. Hola, me gusta la asadura mucho, los níscalos ni te cuento. Unidos en el mismo plato debe ser un manjar. No me avventuro a coer setas, creo que eso es para expertos, no creo que mirando el móvil fuese capaz de distinguirlas. Un beso!!

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    1. Desde luego que a mí ni se me ocurre ir a buscar setas teniendo como guía una aplicación del móvil y no porque la aplicación haya de ser mala, si no porque hay características que son muy difíciles de distinguir y no es plan de coger las setas para luego tirarlas, que su función tienen en la naturaleza aunque sean venenosas.
      Si tienes acceso en algún momento a unos níscalos, haz esta receta, te gustará seguro. Yo la encontré deliciosa y en cuando tenga oportunidad pienso repetirla.
      Un beso.

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