miércoles, 20 de enero de 2021

Calamar con salsa de almendras y canela

A veces, de visita por las cocinas ajenas, ves una receta y piensas “tiene que estar rico” y sigues navegando sin tomar nota. Pero en tu subconsciente queda la susodicha receta dando vueltas y en la retina la imagen del plato, de manera que aunque no la hayas apuntado, de vez en cuando te acuerdas de su existencia y te dices “tenía que cocinar aquéllo tan rico”, pero no es el momento y sigues a otras cosas. Sin embargo, la mente a veces es como una mosca cojonera y ahí sigue, dando la matraca con la recetita o la foto en cuestión, que casi la puedes oír decir “te la pienso estar recordando hasta que la cocines, que no te creas que voy a dejar que la olvides”. ¡Y luego no me acuerdo de lo que comí ayer!. Hasta que un día te das por vencida y recurriendo a tu memoria fotográfica, buceas en la red hasta que la encuentras, aunque no siempre tienes éxito y eres incapaz de dar con ella, como os contaba en la receta del tartiflette, lo cual es muy frustrante, dicho sea de paso, pero la mayoría de las veces ahí aparece, tal y como la recordabas.

Pues precisamente éso es lo que me paso con estos calamares. Los ví hace muchísimo tiempo en el blog Las Comidas de Carmen. Me pareció una receta rica y diferente a lo que yo cocino, pero como os contaba, ni la apunté, ni descargué, ni guardé en favoritos ni nada, bueno, la fotografía del plato quedó grabada en mi cabeza, la verdad y ahí ha estado, haciéndose presente de vez en cuando recordándome que tenía que hacerla hasta que por fin, le llegó su momento y ahora lamento no haberla guisado antes, pues nos ha gustado mucho, es un plato que pienso repetir y os invito a que lo hagáis, sobre todo si os gusta la canela, porque la da un sabor diferente y muy interesante. Eso sí, no le pongáis más de la indicada pues se adueñará de todos los sabores del plato hasta anularlos.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

375 gr. de anillas de calamar

50 gr. de cebolla

50 gr. de tomate

1 diente de ajo grande

1 ramita de perejil fresco (sólo las hojas)

100 ml. de vino blanco seco

25 gr. de almendras crudas repeladas

1/8 tsp de canela molida

50 ml. de agua

AOVE

sal

ELABORACIÓN:

Pelar la cebolla y cortarla en brunoise. Pelar, despepitar el tomate y picarlo en brunoise. Pelar el ajo, quitar el germen y laminar. Lavar el perejil y picar groseramente las hojas. Reservar todos los ingredientes por separado.

Enjuagar las anillas de calamar y retirar los posibles restos de impurezas. Dejar escurrir en un colador y reservar.

Poner un fondo de aceite de oliva virgen extra en una sartén pequeña. Calentar el aceite y freír el ajo laminado y las almendras enteras a fuego medio hasta que los primeros empiecen a dorarse. Sacar ajo y almendras y disponerlos en el vaso de la batidora de brazo.

En la misma sartén y añadiendo un poco más de aceite si fuera necesario, freír la cebolla y cuando empiece a tomar color, agregar el tomate y continuar cocinando hasta que las hortalizas estén hechas. Verter el contenido de la sartén en el vaso de la batidora, añadir las hojas de perejil y el vino blanco y triturar con la batidora de brazo hasta conseguir una salsa fina y homogénea. Reservar.

Poner un hilo de aceite de oliva virgen extra en una olla y saltear brevemente las anillas de calamar a fuego fuerte. Añadir la canela y rehogar unos segundos. Bajar el fuego e incorporar la salsa de almendras. Echar el agua en el vaso de la batidora, recoger los restos de salsa y verter en la olla. Cocer a fuego suave unos treinta minutos o hasta que el calamar esté tierno, añadiendo agua si fuera necesario.

Retirar del fuego, añadir sal al gusto y servir.

A comer.

10 comentarios:

  1. Buenas noches Isabel, precisamente en estas que nos cuentas llevo varios días, resulta que tengo ganas de hacer un plato que no recuerdo donde lo vi, probablemente en alguno de lis muchos blogs que sigo, pero por más que busco no lo encuentro, y sé que cuando ya haya hecho mi versión libre con lo que recuerdo así a bote pronto, veré cómo una vez publicado aparece el sitio de referencia. Y que no será porque yo tenga objeciones a la hora de mencionar a ninguno, pues para mí es un placer hacerlo siempre, al igual que te ha pasado a ti en esta ocasión, espero que me suceda a mí antes del fin de semana, que es cuando expira lo que tengo en el frigorífico, Jajajaja...
    Ni que decir que tu plato me encanta. Bueno en realidad me resulta sorprendente porque nunca he hecho la salsa de almendras con calamares, pero a la vista está que tu plato se mete por los ojos, y con ese extra de sabor, tampoco he añadido nunca tomate, y me gusta tu propuesta, con lo que me gusta la salsa de almendras, tu salsa, es una variante que me apetece probar. Ya te contaré.
    Besos y gracias por compartirlo. Que descanses y felices sueños.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si siguiéramos uno o dos blogs, eso no nos pasaba, pero como seas como yo que siempre ando buscando blogs nuevos y ni en diez vidas podré cocinar todo lo que me gusta y apunto, estás "arreglá". Si al menos al final, aunque sea después de hacer la receta, te acuerdas dónde la viste, menos mal, porque lo contrario es muy frustrante, por lo menos para mí.
      Esta receta me llamó la atención porque nunca había comido nada parecido y tampoco se me hubiera ocurrido cocinar así unos calamares y la verdad que están riquísimos. Una receta para repetir y sorprender.
      Espero que te guste. Un beso.

      Eliminar
  2. ¡Qué bien lo has descrito! A veces me pasa y me vuelvo loca buscando entre favoritos. Desde luego estos calamares son para recordar, la salsita debe ser un espectáculo. Bss preciosa!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, en ocasiones invertimos más tiempo en bucear en nuestros archivos buscando una receta que luego en cocinarla. Pero si después el resultado merece la pena, como estos calamares, se da por bien invertido el tiempo empleado en revisar recetas.
      Un beso guapa.

      Eliminar
  3. Cuando veo alguna receta que me gusta, la suelo apuntar inmediatamente o se queda en "la memoria de las recetas olvidadas", a veces preparo una versión muy libre de algo que recuerde y otras veces, la mayoría, se queda donde estaba. Si viera estos calamares, también los tendría latentes en la cabeza, son sencillos de hacer, pero con un sabor distinto a las salsas que acostumbro, solo con el toque de almendras y canela te pueden transportar a Marruecos y eso me atrae. Te han quedado tan rebañados y redonditos que serán un placer al primer bocado. La blogosfera está sembrada siempre.
    Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estos calamares me llamaron tanto la atención, que aunque no los apunté se me quedaron grabados en la memoria (y en la retina), de lo que me alegro enormemente porque no se parecen en nada a cualquier otros calamares que haya probado. No había asociado su sabor con Marruecos, pero es cierto que con esos ingredientes, bien podría ser una receta árabe. En cualquier caso, tienen un sabor sorprendente, distinto y muy bueno.
      Un beso.

      Eliminar
  4. Hola Isabel. Yo suelo guardar en el momento o me envío el enlace al correo y así lo puedo encontrar, pero la verdad es que no siempre es posible. Seguimos tantos blogs...
    Has acertado con la receta totalmente. Si lleva almendra y canela, me apunto a probarla. No me extraña que te haya encantado.
    Tengo calamar, almendras y canela. Me la guardo.
    En esta zona hay mucha tradición de preparar picadillos o salsas con almendras, también muchos dulces y es la herencia árabe que permanece al menos en las casas en las que mantenemos tradiciones.
    Un placer estar en tu cocina.
    Besos y cuidaos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también guardo los enlaces en el momento pero a veces no puedes o vas tan deprisa que se te olvida y ya la cabeza no da para recordar tantas y tantas recetas como leemos.
      En la cocina tradicional de esta zona también se usa mucha almendra, tanto en recetas dulces como saladas, por herencia culinaria y por la costumbre de plantar almendros, principalmente, para marcar las lindes de las tierras, pues aunque aquí las frecuentes heladas malograban la cosecha de almendras, son árboles que crecen en cualquier rincón. Ya no se marcan las tierras de esa forma, pero aún quedan muchos almendros que proveen nuestras cocinas de su rico fruto.
      Me alegro de que te haya gustado la receta. Prepárala, no te decepcionará.
      Cuídate. Un beso.

      Eliminar
  5. Hola Isabel, también me pasa, veo una receta que recuerdo perfectamente y después no recuerdo dónde la vi. Qué coraje me da!! Son amor a primera vista, como este plato de calamares en salsa que se salen de l apantalla, lujo total. Un beso!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí que da rabia, sobre todo si es una receta que te ha llamado mucho la atención y que casi casi estás por ponerte a cocinarla nada más leerla. Por suerte eso no ocurrió con esta receta, al contrario, se me quedó tan grabada como un primer amor, jajaja. Y desde luego, es para enamorarse de ella, mojar mucho pan y repetir plato.
      Un beso.

      Eliminar