Como hoy no estoy muy
inspirada para contaros ninguna batallita, vamos a hablar del tiempo,
que es muy socorrido cuando no sabes qué decir o no me digáis que
la meteorología nunca os ha salvado de un silencio incómodo, por
ejemplo en un ascensor o bien os ha servido de introducción a otras
conversaciones más transcendentales, de esas en las que generalmente
se arregla el país, porque de aeronáutica, pongamos por caso, no
sabemos todos pero del tiempo y de cómo hacerlo mejor que nuestros
políticos, cada uno de nosotros tiene un doctorado y si te gusta el
fútbol ya es el acabose, pues todos los aficionados llevan un
entrenador dentro...
Ironías aparte, ya
tenemos por aquí el frío. Ha llegado de repente, como todos los
años, pasando sin transición de dormir encima de la cama a sacar el
edredón de plumas y qué queréis que os diga, que yo estoy
encantada pues me gusta más el frío que el calor, ya que éste lo
soporto fatal, es una cuestión física, en cuando sube un poco la
temperatura se me pone mal cuerpo y si ya hace mucho calor puedo
llegar a ponerme mala de verdad. Un incordio, vamos. Así que yo
encantada con este tiempo, la lástima es que aquí son muchos los
meses fríos y termina aburriendo un poco la monotonía del clima,
pero en fin, no se puede tener todo, así que me quedo con el clima
de mi tierra, con sus inviernos fríos como un demonio,
predominantemente secos y llenos de días de un azul tan intenso que
casi hace hasta daño mirar el cielo y es que si no hay nubes,
Castilla es tierra de luz infinita, no conozco cielos más hermosos
que los suyos y es lo único que he echado de menos cuando he vivido
en otras comunidades autónomas.
Tanto me gusta el frío,
que incluso se nota a la hora de comer, pues no soporto las comidas
muy calientes (mi paladar no las aguanta) y casi todo lo como
templado y aunque sea invierno, en mi casa se comen muchos platos
fríos como esta tarta salada, que está igual de rica templada que
fría y que he modificado muy ligeramente del libro "Quiches y tartas saladas", añadiendo pimentón a la masa y pocos cambios más. Si os gustan
las tartas saladas, animaos a probarla.
Venga, manos limpias,
cuchillo afilado y a cocinar.
* Para la masa:
75 gr. de harina de trigo blanca
75 gr. de harina de trigo integral
20 ml. de AOVE
1/2 tsp
de pimentón dulce de La Vera (D.O.P.)
80 ml. de agua a temperatura ambiente
sal
* Para el relleno:
12 corazones de alcachofas baby
125 gr. de rulo de queso de cabra
45 gr. de bacon ahumado cortado en
bastones
2 huevos tamaño L
100 ml. de nata con un 18% de materia
grasa
100 ml. de leche desnatada
sal
* Y además:
un molde redondo de paredes bajas de 20
cm. de diámetro (medida de la base)
ELABORACIÓN:
NOTA: Los tiempos,
temperaturas, fuentes de calor y posición de la bandeja en el horno
que se indican, son los que funcionan en mi horno. Como no hay dos
hornos iguales (ni siquiera siendo de la misma marca y modelo), cada
cual deberá adaptar la forma de cocción a su horno, aunque
probablemente las correcciones habrán de ser mínimas.
Escurrir el agua de
conservación de las alcachofas y colocarlas boca abajo en un plato
cubierto con papel de cocina para que absorba el exceso de humedad.
Dejar que escurran mientras se prepara el resto de la receta.
* De la masa:
Poner
en un bol las harinas, el pimentón, el aceite de oliva virgen extra
y un poco de sal y mezclar con una cuchara de palo. Añadir la mitad
del agua y volver a mezclar. Se formarán como unas migas. Dejar que
la harina se hidrate un par de minutos y amasar la mezcla,
incorporando el agua poco a poco hasta que apenas se pegue a las
manos. Según el grado de absorción de las harinas, sobrará o hará
faltad un poquito más de agua.
Tapar
la masa, que aún se notará un poco húmeda, con un paño limpio y
dejar reposar 45 minutos. Pasado ese tiempo la harina habrá
terminado de hidratarse y la masa resultará más seca.
Sobre una superficie de
trabajo limpia y sin enharinar, estirar la masa con el rodillo lo
suficiente para cubrir el molde y lo más fina posible. Si la masa
tiende a encogerse al estirarla, ir dándole reposos de cinco minutos
hasta que se relaje el gluten y resulte manejable. Acomodarla en el
molde procurando que no queden bolsas de aire en la base y retirar el
sobrante con el rodillo.Si la masa ha quedado bien hecha, no hará
falta enharinar ni la superficie de trabajo ni el rodillo, pues no se
pegará. Tampoco será necesario encamisar el molde.
* Del relleno:
Precalentar el horno a
180º C con calor arriba y abajo.
Disponer en el vaso de la
batidora de brazo la nata, la leche, los huevos y sal al gusto y
batir con la batidora. Verter el contenido en el molde preparado con
la masa.
Poner el bacon en una
sartén sin nada de aceite y cocinar a fuego bajo hasta que suelte la
grasa. Subir el fuego y dorar ligeramente. Escurrir la grasa sobrante
y distribuir el bacon en el molde.
Con un cuchillo
humedecido, cortar el queso de cabra en seis o siete rodajas y
distribuir en el molde. Distribuir igualmente las alcachofas
escurridas, colocándolas boca arriba.
Introducir el molde en el
horno colocando la rejilla a media altura y hornear 45 minutos a 180º
C con calor sólo por abajo.
Sacar del horno y
consumir templada o a temperatura ambiente.
A comer.
Si tus inviernos son largos, a nosotros nos pasa con el calor, no es que no me guste el buen tiempo, pero me apañaría con tres meses y después que entrara el fresco y la lluvia que tampoco hacen su aparición. Y sí, a quién no le ha salvado el tema climático alguna vez, aunque es preferible al que se está poniendo de moda últimamente. Vamos a por la quiche. A mi me encantan y se pueden hacer tan variadas que nunca aburren, parece que todos los ingredientes les fueran bien y quedan muy vistosas para quedar como el perfecto anfitrión. Nunca he puesto alcachofas, y mira, una estupenda idea me parece para las que disfrutamos con esta verdura. Te veo puesta con la masa, pues nada, me la llevo que luego me hago un lío con cantidades y texturas.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Lola. Según escribía la entrada pensaba en vosotras, las que vivís en el sur, a las que os tenía que pasar lo mismo con el calor, porque también tenéis muchos meses y por mucho que guste, apetece que cambie un poco y es que lo de cuatro estaciones no sé dónde será, me parece que con el cambio climático ya sólo es en la pizza, jajaja. En fin, que tienes mucha razón, que prefiero hablar del tiempo que de lo otro, que no niego su existencia pero tampoco me parece de recibo que se haya convertido en el mono tema.
EliminarComo bien dices, vamos a por la quiche. Pues es que es verdad, son muy apañadas, les va absolutamente bien todo, seguro que si un día abres el frigorífico y el pones lo que haya sin mirar qué, estoy por apostar que estará rica. Yo las hago mucho y siempre con la misma masa, en la que introduzco pequeñas variaciones para hacerla más variada, pero eso no quita que algún día no esté inspirada y no me salga todo lo bien que debería, que me pasa, pero siempre se puede aprovechar. Es una masa dura y seca, muy apropiada para que absorba la humedad de los ingredientes y siga conservando bastante firmeza, pues aunque al día siguiente esté más blanda, tiene consistencia suficiente para poderse comer con las manos.
Disfruta del fin de semana. Un beso.
Buenos días Isabel, el tiempo, ese tema recurrente e inagotable, para algunas bloggers (incluido yo) es una mina, ahora pensándolo bien, me parece que si hiciera una etiqueta llamada Tiempo en mi blog, tendría muuuchos post donde hablo de ello, y no por falta de temas, pero a veces lo siento necesario, imagina que viviendo, como vivo, en Sevilla, el clima es terrible, siempre son extremos, aunque tenemos la “suerte” de contar con inviernos suaves, si hay días terribles de frío, que yo prefiero a ese calor insoportable que soportamos durante más de seis meses al año, este verano ha sido insoportablemente fastidioso, y no solo por las mascarillas, pero es lo que nos toca, y como dices, hay que capear el temporal que nos toca de la mejor manera. Y qué mejor manera que adaptando nuestra cocina a cada época, aquí ha refrescado pero frío aún no tenemos, pero ya apetece cambiar el tercio y echar mano de esos platos de cuchara más reconfortantes, aunque no dejemos de lado nuestros gazpachos, siempre se pueden combinar con otras cosas como tu Quiche, que me parece perfecta, las alchofitas me encantan y seguro que con el queso de cabra quedan geniales. Por cierto,l yo también soy más de comida templada o fría, no soporto esos platos que abrasen la boca.
ResponderEliminarBueno disfruta del tiempo que haga, al fin y al cabo no nos queda otra.
Hola Concha. Yo, visitando Sevilla no he tenido suerte: la primera vez, a finales de septiembre me dio el primer golpe de calor de mi vida y lo pasé horrorosamente mal y la segunda, a primeros de enero, hizo un frío como decían los sevillanos que pocas veces hace por esas tierras, sólo cuando venía el aire de no recuerdo dónde y ¡ozú! como diríais vosotros, que vino todo junto. Miedo me da volver una tercera vez, que soy capaz de pillar un tornado...
EliminarDefinitivamente prefiero el frío, además, con las comodidades de hoy día es más fácil de combatir que el calor, porque como esto tampoco es Siberia, si tengo mucho frío me pongo más ropa pero si tengo mucho calor, aún saltándome los límites de decoro, ya no puedo quitarme más ropa, que una ya no está en edad, jajaja.
Y sí, aunque yo sea más bien de platos fríos o templados, ya van apeteciendo esos de cuchara más calentitos como sopas y cremas y nuestras ricas legumbres o las verduras de invierno, como la coliflor, que ahora la hay todo el año pero a mí no me llama comerla en verano. Bobadas mías.
Disfruta del fin de semana. Un beso.
Hola, Isabel. Me uno a Lola. Hartita del calor y aunque ha bajado un poco la temperatura, ha sido menos de lo que decían. Lo que no me sobra aquí es viento fuerte. También hartita.
ResponderEliminarCambiando de tema, coincidimos las dos en el gusto por las tartas saladas, igual ya te lo he dicho porque no es la primera tarta salada que has publicado y me guardé la masa.
El toque de pimentón me encanta y como soy de alcachofas, me apunto a probarla. Rica, rica.
Un beso grande y cuidaos.
Hola Marisa. Pues aquí si han bajado las temperaturas tanto como decían y lo peor es que hace mucho aire, que no me gusta nada. Así que coincidimos en hartazgo en cuando al viento, como en el gusto por las tartas saladas, que ya sé que te gustan y que también te gustó la masa. El puntito de pimentón le da un matiz muy interesante, en esa cantidad se nota pero no predomina.
EliminarLleva muy poquitos ingredientes, como puedes ver, pero está muy rica.
Cuídate mucho y disfruta del fin de semana. Un beso.
Hola, aún tenmos calor para rato, hoy precisamente casi me da algo paseando a mis perritos, y eso que eran casi las 8 de la tarde. Pero sí te doy la razón, apetecen estas taras saladas con estos ingredeintes tan ricos, tan bien elaborada y con esta presentación tan perfecta. Un beso!!!
ResponderEliminarHola Elisa. Aquí ya se nota mucho el cambio de temperaturas, las mañanas son muy frescas y hasta las doce o así no empieza a hacer calorcito; después en las tardes hace muy bueno, pero no, nos da un síncope precisamente, como casi te pasa a ti, se está muy bien al sol y a la sombra con una chaquetina. Por eso es un tiempo estupendo para este tipo de platos, que están muy ricos a temperatura ambiente, son como de entretiempo y da igual lo que les pongas, siempre quedan ricas.
EliminarUn beso.