lunes, 20 de junio de 2022

Pechugas de pollo en salsa harissa

Normalmente cojo vacaciones a finales de agosto o primeros de septiembre, incluso en octubre, pero este año, por cuestiones laborales, tengo que cogerlas en julio, dentro de nada, en realidad y no sé si será porque no era lo que estaba previsto o qué, pero el caso es que no tengo la cabeza en modo vacaciones y se va acercando el día y no tengo nada preparado ni reservado. Al menos sí tengo claro el destino, será el Pirineo oscense, al que hace varios años que no vamos y tengo unas ganas tremendas de volver; ahora bien, el destino concreto creo que al final lo determinará la disponibilidad hotelera, que como no espabile y me ponga a ello me veo durmiendo en el coche y una ya no tiene cuerpo para eso y no es que lo haya hecho nunca, aunque casi, pues hace años nos íbamos de vacaciones a la aventura, con una ruta medio definida y sin nada reservado, nos alojábamos allí dónde nos parecía y encontrábamos habitación pero después de que un año nos resultó completamente imposible encontrar alojamiento en Lugo y alrededores (era San Froilán) y de milagrito no nos tocó dormir en el coche, se acabó el veranear peligrosamente y desde entonces todo bien reservado y más en temporada alta, pues he de confesar que en temporada baja y según dónde, aún tentamos alguna vez la suerte y nos vamos a lo que salga.

Pero ahora, en pleno verano, ya no me arriesgo a que esté acabándose el día, estemos medio perdidos por algún camino de cabras, no tengamos alojamiento para pasar la noche y nos pille en una zona con poca infraestructura hotelera. Ni siquiera me arriesgo ya a pasar del desayuno a la merienda sin transición porque no hayamos encontrado dónde comer y no me refiero a que no nos dieran de comer, sino a no encontrar establecimiento alguno donde tomar algo, que eso sí nos ha ocurrido más de una vez. Ahora, en previsión, siempre llevo algo para improvisar una comida en una cuneta o en la entrada a un camino o donde cuadre, porque nosotros somos poco de pasar una semana en un mismo destino, ni del hotel a la playa o al paseo, al contrario, pasamos dos días aquí, tres allá, uno en el otro lado, siempre viendo cosas, muchas, que tenemos un país con un patrimonio paisajístico y cultural enorme, haciendo muchos kilómetros, volviendo más cansados de lo que nos fuimos pero contentos de lo que hemos visto, disfrutado, aprendido, con alguna anécdota, algún chascarrillo, muchos recuerdos y casi siempre, con el deseo de volver.

Mirad por dónde, ahora sí tengo ganas de preparar las vacaciones, todas las que no tenía antes de empezar a redactar la entrada así que, sin más os dejo con esta receta de pechugas de pollo en salsa harissa que quedó muy rica y eso que soy poco amiga de las pechugas guisadas, pero no tenía cuartos traseros que es lo que habitualmente cocino. La harissa es una mezcla de especias muy utilizada en Oriente Medio, de sabor picante y que generalmente se encuentra en pasta o en salsa, aunque también la hay en polvo, que es la que yo utilizo. He puesto poca cantidad para que su sabor no predominara en exceso, ya sabéis que me gustan las especies pero no que el guiso sólo sepa a ellas. El poquito de vino dulce utilizado armoniza perfectamente con la harissa, dando como resultado un plato con un sabor muy equilibrado, poco picante y con la salsa justa para untar la carne y no pecar con el pan, que sí, que está muy bien eso de pringar la salsa, pero luego vienen los arrepentimientos cuando algunas nos probamos el bañador.

Que lo dicho, que aquí tenéis la receta. Yo me voy a buscar el mapa de carreteras.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

700 gr. de pechuga de pollo, cortada en dados grandes

50 gr. de puerro de la parte blanca, cortada en brunoise

35 gr. de apio de la parte del centro, cortado en mirepoix

1 diente de ajo, pelado, desgerminado y laminado

1/2 tsp de harissa en polvo

25 ml. de vino dulce

1/2 pastilla de caldo concentrado de pollo (5 gr.)

1 tbs de almidón de maíz (maizena)

agua

AOVE

sal

ELABORACIÓN:

Poner un fondo de aceite de oliva virgen extra en una cazuela de paredes bajas donde quepa la carne en una sola capa y calentar al fuego. Freír los dados de pechuga a fuego fuerte y cuando estén bien dorados, bajar el fuego a medio, añadir el puerro, el apio y el ajo, remover, tapar y cocinar hasta que el puerro se ablande. Añadir entonces la harissa, rehogar diez segundos y agregar el vino, hervir 30 segundos para que evapore el alcohol e incorporar 200 ml. de agua y la media pastilla de caldo desmenuzada.

Tapar la cazuela, levantar el hervor y cocinar a fuego suave durante 8 minutos. Dar la vuelta a los dados de pechuga y prolongar la cocción otros 5 minutos, siempre con la tapadera puesta. Apartar del fuego y rectificar de sal, si procede.

Disolver el almidón de maíz en 15 ml. de agua, añadir a la cazuela, mecer ésta para que se distribuya, devolverla al fuego, calentar a fuego medio y retirar justo cuando comience a hervir.

Dejar reposar el pollo tapado durante cinco minutos y servir.

A comer.

16 comentarios:

  1. Que envidia me das con lo de las vacaciones, hace más de tres años que no vamos más que al pueblo por circunstancias, aunque sí alquilamos una casita en la playa, por donde pasa todo el mundo por cierto, pero no me quejo, nos gusta que nos acompañen la familia y sobre todo los amigos.
    En otras ocasiones te he manifestado lo poco que puedo utilizar especias en casa, pero las preparaciones con harissa a mi particularmente me encantan. Me gusta la cocina marroquí y además tengo una vecina mora que cocina maravillosamente y más de una vez me sorprende con sus recetas, sabe que las recibo con agrado, a pesar que le he dicho que no se puede estar con el táper siempre, pero ¿crees que me hace caso? Nanai. Tu pollo tiene una pintaza genial, esa salsita espesa me pone ojitos, y yo a ella. Y no me extraña, es que está deliciosa, lo sé.
    Bss

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    1. Nosotros siempre que podemos nos escapamos pues hay temporadas que podemos hacerlo sin ningún problema y otras que es completamente imposible, ya ha habido años que no ha podido ser, así que, en cuanto hay oportunidad, maleta al coche.
      Sí me lo has comentado más veces y la verdad que tiene que ser una lata, pero en fin, en mi casa también hay cosas que no se pueden poner, así que venimos a estar igual. No me importaría tener una vecina como la tuya, que me diera a probar platos distintos con los que seguro que disfrutaba mucho.
      Un beso.

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  2. Isabel hija mía, porqué te preocupa lo del bikini, si te vas a ir al Pirineo, yo que tú me llevaría un par de abrigos, porque allí siempre hace rasca, Jajajaja…, te lo digo por lo de hacer barquitos de pan mojando en esa salsa del pollo, que yo con el hambre que arrastro, me daría el homenaje comiéndomelo, y a vivir que son dos días.
    Ya hace tiempo que no voy de viaje a la aventura, nunca me ha gustado improvisar, me gusta programar hasta el último minuto de mis viajes, lo que resulta bastante agotador, pero a la vez es una ventaja porque si llevo incluso entradas a ciertos sitios reservadas, eso que me quito. Quizás el viajar por España, para nosotros, hace que nos relajemos, pensando que lo de reservar solo es para los turistas, sin darnos cuenta que una vez salimos de casa, con la maleta, ya lo somos, jajaja…
    Bueno guapa, espero que a estas horas lo hayas programado todo, incluidas las reservas.
    Besos y pásalo bien, aunque obviamente eso es más que seguro.

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    1. No creas, con una chaqueta para las noches es suficiente, que también se pasa calor y es muy fácil quemarse con el sol, no sé si por la altitud o qué. Lo de los barquitos me trae por la calle de la amargura, ya intento hacer guisos que queden escasos de salsa para evitar tentaciones, pero cuando quedan tan buenos como este pollo me lamento de no haber hecho más pero si hay mucha salsa la unto con el pan y vuelven las lamentaciones y así siempre. La cosa es quejarse, jjj...
      Planificar tanto los viajes es cierto que es muy estresante pero se evitan sorpresas desagradables. En alguna ocasión he reservado las entradas a algún sitio con antelación pero también es verdad que viajamos por sitios poco masificados y no suele ser necesario, además de que muchos lugares pequeños o poco turísticos no te ofrecen la posibilidad de la venta on line de entradas, por no hablar de los horarios tan peculiares que tienen algunos sitios, que desde luego no están pensados para el turista, ni nacional ni extranjero.
      Aún lo tengo a medias, tuve visita y casi no pude hacer nada. A ver si entre hoy y mañana lo hago.
      Un beso.

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  3. Isabel, vaya donde vayas y acabes donde acabes deseo que os lo paséis genial. Al fin y al cabo todas estas cosas que pasan en vacaciones luego son anécdotas para recordar. Seguro que después del verano nos cuentas alguna de ellas.

    En cuanto al pollo, mira que me gustan las salsas, pero esta no recuerdo haberla probado nunca, será que como el picante no me va mucho. Aunque tengo claro que si tuviera esta cazuelita por delante bien seguro que metería el tenedor y mojaría pan en la salsa

    Abrazos y buen verano! Disfruta tus vacaciones!

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    1. En vacaciones siempre se disfruta, aunque sólo sea por cambiar la monotonía diaria. En cuando a las anécdotas, casi siempre hay alguna que recordar, lo malo es mi memoria de pez, que después no me acuerdo ni de la mitad, lo que me da mucha rabia, por cierto.
      La mezcla harissa que utilizo es moderadamente picante, casi diría que poco para lo que suele ser la pasta harissa, cosa que prefiero porque aunque el picante me gusta, lo tolero poco y además me parece que pasado determinado nivel de picante, la comida ya no sabe a nada. Seguro que este pollo te gustaba, tal vez no para repetir, pero sí para comer un plato.
      Un abrazo.

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  4. Esa salsita se ve muy buena y ese pollo tiene que estar sensacional! Me alegro que puedas disfrutar de unas buenas vacaciones, que las disfrutes!
    Besos

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    1. Esta salsa le va muy bien al pollo, le da mucho sabor sin anular el de la carne. No veo el día de irme de vacaciones, se me está haciendo tremendamente largo aunque ya queda un día menos, jejeje...
      Un beso.

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  5. ainsss las vacaciones, lo que me gustaría a mi salir en junio o a mediados de setiembre pero entre el cole y las fechas que le imponen a mi marido solo nos queda agosto donde mejor tenerlo todo atado por lo menos para dormir porque sino te quedas fuera (literalmente jajaja). Qué ganas tengo ni te imaginas aunque este año será salir para el Pirineo e ir de un lado para otro desde un punto fijo (la casa de mi padre). Seguro que encuentras algo genial y lo pasáis muy bien.
    Volviendo con la receta, me viene de perlas, me han regalado harissa en polvo riquísima con mucho sabor pero poco picante y no sabía bien bien como sacarle partido. Gracias por compartir.
    Besos y feliz fin de semana,
    Palmira

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    1. Hubo unos años que en el trabajo tenía que coger las vacaciones en agosto y la verdad que es el mes que menos me gusta para salir fuera, para mí el ideal es septiembre, siempre que puedo me voy unos días de ese mes porque además como ya han empezado las clases hay menos gente, que según dónde es de agradecer. De todas formas os entiendo a los que tenéis esas limitaciones escolares y laborales pues os condicionan mucho.
      Qué envidia me das, lo que me gustaría a mi tener casa en los Pirineos, ahora, por ejemplo, no tendría problema para encontrar alojamiento, que me veo cambiando de destino, pero sobre todo porque estoy enamorada del de Huesca (el catalán aún lo tengo por descubrir). Si alguna vez me pierdo, allí me encontraréis.
      A mi harissa le pasa lo mismo y me encanta, porque aromatiza mucho el plato sin abrasar la boca y en el caso de querer más picante, se añade una guindilla y solucionado. Si en casa no tenéis problema con mojar pan, duplica la salsa, ya verás qué buena.
      Feliz fin de semana. Un beso.

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  6. Hola Isabel, hace años que no vamos de vacaciones, tampoco lo echo de menos porque vivo en la costa de Lugo y es zona tranquila y de relax, jaja. Desde luego que lo más tranquilo es llevar todo organizado, así que ponte manos a los mapas. La receta me parece de diez, ya estoy pensando en un pan para ir mojando en esa rica salsita.
    Un beso y feliz finde corazón.

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    1. Tal vez si viviera en un lugar como el tuyo me pasaría lo mismo que a ti, pero en un pueblecito del interior de una provincia pequeña es casi terapéutico cambiar de aires, que yo porque trabajo en la ciudad y me relaciono más, pero mi pareja que trabaja en el pueblo casi no se relaciona con nadie, tan poquitos somos, así que, en cuanto llega el verano, carretera y manta, como se decía antes.
      Si este plato lo acompañas de uno de tus ricos panes, repites seguro.
      Feliz fin de semana. Un beso.

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  7. ¡Hola Isabel! Las recetas con carne de pollo siempre vienen fenomenal. Como la consumimos con mucha frecuencia necesitamos tirar de variedad.
    Tu receta de hoy es muy facilita de preparar y está muy rica.😋😋
    Feliz finde. Bstes.😘

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    1. Hola Emma. Una de las ventajas de la carne de pollo es que combina muy bien con multitud de sabores, casi todo le va bien, lo que es una tremenda ventaja para no aburrir a los comensales pues cada vez podemos llevar un nuevo plato de pollo a la mesa.
      Feliz domingo. Un beso.

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  8. Hola, Isabel:

    Estas pechugas tienen una pinta espectacular y seguro que la salsa está para chuparse los dedos.

    Muchos besos.

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    1. Hola Rosa. La verdad que las pechugas quedaron muy ricas, suaves pero con sabor, para repetir ración.
      Un beso.

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