lunes, 15 de marzo de 2021

Fiambre de cerdo con morcilla de Zamora, huevos de codorniz y aceitunas, con puré picante de manzana asada y jengibre

A punto he estado hoy de lanzar la entrada así, a lo bruto, sin calentamiento previo, pero luego me he dicho “si no les cuento alguna chorrada, van a pensar que me pasa algo” y no, no es el caso, simplemente es que estoy apática, vamos, que no tengo ganas de “naá”. Llevo como dos horas delante del ordenador, escribo un poco, me quito, me pongo, releo, escribo otro poco, me levanto, bebo agua, me siento, releo, borro, escribo algo más, voy a la cocina, bebo agua, vuelvo a sentarme, escribo un par de líneas, borro tres, vuelvo a beber agua (preveo una noche de muchos paseos al baño), me pongo otra vez al ordenador, me quedo mirando la pantalla esperando ver no sé qué, otra vez a la cocina...

Y todavía no me ha entrado la astenia primaveral, así que miedito me da de aquí a un mes, más o menos, cuando no pueda con mi vida y a la apatía se una el cansancio de hasta respirar. Uf, lo pienso y me da de “toó” y que a mí estas cosas no me pasaban cuando era joven y lozana, oiga, pero como que de diez años a esta parte, parece que me ha caducado la garantía y ya voy al ralentí, por no hablar de todos los ruidos que hacen algunas de mis articulaciones o los que acompañan algunos de mis movimientos (crac, ay, uf, oh, chas, mmm...), que mi coche, que suena como una cafetera, es menos ruidoso que yo. Si ahora viene alguien y me dice “pero te conservas muy bien”, lo estrangulo. ¿Qué soy, una lata de melocotón en almíbar? Bueno, si es por las redondeces, sí, la verdad, es una forma delicada y sutil de decirme que me sobran kilillos, pero si lo que quiere decir es que “para la edad que tienes, no estás mal” ya puede poner tierra de por medio porque no respondo de mí.

Bueno, menos mal que ni me falta el humor (a veces negro, a veces corrosivo, a veces sarcástico, a veces ácido, a veces irónico) ni las ganas de cocinar, a veces recetas complicadas, a veces recetas fáciles, como la de hoy, que sólo lleva tiempo de reposo que no de trabajo y que no puede ser más sencilla o lo que es lo mismo, de complicación cero y que admite tantas variantes como las que se le ocurran a vuestra imaginación.

Una última cosa: si os gustan, admite más aceitunas verdes; como a mí no me gusta añadirlas en exceso a recetas calientes, le he puesto poquitas. Ya lo olvidaba, no prescindáis del puré, sobre todo si utilizáis una carne muy magra como he hecho yo, pues aportará la jugosidad que el fiambre no tiene.

Venga, a lavarse las manos y a cocinar.

INGREDIENTES:

* Para el fiambre:

600 gr. de carne de cerdo picada fina

45 gr. de morcilla de Zamora u otra morcilla de cebolla de textura densa, fría

4 huevos de codorniz a temperatura ambiente

30 gr. de aceitunas verdes picadas

1 huevo talla M

60 gr. de queso de untar (tipo Philadelphia) a las finas hierbas, a temperatura ambiente

6 gr. de sal fina

margarina para el molde

* Para el puré picante de manzana y jengibre:

290 gr. de manzana golden muy madura, con piel (peso sin corazón)

5 gr. de jengibre fresco, pelado

10 ml. de vino blanco seco

sal

pimienta blanca molida

* Y además:

1 molde rectangular de (medidas de la base) 7 cm de ancho, 16 cm. de largo y 5'5 cm. de alto o un molde de 650 ml. de capacidad, como mínimo

ELABORACIÓN:

* Del fiambre:

Embadurnar el interior del molde elegido con margarina y reservar.

Llevar a ebullición un cazo con agua y abundante sal. Cuando empiece a hervir, incorporar delicadamente los huevos de codorniz y cocer tres minutos desde que el agua recupere el hervor. Para refrescarlos, introducirlos en un cuenco con agua muy fría hasta que estén completamente fríos. Pelar con cuidado y reservar.

Precalentar el horno a 180º C con calor arriba y abajo.

Quitar la piel de la morcilla de Zamora y cortarla en rodajas de un centímetro de grosor aproximadamente y luego en bastones de un centímetro de lado, aproximadamente. Reservar.

Disponer en un recipiente hondo la carne picada, las aceitunas verdes picadas, el huevo ligeramente batido, el queso a las finas hierbas y la sal. Mezclar hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.

Poner en el molde algo menos de la mitad de la mezcla de carne formando una capa uniforme. Colocar en el centro y en fila los huevos cocidos y a los lados y en paralelo, las tiras de morcilla. Presionar ligeramente éstas y aquéllos para fijarlos en la carne. Repartir el resto de la carne, rellenando los huecos entre los huevos y la morcilla y formando una capa por encima. Igualar la superficie, tapar con papel de aluminio e introducir el molde en el horno, colocando la rejilla en la posición intermedia. Hornear 30 minutos, destapar y continuar horneando otros 30 minutos. Comprobar la cocción pinchando en el centro con una brocheta, el líquido que saldrá debiera ser transparente.

Sacar el molde del horno, disponerlo en una fuente para recoger el líquido que suelte y poner unos pesos encima (dos bricks de un litro, por ejemplo). Dejar que se enfríe y llevar al frigorífico, con los pesos, hasta el día siguiente. Desechar el líquido que suelte el fiambre.

* Del puré picante de manzana y jengibre:

Lavar la manzana, descorazonarla y ponerla en un plato hondo. Añadir el vino blanco e introducir, tapado, en el microondas. Hornear a 800 watios de potencia en dos intervalos de tres minutos, con un minuto de reposo después de cada intervalo. Sacar del microondas, eliminar la piel de la manzana e introducir la pulpa en el vaso de la batidora de brazo, junto con el vino sobrante, si lo hubiere. Estrujar el jengibre con el prensa ajos y añadir el zumo resultante al vaso, así como sal al gusto y abundante pimienta blanca. Dar un par de golpes de batidora, de forma que el puré sólo quede triturado parcialmente. Sacar a un recipiente con tapadera, remover, tapar y llevar al frigorífico hasta el día siguiente para que se asienten los sabores.

Al día siguiente, sacar el puré y el fiambre del frigorífico, dejar que se atemperen, desmoldar el fiambre y cortar en lonchas gruesas con la ayuda de un cuchillo de hoja ancha, humedecida.

Servir el fiambre y el puré a temperatura ambiente o ligeramente templados.

A comer.

12 comentarios:

  1. A mi me parece que te lo has trabajado bastante, y hablo de la receta, y también de la entrada del post. Los fiambres caseros me gustan, pero yo solo tengo uno de pollo, los reservo para el verano y luego apenas hago alguno. El que nos traes es muy completo, con su salsa y todo, además de vistoso, al cortarlo resulta muy apetecible. Así que arriba ese ánimo, que hoy estás de maravilla, te sale todo bien.
    Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Lola. Me ocurre lo mismo que a ti, me encantan estos fiambres pero luego los cocino poquísimo, con lo prácticos que son, sobre todo en verano, cuando se pasa más tiempo fuera de casa o lo que menos apetece es ponerse a cocinar con el calor. Todos los años me digo que tengo que hacer más cositas de este tipo, a ver si es verdad y este año lo cumplo.
      Ayer no me faltaba el ánimo, sólo las ganas, pero eso sí, siempre con humor, que eso no decaiga, que a mí, por lo menos, me ayuda mucho a tirar "pa'lante".
      Un beso guapa.

      Eliminar
  2. Hola Isabel. Me has recordado a mí esta mañana. Estaba deshinchada, pero a la vez contenta porque no paran de llegar recetas y me hace bien. Ahora, leerte y sonreír y esa va a ser otra de las cosas buenas que estén en mi lista, cuando me vaya a dormir. Gracias.
    El fiambre es una delicia y queda muy bonito con los huevos de codorniz tan centrados. Yo no creo que fuera capaz. Tampoco preparo fiambres y es por falta de costumbre. No sé cómo sabrá la morcilla de Zamora, pero te repito lo mismo que tú me has escrito, seguro que si la has utilizado, es porque el sabor es perfecto. Mis longanizas son de mi pueblo y, aunque yo ya no las como, también he acostumbrado a mi hijo a su sabor y las de esta zona, no le gustan porque les ponen anises.
    Muy buena receta.
    Besos y buenas noches.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas noches Marisa. Me alegra muchísimo haberte hecho sonreír y que esa circunstancia haya sido merecedora de aparecer en tu lista. También me alegra lo feliz que te está haciendo la buena acogida de la celebración de tu décimo aniversario blogueril (creo que esta palabra no existe, pero nos entendemos).
      ¿Cómo que no serías capaz de dejar los huevitos tan centrados? Hacer buenos panes como tú haces, eso sí que es difícil, lo otro, una nadería. La morcilla de Zamora, la versión dulce pues también la hay picante, no tiene un sabor muy fuerte. Está especiada con cominos y según quién la fabrique, su sabor es más pronunciado. Esta morcilla tiene la particularidad de que es terriblemente densa, se embucha en tripa natural (cada vez menos) o en material alimentario cilíndrico de unos 8-10 cm. de diámetro y un kilo aproximado de peso, se puede cortar en rodajas de un centímetro y mantiene la forma sin la tripa incluso cuando se cocina. En este fiambre, su sabor armoniza con el conjunto sin dominarlo.
      Cuídate e "hínchate". Un beso.

      Eliminar
  3. ¡Que no nos falte el humor! jj Sobre todo en estos tiempos... Cómo me identifico con los ruidines corporales, jjj. Te ha quedado un fiambre de lo más apetecible, además da juego, que eso me encanta, para apañarnos con lo que tengamos. El puré de lo más original, el toque de jengibre me gusta. Besitos preciosa!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay que saber afrontar las situaciones con humor y sobre todo, saber reírse de uno mismo, pues ayuda mucho a ver las situaciones con perspectiva y a calibrar la medida de las cosas. En cuanto a los ruidos, yo digo que ya me muevo con onomatopeyas, jaja, es el peaje de cumplir años. La manzana muy dulce y el jengibre picante combinan a la perfección y a medida que pasan las horas, su sabor se acentúa volviéndose aún más rico. Yo aconsejaría no prescindir de él.
      Un beso guapa.

      Eliminar
  4. Admiro tu sentido del humor. Cuando una se siente apática por falta de estímulos, lo mejor es tomar esos momentos con humor y los has aprovechado tan bien, que te ha salido una entrada brillante que me ha robado más de una sonrisa, no sabes bien cuánto te lo agradezco.
    Y paso ahora a valorar ese fiambre que estará bueno tanto mañana como pasado, así que, como he cenado hace unas horas, lo dejaré de aperitivo para mañana, lo voy a pasar en grande degustándolo.
    Cariños.
    kasioles

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Kasioles, me alegra mucho saber que has pasado un rato agradable leyendo mi historieta. Tomarse la vida con humor, aunque sea sarcástico, ayuda a sobrellevar las situaciones malas, complicadas o difíciles, al menos a mí me funciona.
      Los fiambres aguantan muy bien el paso de las horas, es una de sus ventajas.
      Un beso.

      Eliminar
  5. Pues a mi parecer tu fiambre no es un huevo que se echa a cocer jjj. Y tu ánimo más o menos todos así, a ver si te sirve por aquello de mal de muchos... A mi no me consuela demasiado. Supongo que son agentes externos los que nos tienen de esta guisa. De momento te felicito por la originalidad de tu receta, algo hará ¿o no? Besitos guapa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Alicia, no tiene más complicación que cocer un huevo, a veces cocerlo sin que se rompa o cogerle el punto exacto de cocción, es más difícil que este fiambre, jejeje. Pues no, no me consuela, aunque pueda sonar egoísta. En fin, menos mal que esos días pasan y si además me felicitan por la receta, ya lo creo que anima. Y mucho. Muchas gracias guapa. Un beso.

      Eliminar
  6. Hola isabel, a veces no sé por dónde empezar mis post, pero creo que además del desgano que nos invade algunas veces, hay que pensar que se nos agotan las ideas, son ya muchos post, muhas recetas y muchos años, je je je!! pero siempre sale algo , y como hoy , yo encantada de leerte. He disfrutado de la receta, para cualquier momento y ocasión es perfecta y sobre todo debe ser una delicia. Un beso enorme!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi me asombra que después de tantos post, sigáis teniendo algo que contar o ganas para hacerlo, ¡si yo llevo poco más de dos años y hay días que no encuentro inspiración por ningún lado! Menos mal, que aunque cueste, al final encontramos algo que contar, intentando siempre pasar un rato agradable. La receta es estupenda para una cena ínformal o para un picnic, sin olvidar el puré, que está riquísimo y la complementa a la perfección.
      Un beso.

      Eliminar