Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
*Para 21-23 unidades
21-23 obleas de masa de empanadilla, a temperatura ambiente
150 gr. de carne picada (mitad ternera y mitad cerdo)
50 gr. de beicon ahumado picado en daditos pequeños
1 tbs de salsa sriracha
20 gr. de cebolla frita
55 gr. de queso rallado fundente
leche desnatada
azúcar glas
ELABORACIÓN:
Disponer el beicon en una sartén sin aceite. Llevar al fuego y calentar a fuego medio hasta que haya soltado la grasa y empiece a dorarse. Sacarlo a un plato, dejando en la sartén la grasa que haya soltado.
Devolver la sartén al fogón, subir el fuego y cuando alcance temperatura, añadir la carne picada y saltear machacándola al mismo tiempo con una cuchara de madera para que se vaya soltando. En cuanto empiece a cambiar de color, añadir la salsa sriracha y continuar rehogando medio minuto. Retirar del fuego, volcar en el plato del beicon y dejar que se enfríe.
Cuando la carne esté completamente fría, añadir la cebolla frita y el queso rallado y remover para integrar y distribuir homogéneamente los ingredientes.
Precalentar el horno a 220º C con calor arriba y abajo.
Disponer las obleas de empanadilla en la encimera, sin quitar el papel con el que vienen. Colocar en el centro de cada oblea una cucharada de la farsa y humedecer con agua el borde de las obleas; ir cerrándolas una a una doblándolas sobre sí mismas con la ayuda del papel y con cuidado para que no se salga el relleno. Disponerlas en una bandeja de horno ya sin el papel de soporte. Cuando estén todas, pintarlas con leche desnatada con la ayuda de una brocha de silicona y espolvorear ligeramente por encima con azúcar glas.
Introducir la bandeja en el horno en la segunda posición empezando por abajo. Hornear 12 minutos y colocar la bandeja una posición más arriba. Hornear otros 4-5 minutos, según gusten de tostadas, sacar del horno y servir inmediatamente.
A comer.
A mi me has convencido, jjj. Además aquí en la cocina del pueblo, corre un airecito todo el día que ni te enteras del horno encendido. Me gusta el contraste dulce-picante que le has dado, muy originales y para sorprender. Me imagino que podemos preparar con antelación y hornear en el momento. No sabía que se podían pintar con leche, ¡tomo nota! Besitos preciosa!
ResponderEliminarHola Marian. Qué bien que tu cocina sea fresca, con lo que se agradece en este tiempo. A mí no me gusta prepararlas con antelación porque se humedece la masa y eso que éste es un relleno seco, pero sí puedes dejar hecha la farsa a falta de la cebolla frita para que no se ablande y rellenarlas en lo que se precalienta el horno. Siempre las pinto con leche porque como frío u horneo pocas de cada vez, sólo las que vamos a comer, me sobraría mucho huevo y luego no sé qué hacer con él. No quedan tan bonitas pero sí igual de ricas.
EliminarUn beso guapa.
Gracias por la aclaración! Me pasa lo mismo con el huevo, siempre me sobra, así que las pintaba con agua, pero a partir de ahora usaré leche. Bsis!
EliminarYo el horno también lo pongo en verano para asados y algún bizcocho, luego como dices te sales de la cocina y listo. Al puntito de azúcar glas en las empanadillas no le pongo ni una pega, pero lo del picor es otro cantar, me vale una chispita, más de eso no. Si me decido a hacerlas, porque obviando ese punto me gustan, veré como soluciono el problema, ya sabes que somos personas de recursos.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Lola. Yo también sigo encendiendo el horno, algo menos pero tampoco para. Creo que con la mitad de salsa sriracha estarían también muy ricas y sólo ligeramente picantes. Siempre puedes ir añadiendo y probando hasta que estén a tu gusto. Y si no, imaginación al poder, jejeje.
EliminarUn beso.
Hola Isabel. Yo enciendo el horno sin problema, pero si puedo usar el micro, ahorro tiempo y energía. Tus empanadillas son diferentes y me gusta ese toque dulce. Lo del picante lo llevo peor y no puedo tomarlo, así que me quedo probando una o dos empanadillas sin dudarlo.
ResponderEliminarBesos.
Hola Marisa. Hay mucha gente que en verano no enciende el horno, lo que, según en qué zonas, entiendo perfectamente. Yo lo sigo usando porque cocinando es cuando menos me quejo del calor, por mucho que haga, ¡cómo se nota que me gusta cocinar!. Qué pena que no puedas comer picante, en esta receta es el alma de las empanadillas, bueno y el azúcar, que las hice con y sin él y no se podían ni comparar.
EliminarUn beso.