Casi siempre comemos
asado el día de Navidad, pero estas últimas fiestas quise cambiar
un poco el menú y los meses previos anduve buscando algo distinto
para ese día. Nunca había hecho un plato salado con chocolate y
cuando vi estas carrilleras en Cocido de Sopa me dije “estas caen”;
primero por la novedad de cocinar con chocolate, segundo porque son
muy sencillas y tercero y casi lo más importante, porque se pueden
(y deben) hacer con antelación. Así que hice una prueba inicial
para ver el resultado, porque era incapaz de imaginarme su sabor, y
para hacer las adaptaciones que fueran necesarias. Ni que decir tiene
que no dije nada del chocolate para no condicionar la respuesta a la
pregunta de “¿qué te parecen?”. Y cuando recibí la aprobación
de mi pareja (que es el primer “corte” que hay que pasar),
tampoco le confesé el ingrediente secreto
y eso que sufrí cuando las estaba cocinando y ese día apareció por
casa antes de lo habitual, porque la cocina olía muchísimo a
chocolate y él tiene un olfato super fino. Pero el caso es que o ese
día estaba distraído o no supo identificar el olor y yo claro, no
dije ni mu, porque tenían que pasar el segundo “corte” el día
de Navidad y no quería ver hociquitos fruncidos antes de tiempo.
Llegado el día, los
cuatro adultos que las probaban por primera vez (mi familia es muy
pequeñita y nos juntamos pocos) opinaron unánimemente que estaban
muy ricas y cuando comprobé que no lo decían por cortesía (sólo
había que fijarse el gusto con el que las comían después de una
comida bastante copiosa), les confesé que estaban cocinadas con
chocolate. Hubo alguna cara de sorpresa pero las opiniones no
cambiaron, lo que me alegró enormemente.
Receta altamente
recomendable y muy apropiada para ocasiones especiales.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
INGREDIENTES:
4 carrilleras de cerdo
ibérico
150 gr de cebolla
60 gr. de zanahoria
30 gr. de tallo de apio
(sin hojas)
1 diente de ajo grande
1/2 tsp.
de pimentón agridulce de La Vera (IGP)
1/2 pastilla de caldo de
carne
150 ml. de agua
150 ml. de vino blanco
seco
20 gr. de chocolate de
cobertura (56% de cacao)
aove
sal y pimienta negra
recién molida
ELABORACIÓN:
NOTA: Los tiempos de
cocción que se indican lo son para una placa vitrocerámica de
inducción. En el caso de utilizar otra fuente de calor (eléctrico,
gas, halógeno), los tiempos variarán, debiendo ser adaptados. Lo
mismo ocurre en caso de utilizar otra olla a presión o una cazuela
convencional.
Limpiar las carrilleras
de grasas y telillas. Disponerlas en un plato, salpimentar con sal y
pimienta negra recién molida y reservar.
Pelar la cebolla, la
zanahoria previamente lavada y el diente de ajo. Quitar el germen de
éste, si lo tuviera y cortarlo todo en brunoise. Lavar la rama de
apio y cortarla de la misma manera. Reservar juntas todas las
verduras.
Disponer un fondo de
aceite de oliva virgen extra en la olla rápida y calentar. Cuando
alcance temperatura, dorar la carne, retirándola a un plato a medida
que se haga. Reservar.
Incorporar las verduras a
la olla, salar y rehogar a fuego medio-fuerte durante cinco minutos.
Añadir el pimentón y rehogarlo, cuidando que no se queme para
evitar que amargue e incorporar el vino evaporando el alcohol. Añadir
el agua, la media pastilla de caldo desmenuzada y el chocolate y
remover hasta que éste se deshaga. Devolver las carrilleras a la
olla, cerrarla y llevarla a ebullición a fuego medio-alto (en el
número 7 en una placa vitrocerámica con 9 niveles de potencia). En
cuanto suban las marcas de la válvula, bajar progresivamente el
fuego para que cueza despacio durante 20-25 minutos (según tamaño)
manteniendo siempre la presión y procurando utilizar una potencia
mínima de fuego, evitando de esta manera que se deshagan las
carrilleras.
Transcurrido el tiempo,
dejar que la olla pierda presión fuera del fuego.
Una vez que pierda toda
la presión, abrir la olla y comprobar el punto de cocción pinchando
la carne con una brocheta o aguja gruesa. Poner a cocer otro par de
minutos o el tiempo necesario si no estuvieran tiernas.
Sacar la carne a un plato
y colar la salsa. Triturar con la batidora de brazo la mitad de las
verduras y reservar éstas y la otra mitad sin triturar.
Poner a reducir la salsa
(sin verduras) hasta que espese un poco, controlando lo fuerte de
sabor que va quedando. Retirar del fuego, agregar las verduras
trituradas, remover para homogeneizar y comprobar el punto de
espesor. Si la salsa no tiene aún el punto deseado, ponerla
nuevamente al fuego hasta conseguir la textura que busquemos.
Añadir las verduras sin
triturar y la carne reservadas, calentar el conjunto y servir.
Mejora de un día para
otro.
A comer.
Querida Isabel. La primera vez que cociné carne con chocolate fue hace por lo menos 30 años y era una receta de conejo que tengo en un libro de chocolate. No creo haberlo abierto más...
ResponderEliminarRecuerdo que me gustó mucho y en casa también y es porque el chocolate confiere a la salsa un sabor espectacular.
Me parece que ya he visto por aquí carrilleras y seguro que te comenté que no soy de carne y las carrilleras son una excepción. Como también uso mucho la misma olla, me parece, que deduces rápidamente, que esta receta me la llevo.
El pan lo pongo yo.
Besos y buen finde.
Ja ja ja. Si me invitas yo llevo el vino.
ResponderEliminarHay muchas recetas en la red de carrilleras al chocolate. No me atrevía a hacerlas porque no conseguía imaginar ni de lejos el sabor, pero si vuelvo a ver algo cocinado con chocolate, ya no me lo pensaré tanto.
Conozco tu preferencia por las carrilleras y la verdad que no sé cómo hay a quien no le gusta ese tipo de carne, porque aunque sea un corte duro, como pasa con el morcillo, una vez bien cocinada es una carne extremadamente jugosa, tierna y sabrosa. Yo las guiso mucho y siempre de cerdo ibérico porque no tienen nada que ver con las de cerdo blanco.
¿Cómo va tu mano? Espero que bien.
Cuídate mucho, o mejor, que te cuiden mucho y buen fin de semana.