lunes, 15 de julio de 2019

Pastel de yogur con cerezas frescas


No suelo comprar por impulso y menos por internet, que no puedes ver bien como son las cosas. A veces compras un libro por la foto de portada y es fácil llevarse un chasco, ya que una bonita foto no es garantía de calidad. El caso es que un día andaba trasteando por una conocida página de venta de libros y ví un bonito librito con una apetitosa tarta de queso y arándanos en la portada. No era caro y me tiré a la piscina y lo compré. Y, aunque no viene la receta de la tarta de la portada, es un libro que me sorprendió gratamente: trae algo más de cien recetas de pasteles y bizcochos, muchos de ellos con frutas, con explicaciones muy concisas y todas ilustradas con una fotografía. Tengo marcadas un montón de recetas aunque todavía he hecho muy poquitas. El libro en cuestión se llama “Pasteles rápidos y tartas frías” de la editorial NGV y es de esos libros hechos con fondos editoriales. Una pequeña joya de la que ya traeré más cosas por aquí.
 
En casa nos ha gustado mucho este pastel y siendo las cerezas una de mis frutas favoritas, lo repetiré seguro.

Una última cosa: una cereza no mancha mucho, pero casi un cuarto de kilo dejan las manos teñidas para varios días, por eso aconsejo el uso de guantes.

Venga, a lavarse las manos y a cocinar.



INGREDIENTES:


* Para el relleno:


225 gr. de cerezas (peso con hueso) o las necesarias para cubrir la base del molde

1/2 tbs. de maizena

20 gr. de azúcar blanquilla



* Para el bizcocho:


100 gr. de mantequilla a temperatura ambiente

115 gr. de azúcar blanquilla

10 gr. de azúcar vainillado

2 huevos tamaño L

la piel de medio limón

125 gr. de harina de todo uso

25 gr. de maizena

tsp. de levadura química (impulsor)

1 pizca de sal

75 gr. de yogur tipo griego

mantequilla para el molde



* Y además:

un molde desmontable de 18 cm. de diámetro

papel de horno



ELABORACIÓN:


* Del relleno:

Lavar y secar las cerezas. Quitar los rabos y, utilizando guantes para uso alimentario, deshuesar, bien con un deshuesador o bien con una brocheta de madera o palillo chino, cogiendo la cereza entre dos dedos y presionando con firmeza en la inserción del rabo con la fruta, hasta sacar el hueso por el lado contrario. Colocar las cerezas deshuesadas en un recipiente y añadir el azúcar y la maizena (esto evitará que la fruta tiña la masa, aunque si está muy madura algo sí la teñirá). Remover delicadamente para que se impregne bien toda la fruta. Reservar.


* Del bizcocho:
 
Enmantequillar el molde (preferiblemente desmontable) y forrar la base y paredes con papel de horno. Enmantequillar el papel y reservar el molde preparado.

Precalentar el horno a 170º C con calor arriba y abajo.

Lavar y secar la piel de limón. Rallarla sin llegar a la parte blanca y reservar.

Tamizar juntos la harina, la maizena y la sal. Reservar.

Batir la mantequilla con el azúcar blanquilla y el vainillado utilizando unas varillas eléctricas hasta que la mezcla blanquee. Añadir los huevos de uno en uno y ligeramente batidos, no añadiendo el segundo hasta que el primero esté integrado del todo. Agregar la ralladura de limón e integrar. Incorporar la harina en tres veces alternándola con el yogur.

Disponer las cerezas en el fondo del molde, desechando el jugo que hayan podido soltar y verter por encima la mezcla del bizcocho. Colocar un paño de cocina en la encimera y golpear la base del molde sobre éste para que la masa se distribuya entre las cerezas y para eliminar las posibles burbujas de aire.

Poner el horno con calor sólo por abajo, colocar la rejilla a media altura e introducir el molde. Bajar la temperatura a 160º C y hornear durante una hora, aproximadamente, dependiendo de cada horno. Comprobar el punto de cocción pinchando en el centro del pastel con una aguja: si sale seca, el bizcocho ya estará cocido, si no es así, prolongar la cocción de cinco en cinco minutos hasta que al pincharlo, la aguja ya salga seca.

Sacar el bizcocho del horno y colocarlo en una rejilla. Pasados diez minutos, quitar el aro desmontable y con mucha delicadeza y la ayuda de un cuchillo de ser necesario, quitar el papel de horno del lateral de bizcocho. Al estar caliente resulta un poco frágil y puede quedan alguna miga pegada al papel, pero se despegará mejor que si se enfría del todo.

Dejar enfriar el bizcocho encima de una rejilla y sin quitar la base del molde. Cuando esté completamente frío, dar la vuelta y quitar el papel y la base metálica. Volver a dar la vuelta, disponer el bizcocho en la fuente de servir y espolvorear con azúcar glas. Disfrutarlo.

A comer.





2 comentarios:

  1. Las horas que son y con mono de dulce. Es para triunfar.
    Las cerezas en tartas y pasteles, me chiflan
    A la espera quedo de ver más.
    Besos guapa.

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  2. Cualquier hora es buena para un dulce y si es casero, mejor.
    ¡Ay las cerezas! Ese tenía que ser el fruto prohibido y no la manzana. No confieso las que puedo llegar a comer en la temporada pero son muchas-muchas.
    Ya caerán más recetas del librito en cuestión.
    Un beso.

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