Estos muffins densos y
chocolatosos, adaptados del libro Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas, panes dulces y salados,
son sólo aptos para adictos al chocolate y desde luego para quienes
que no contamos las calorías, porque son una auténtica bomba. Menos
mal que no son muy grandes y al ser individuales, no se cae en la
tentación de cortar un trozo un poquito más grande de lo
conveniente, como pasaría con un bizcocho. Claro, esto siempre que
sólo comamos uno, que si comemos dos ya la hemos liado.
No crecen mucho, pese a
la cantidad de impulsor que llevan y tienden a secarse muy
rápidamente, así que aconsejo meterlos en una lata en cuanto se
enfríen. Esto tiene dos ventajas: al estar juntos y dentro de un
recipiente hermético, conservan su humedad natural durante más
tiempo y al no estar a la vista, es más fácil no caer en la
tentación de coger uno. Y es que si os gusta el chocolate, están de
muerte, sobre todo cuando aún están un poquito calientes porque te
encuentras las gotas de chocolate medio deshechas. Puro vicio.
Apuntad en la lista de la
compra los ingredientes que no tengáis, los hacéis y luego me
contáis. Seguro que os encantan.
Venga, a lavarse las manos y a cocinar.
INGREDIENTES:
* Para 18 unidades, todos
los ingredientes a temperatura ambiente:
225 gr. de harina de
trigo de todo uso
50 gr. de cacao puro
desgrasado en polvo
13 gr. de impulsor
químico (tipo Royal)
1 pizca de sal fina
150 gr. de azúcar
blanquilla fino
100 gr. de gotas de
chocolate negro
100 gr. de queso fresco
batido (tipo quark) con 0% de materia grasa
150 ml. de leche
desnatada
90 ml. de aceite de
girasol
2 huevos tamaño L
* Y además:
1-2 bandejas de hornear
para magdalenas
cestillos de papel para
magdalenas de 5 cm. de base
ELABORACIÓN:
NOTA: Los tiempos,
temperaturas, fuentes de calor y posición de la bandeja en el horno
que se indican, son los que funcionan en mi horno. Como no hay dos
hornos iguales (ni siquiera siendo de la misma marca y modelo), cada
cual deberá adaptar la forma de cocción a su horno, aunque
probablemente las correcciones habrán de ser mínimas.
Preparar una o dos
bandejas de hornear con 18 cestillos de papel y reservar.
Precalentar el horno a
200º C con calor arriba y abajo.
Tamizar juntos en un
cuenco grande la harina, el cacao, el impulsor y la sal. Añadir el
azúcar y los chips de chocolate y homogeneizar hasta que no queden
rastros de harina o azúcar en la mezcla. Hacer un hueco en el centro
y reservar.
Cascar los huevos y
disponerlos en el vaso de la batidora de brazo. Añadir el queso
fresco, la leche y el aceite y batir con la batidora hasta conseguir
una mezcla fina y homogénea. Verter su contenido en el hueco
practicado en el cuenco de los ingredientes secos y dejar reposar 5
minutos para que se vayan humedeciendo. De esta forma luego habrá
que remover menos la mezcla, ya que hacerlo en exceso perjudica la
textura final de los muffins.
Mezclar cuidadosamente
con la ayuda de una lengua de cocina de abajo a arriba justo hasta
que dejen de verse los ingredientes secos, cercionándose de que no
quedan restos de ellos en el fondo del cuenco. Dejar reposar la masa
10 minutos.
Distribuir la masa en los
cestillos preparados e introducir en el horno, colocando la rejilla
en la zona intermedia del mismo. Hornear 15 minutos a 200º C con
calor sólo por abajo. Comprobar el punto de cocción pinchando con
una brocheta el centro de uno de ellos. Si no saliera seca, hornear
dos minutos más. Es preferible que el interior quede ligeramente
tierno a sobrecocerlos.
Sacar del horno y
desmoldar inmediatamente. Disponerlos en una rejilla hasta que se
enfríen.
Disfrutarlos sin cargo de
conciencia.
A comer.
Que presencia y que interior, ¿quién dudaría que esos muffins no son puro placer? Yo no me atrevo a prepararlos, pues caerían varios de una vez y en los tiempos que corren (tras el verano) no sería lo más indicado, pero para un extraordinario, llamémosle X, no te diría que no. Deseando estoy que ocurra el mismo, una excusa estupenda.
ResponderEliminarBss
Hay que tener mucha fuerza de voluntad para comer sólo uno, sobre todo cuando están recientes y el chocolate sigue medio fundido. Ya digo, puro vicio. También se puede preparar media receta, dándonos así un capricho que si además compartimos, no nos crea cargo de conciencia, porque no da tiempo, más que nada, ya que seguro que desaparecen enseguida.
EliminarUn beso.
Hola, Isabel. Leer el nombre y venir a comprobar si son aptos para mí y qué alegría al ver que sí que los puedo hacer sin azúcar. Tengo unos publicados hace mucho en el blog que te gustarán y son parecidos.
ResponderEliminarMe los llevo porque me gustan y me apetece darme un gusto. Lo que no sé es cuándo los haré porque vengo de "prometerme" unas natillas veganas...
Besos y cuidaos
Con el poquito endulzante que tú consumes, te diría que lo puedes suprimir casi por completo o ponerle muy poco, pues las gotas de chocolate endulzan bastante. De hecho, la receta original lleva más de las que yo he usado, pero reduje la cantidad porque me pareció que iba a estar excesivamente dulce y creo que quedaron perfectos. Desde luego son ideales para darse un gusto de chocolate y como le digo a Lola, siempre se puede hacer media receta...
EliminarCuídate. Un beso.
Holaaa!!! menudo caprichito que nos traes, se ven deliciosos, para no dejar ni las migas !!!
ResponderEliminarUn besazo.
Y chupetear el papel, como cuando éramos crías, que no hay que desperdiciar ese trocito de chocolate que se le queda pegado, jajaja.
EliminarUn beso guapa.
Que rico.
ResponderEliminarTomo nota con tu permiso.
Saludos
Olguis.
Si tienes ocasión de hacerlos, espero que te gusten.
EliminarUn placer tenerte en mi cocina. Bienvenida.
Muchas gracias.
ResponderEliminarTu también bienvenida a mi blog.
Saludos
Olguis.
Ummm, ainsssqué ricos, son unos bocados dulces con chocolate que no me perdería. Mil besos
ResponderEliminarEs que delante de una bandeja de estos muffins es imposible no caer en la tentación, están tan ricos...
EliminarUn beso.