Y para disfrutar en la mesa, esta receta de jabalí, que apenas he modificado del blog Cogollos de Agua y que según la cocinas ya huele que alimenta. He elegido para guisarla dos vinos tintos diferentes, uno joven, que aporta al guiso frescura y aromas a frutos rojos y un reserva roble, que proporciona unas notas de madera muy interesantes. Lo he acompañado de una ensalada verde para ayudar al paladar a lidiar con la rotundez del plato.
Para disfrutar plenamente de este ragout de Sierra Morena (Jaén), es aconsejable dejarlo reposar al menos veinticuatro horas antes de consumir. Eso si podéis resistir a la tentación...
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
900 gr. de carne de jabalí, sin hueso
200 gr. de zanahorias
360 gr. de cebolla
35 gr. de ajo
2 hojas grandes de laurel
1 rama de romero fresco de 10 cm. de longitud
1/2 tbs de tomillo seco
15 granos de pimienta negra
400 ml. de vino tinto joven Toro (D.O.)
200 ml. de vino tinto reserva roble Toro (D.O.)
200 ml. de brandy
AOVE
sal
ELABORACIÓN:
Cortar la carne en trozos algo más grandes que tamaño bocado y disponerlos en una olla. Añadir los granos de pimienta, el tomillo seco, la rama de romero lavada y cortada en tres trozos, las hojas de laurel lavadas y troceadas y los ajos pelados, partidos al medio y sin germen. Remover el conjunto para que la carne se impregne de las especias.
Pelar la cebolla, cortarla en juliana fina y distribuirla uniformemente por encima de la carne.
Lavar y pelar las zanahorias. Cortarlas en rodajas de un centímetro de grosor y repartirlas por encima de la cebolla.
Agregar a la olla los dos tipos de vino y el brandy. Tapar y llevar al frigorífico cuarenta y ocho horas.
Pasado el tiempo de maceración, sacar la cebolla y las zanahorias y ponerlas en un colador, recogiendo el líquido que suelten. Proceder de la misma forma con la carne, escurriéndola por separado en otro colador. Reservar el líquido sobrante del marinado, así como los ajos y las especias.
Disponer un buen fondo de aceite de oliva virgen extra en una olla y calentar a fuego fuerte. Cuando el aceite esté muy caliente, añadir la carne y dorarla, sin dejar de remover, durante cinco minutos. Incorporar cebolla y zanahorias y cocinar otros cinco minutos, siempre con el fuego al máximo, para evitar que los jugos cuezan la carne. Añadir a la olla el líquido del marinado reservado anteriormente junto a los ajos y especias y el que hayan escurrido la cebolla y la carne. Agregar sal al gusto.
Llevar a ebullición, tapar y cocer a fuego bajo, manteniendo el hervor, durante dos horas y media o hasta que la carne esté hecha.
Una vez hecha la carne, reducir la salsa a fuego fuerte, si se desea. Rectificar de sal, apartar del fuego y consumir, preferiblemente al día siguiente.
A comer.
La carne de jabalí si la he probado porque por aquí la hay en mesones de las afueras, y sí, me parece de sabor fuerte, más que nada creo yo por la falta de costumbre, hasta que no vine a vivir aquí no la había comido. Pero la salsita que le has preparado sin duda está pá mojar pan, estoy segura que le da un juego a la carne muy bueno. Para estas Navidades diferentes, también hay que poner recetas diferentes y así mejorarlas de alguna manera, que no nos recuerden lo bueno de otras pasadas, sino lo bueno que traerán todas las que vienen y una de ellas puede ser este ragú. Además, que tienes para preparar recetas un tiempo, con la cantidad de la que dispones.
ResponderEliminarBss
Hola Lola. Aquí, para comer carne de jabalí, tienes que irte a la zona norte de la provincia y tampoco es que la tengan en muchos sitios, de hecho, donde más jabalí he comido siempre ha sido en Cantabria, pues la carne de caza está en casi todas las cartas de los restaurantes del interior. Aún no tengo muy claro que voy a preparar en navidades, ya que sólo vamos a ser dos y eso limita bastante el menú. El lechazo asado desde luego que no va a faltar y al final tal vez haga la terrina aunque nos termine saliendo por los ojos después de estarla comiendo una semana, jajaja...
EliminarUn beso.
¡Madre mía, Isabel! Eso de tener un cuñado tan generoso, es como que le toque a una la lotería, Jajajaja..., bueno, no es que yo tenga quejas de mis cuñados, porque creo soy afortunada, tengo una familia extraordinaria, pero , hija mía, con lo que me gusta la carne de caza, no tengo tu suerte, y si quiero comerla, no me queda otra que salir de escapada a los pueblos de la Sierra, y darme el gustazo, por que si, soy de las que disfrutaría tu delicioso Ragoût con fruición, ¡me encanta! Además que lo cocinas igual que yo cuando he tenido la suerte de cocinar venado que es lo máximo que ha caído en mis manos para cocinarlo en un guiso de salsa sustanciosa, que reposado gana con creces. El macerar la carne, la hace tierna y mucho más jugosa, ya que este tipo de carnes hay que cocinarlas con mimo, y para eso tú te las pintas sola, a la vista está m que dan ganas de tirarse al plato y dejarlo reluciente rebañando esa riquísima salsa.
ResponderEliminarBesos, que tengas un buen día.
Hola Concha. Sí, la verdad que no puedo quejarme de la generosidad de familiares y amistades, pues me miman mucho entre unos y otros. También se nota que han nacido y crecido en pueblos pequeños, con mucha economía de subsistencia, con huertos y corrales familiares, donde el que más o el que menos cazaba o salía al campo a setas, espárragos o caracoles y donde el compartir era y sigue siendo, norma, pues en primavera a un vecino le sobraban lechugas y en otoño a otro conejos cazados. Es algo que da sentido de comunidad y que por desgracia se está perdiendo, no por falta de generosidad, sino por el envejecimiento, la despoblación y el cambio en los hábitos de vida.
EliminarPero como hay que disfrutar de lo que se tiene, pues con un buen pan esta receta es perfecta, sabrosa y contundente, con sabor a carne y a monte. Y si la acompañas con el reserva que te ha sobrado, sólo hace falta después una buena siesta para ser feliz, jajaja...
Un beso.
Hola Isabel.
ResponderEliminarYo no he comido nunca carne de jabalí, pero mira por dónde, tengo un amigo que es de Soria y que va a su tierra a cazar. Me dijo que tenía en el congelador dos paletillas y que no sabía muy bien cómo cocinarlas. Llegó el Covid, se fue a Soria y aquí siguen en su nevera las paletillas.
Menudo regalo y menuda organización de congelador que has hecho. Mucho mejor porque así sabes perfectamente qué es cada cosa y para qué usarla.
Las circunstancias no son las más halagüeñas, especialmente, para personas de riesgo como yo, pero siempre hay que pensar en positivo y como bien dices, disfrutar de las pequeñas cosas. En estos momentos la salud y no pillar el virus, es lo más importante.
Cuánta gente no tiene nada, sea Navidad o no y parece que sea obligatorio ser feliz y comer barbaridades. Eso lo pienso cada año. En éste, mucho más.
Tu ragout, no puedo ni imaginar lo bueno que estará. Con un buen pan y el sabor de la salsa y la carne, no necesitas nada más.
Besos y cuidaos.
Hola Marisa. Cuando la situación lo permita y tu amigo regrese, si aún le apetece cocinar las paletillas, siempre le puedes decir que pruebe esta receta, que no sólo es una forma tradicional de cocinarla aquí, sino que también en Francia, pues precisamente esta semana en el programa "La recetas de Julie", lo hicieron casi igual, con el añadido de cacao en polvo. Me resultó curioso que dos países, dos culturas y tantos kilómetros de por medio, tuvieran esa conexión gastronómica.
EliminarClaro que siempre hay que pensar en positivo, pues absolutamente de todas las circunstancias se puede sacar algo bueno y no hablo de ser un optimista irracional, sino una persona con cabeza que aprecie toda situación y aprenda de ella.
Cuídate mucho. Un beso.
Hola Isabel, no puedo decir si me gusta o no pues nunca la he cocmido. Yo creo que sería de mi gusto, sobre todo preparada de esta manera . Apetece meter el tenedor y saborearla despacio y con gusto. Un beso!!
ResponderEliminarHola Elisa. Si tienes oportunidad y te gustan las carnes con sabores fuertes, pídela si la ves en la carta de algún restaurante, seguro que te gusta. Y pide ración doble de pan, pues en este tipo de platos, si la carne está rica, la salsa lo está aún más.
EliminarUn beso.
Menuda pitanza de plato, esto con un buen vino y se toca el cielo, un beset
ResponderEliminarY si lo acompañas de un buen pan, ya te quedas levitando en el cielo. Un beso Paloma.
EliminarHace mucho que no como jabalí, y como a ti me gusta la carne de caza, siendo poco carnívora, que lo soy cada vez menos. Viví algunos años en Jaén por cuestión de trabajo y pude comprobar que allí se consume bastante, hay cultura de caza. No me importaría comerme unas tajaditas de tu ragut, que adivino ya tierno y sabroso. Gracias. Un beso.
ResponderEliminarHola Alicia. Lo de la carne debe ser cosa de la edad pues yo siempre he sido muy carnívora pero reconozco que disfruto menos de la carne de lo que lo hacía antes. Aún así no le digo que no a un buen plato de caza aunque en esta zona no se consume mucho, a pesar de lo mucho que se caza en toda la provincia. Como te ha gustado este ragout, te dejo un platito para que lo pruebes.
EliminarUn beso.
Guauu Isabel, Jabalí, qué rico!, en el sur de Chile he comido Jabalí, me gusta muchísimo, y tu ragout se ve delicioso! Un saludo !
ResponderEliminarA mí también me gusta mucho el jabalí, en verdad la carne de caza en general, pero no es común en mi zona, así que cuando tengo la oportunidad de comerla, la disfruto más. Este es un guiso sencillo y tradicional en el que se potencia mucho el sabor de la carne.
EliminarUn beso.