Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
18 mejillones frescos grandes
20 gr. de cebolleta
1 diente de ajo pequeño
1/8 tsp de jengibre molido
15 gr. de harina de trigo de todo uso
75 ml de vino blanco verdejo Rueda (D.O.)
75 ml de agua de cocer los mejillones
1 tbsde mostaza de Dijon
1 tspde zumo de limón
agua
AOVE
sal
ELABORACIÓN:
Lavar bajo el grifo los mejillones para eliminar la suciedad de las cáscaras. Disponerlos en una cazuela con un dedo de agua y donde quepan ampliamente. Tapar y llevarla a fuego alto. Voltear los mejillones para ir sacando a un plato los de abajo a medida que se abran y cuezan. No cocerlos en exceso ya que se endurecen además de encoger. Cuando la temperatura permita manipularlos, separar los mejillones de las conchas y eliminar éstas. Quitar con cuidado el biso de cada mejillón cortándolo con unas tijeras. Eliminarlo y reservar los mejillones. Colar dos veces el agua de cocción (mejor con un colador de tela) .
Picar muy menuda la cebolleta. Pelar el ajo, quitar el germen si lo tuviera y picar del mismo tamaño que la cebolleta.
En una sartén pequeña con un fondo de aceite de oliva virgen extra, pochar a fuego medio y tapada, la cebolleta y el ajo, hasta que la primera se ponga transparente. En ese momento, incorporar el jengibre y rehogar someramente. A continuación, agregar la harina y rehogarla hasta que se ponga dorada. Incorporar a la sartén el vino verdejo y 75 ml. del agua de cocer los mejillones. Remover con unas varillas para eliminar grumos y cocer a fuego suave hasta que espese.
Disolver la mostaza en el zumo de limón y añadir a la sartén. Mezclar, pasarla al vaso de la batidora y triturar hasta que quede fina. Devolver la salsa a la sartén, incorporar los mejillones y cocer a fuego suave cinco minutos para que tomen sabor y se calienten. Si la salsa espesara demasiado, añadir un poco de agua de cocción de los mejillones para aligerarla. Comprobar la sazón y rectificar sal, si procede (yo no le pongo).
Apartar del fuego y servir.
Congelar el agua sobrante de la cocción de los mejillones para otras preparaciones.
A comer.
Buenos días Isabel, y feliz año nuevo antes que nada.
ResponderEliminarYo ni necesitaría excusas para darme un capricho de estas cositas ricas que tanto me gustan, solo existe un impedimento, que no es otro que el económico. Pero unos mejillones son lo suficientemente asequibles como para darse el gusto sin miramientos.
Tu cazuelita se ve riquísima, yo siendo amante de los mejillones me daría el placer en este mismo fin de semana, porque comer de lujo no tiene porqué ser costoso.
Besos.
Feliz año Concha. De vez en cuando hay que darse un caprichito y como dices tú, sin excusas, porque sí, porque nosotras lo valemos y no tiene que ser siempre necesariamente caro, sino de alguna manera, especial. Así que, manda a tu marido al mercado a comprar unos buenos mejillones y date el gustazo, que éste no es pecado y engorda poco, jajaja...
EliminarUn beso.
Siempre he defendido la idea de que para comer bien no necesariamente hay que dejarse la paga extra, aunque en Navidad es cierto que nos gusta comer mejor, entendiendo por mejor productos más caros e inusuales, también hay platos riquísimos y económicos. El mejillón no deja de ser marisco, se puede preparar de mil formas y es muy bueno, para ejemplo véase el tuyo. Esas cazuelitas llaman mucho la atención y se me ocurre que si ponemos ahí un pescado, tampoco le iría mal esa salsita.
ResponderEliminarHe comenzado por la receta y no te he felicitado el año, estos días y gracias a los dichosos móviles, es una locura de mensajes, por eso no he podido pasarme por los blogs. Te deseo que el año venga con salud, que es lo principal, y después normalidad, esa bendita normalidad que al igual que la lluvia tanta falta nos hace.
Un beso.
Feliz año Lola. Coincido contigo en que comer bien no supone obligatoriamente tener que dejarse un riñón en la cesta de la compra, pero es verdad que estos días el gasto aumenta algo, aunque sólo sea por la subida de precios, el mayor nivel de compra y el caprichito que "sin querer" echamos al carrito del super. Y tienes razón, con un pescado blanco firme también tiene que quedar muy bien esta receta, me gusta la idea.
EliminarUn beso.
Hola Isabel. No imagino mejor forma de empezar el año. Menuda pinta y con ese vino tan rico, todavía más ricos.
ResponderEliminarMe llevo mi ración.
Te deseo muchas horas de cocina, buena compañía en la mesa y salud, mucha salud.
Besos y Feliz Año Nuevo.
Feliz año, Marisa. El vino blanco verdejo me encanta y para mí, los mejores son de la denominación de origen Rueda, comparados con otros verdejos, no hay color.
EliminarComparto tus deseos para este año que empieza. Sigamos cuidándonos, abriendo nuestras cocinas a todo aquél que quiera visitarlas y disfrutando al compartir, porque sí, nuestro trabajo.
Un beso.