sábado, 10 de julio de 2021

Ternera guisada con setas silvestres de cardo deshidratadas

Veo desde mi ventana las últimas azucenas blancas que sobreviven con su ya apagado esplendor en esta tórrida tarde de verano, seguro que mañana están marchitas, abrasadas por el sol y el aire. Este año han estado especialmente hermosas, al contrario que los gladiolos, que apenas han nacido y los pocos que hay son pequeños y débiles. Tampoco ha sido buen año para la floración del magnolio, con sus enormes y fragantes flores que en este clima son flor de un día: apenas han terminado de abrirse y sus pétalos ya están quemados por el sol. No sé si a mis pobres plantas las afectó este invierno la tremenda nevada de enero, pero da penita ver el “jardín” (por llamarlo de alguna manera). Me daré por contenta pues creímos que se nos habían muerto tres olivos y afortunadamente dos de ellos han revivido con energía, no así el tercero, que si ésto fuera un hospital estaría en la UVI; como no consiga fortalecerse este verano, lo va a tener difícil para sobrevivir al próximo invierno. Ese problema ya no lo tienen una higuera, un ciruelo y dos cerezos, que los fríos debieron pillarlos más débiles, no brotaron en primavera y los pobres ya están convertidos en astillas para la barbacoa. Me da mucha pena que se mueran las plantas pero que se mueran los árboles lo llevo fatal. Y cuanto más grandes son, peor. No sé, pero de alguna manera me conectan con la tierra, no con la tierra entendida como la de los tiestos, sino con el concepto de “madre tierra”. Llamadme rarita, si queréis, pues aunque yo nunca abrazaría un árbol, entiendo a la gente que lo hace.

Y de la tierra silvestre las setas de cardo con las que he cocinado esta carne. Hubo muchas setas las temporada pasada, tantas que a mi suegro, gran devorador de setas, ya le salían por los ojos y me dio muchas, las suficientes como para hartarnos de comerlas, congelar parte y deshidratar unas pocas. La deshidratación les cambia mucho el sabor, la verdad, pero no las iba a tirar y además, quería ver cómo resultaban. Bueno, no está mal el resultado, tanto que si vuelve a haber excedente de setas, volveré a deshidratarlas. Además, las setas deshidratadas son un producto muy caro y creo que sí merece la pena deshidratarlas en casa. Qué lástima que por aquí haya tan poquita variedad de setas, pero habrá que adaptarse a lo que hay.

Podéis utilizar cualquier seta de sabor suave deshidratada o fresca, la carne quedará igual de rica.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

700 gr. de carne de ternera para guisar

125 gr. de cebolleta (incluyendo un trozo de la parte verde)

2 dientes de ajo grandes, con piel

25 gr. de setas silvestres de cardo, deshidratadas

1 tsp de Bovril u otro concentrado de carne

100 ml. de nata, 35% de materia grasa, a temperatura ambiente

400 ml. de agua, aproximadamente

1 hoja grande de laurel

10 granos de pimienta negra

pimienta rosa

sal

AOVE

ELABORACIÓN:

Remojar las setas 30 minutos en agua templada, la justa para que queden cubiertas, unos 250-275 ml de los 400 ml. Disponerlas en un colador para que escurran, reservando ese agua y la del remojo.

Pelar la cebolleta, eliminar las raíces y picarla groseramente, incluyendo un trozo del tallo verde. Limpiar los dientes de ajo de posibles restos de raíces y/o arenillas, conservando la piel. Reservar ambos ingredientes.

Limpiar la carne de grasas e impurezas y cortar en tacos grandes. Dorarla a fuego fuerte en una cazuela con un fondo de aceite de oliva virgen extra y retirarla a un plato. Hacerlo en dos o tres veces para evitar que el aceite pierda temperatura.

Poner más aceite en la cazuela, si fuera necesario y sofreír a fuego medio la cebolleta y los ajos. Cuando la primera empiece a ablandarse, reincorporar la carne a la cazuela, junto con el jugo que haya soltado, en su caso, la hoja de laurel lavada y los granos de pimienta negra, el Bovril disuelto en un poco de agua caliente de los 400 ml., el agua de remojar las setas y la que hayan escurrido, un poco de sal y si hiciera falta, el agua necesaria para que la carne quede cubierta, reservando la sobrante por si fuera necesario añadirla.

Tapar la cazuela y cocer a fuego lento dos horas. Incorporar las setas y continuar la cocción otros veinte minutos o hasta que la carne esté tierna, añadiendo agua de la reservada si hiciera falta.

Apartar la cazuela del fuego y sacar unos 100 ml. de salsa. Dejar que ésta se temple y añadirla a la nata. Remover la mezcla para igualar temperaturas y densidades y verter en la cazuela.

Devolver la cazuela al fuego y cocinar destapada a fuego muy bajo, sin que llegue a hervir, unos cinco minutos. Apagar el fuego, rectificar de sal, tapar y dejar reposar 10 minutos.

Emplatar la carne y servir espolvoreada con unos granos de pimienta rosa machacados.

A comer.

8 comentarios:

  1. ¡Oh, Isabel! Cuanto siento lo de tus árboles, la verdad es que con el trabajo que cuesta y el tiempo de tenerlos frondosos y productivos, se pasa fatal cuando hay que arrancarlos, nosotros este año, afortunadamente no hemos tenido ninguna pérdida de arboles y las plantas parecen que han estado bendecidas, a mi madre le fascinaba sentarse en el patio y mirar el jardín con sus flores preciosas, y desde que se nos fue, parece que con su luz las ha iluminado, no te imaginas la cantidad de rosas, clivias, azucenas, gladiolos, dalias, etc. que tenemos, cada dos o tres días corto un par de bouquets para ponerle uno a mi madre, y otro a sus Santos, ella les ponía sus velitas y flores frescas, siempre me estaba dando el remoquete para que no les faltaran flores frescas, y ahora sigo haciéndolo, creo que a ella le gustaría ver que seguimos manteniendo sus costumbres, ahora entiendo la famosa frase de “¡Uy! Cómo me parezco a mi madre” Jajajaja….
    Me encanta tu estofado, de hecho alguno similar tengo publicado, me has abierto el apetito, y ganas de hacerlo, ahora tengo un poco aparcado este tipo de platos por el calor, pero en realidad es una tontería, porque se puede comer un guiso así todo el año, mi madre decía que lo que quita el frío, quita la calor, y tu plato es perfecto incluso con 45º que hemos tenido hoy.
    Besos, feliz domingo guapísima.

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    1. Hola Concha. Aquí el clima es muy seco y los inviernos muy duros, los árboles tardan mucho en desarrollarse y los frutales de floración temprana (salvo los almendros) viven pocos años, con lo que estamos relativamente acostumbrados a las bajas, pero es que este año ha habido más de las habituales y aparte del olivo que el pobre no sabe muy bien si morirse o vivir, hay algún frutal más dañado, que ya veremos si brota la próxima primavera, de ahí mi pena, mayor de la habitual, que todos los años sufro con mis pobres arbolitos. Planta de flor no tengo este año nada, ando como la humanidad, un poco desinflada y no he tenido ganas de plantar nada, pero los gladiolos, que crecen salvajes a su bola y me llenan la casa de flores durante un mes, este año ni eso, con lo que me gusta tener un ramito en la cocina. El año que viene habrá que replantar árboles y flores, pues reconozco que me dan la alegría de la que ahora ando pelín escasa.
      Sigo haciendo platos de este tipo todo el verano hasta que cojo vacaciones y es que teniendo que dejar hecha la comida con anterioridad son muy prácticos. Después, cuando ya estoy en casa, el menú cambia con platos más rápidos, frescos y sin complicaciones.
      Me encanta el dicho de tu madre. Feliz domingo. Un beso.

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  2. Lo que me gustaría a mi tener un patio así, cuando voy a casa de mi madre disfruto con el suyo que también tiene plantas y árboles, pero aquí, que vivo en un piso, nanay.
    También disfrutaría con ese plato de ternera, en casa es como mejor se comen esta carne, aunque las setas las compro, hace unos años todavía se podía recoger alguna, pero ahora no creo ni que haya, el cambio climático se nota a base de bien. Ese guiso con champiñones también está divino.
    Un beso

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    1. Hola Lola. Yo antes vivía en un piso y claro, eso es muy limitado para el tema plantas. Ahora, después de vivir en una casa con terrero en un pueblo, no sé si me acostumbraría a volver a vivir como antes, así que entiendo muy bien a la gente que, debido a la situación actual, ha buscado viviendas con grandes terrazas y balcones o con terrero, pues la sensación de encierro es casi inexistente y tantas plantas ayudan a sentirse un poco en la naturaleza.
      Setas aquí cada vez hay menos, pero afortunadamente a veces llueve lo que tiene que llover y cuando lo tiene que hacer y la tierra nos regala sus frutos en abundancia. Seguro que a esta carne le irían bien unos champiñones portobello, creo que son una buena opción.
      Feliz domingo. Un beso.

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  3. Que delicia de guiso, en casa nos gusta mucho la ternera y con esas setas tiene que estar muy sabroso!
    Besos

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    1. Hola Diana. Las setas siempre le dan un sabor muy rico a la carne y si son silvestres, como éstas, mucho más.
      Un beso.

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  4. Has hecho un guiso de los que a mi me gustan y con setas aún más. Buena idea la de deshidratarlas, ya me contarás cómo lo haces, para cuando haya abundancia, aunque nunca las he probado, como bien dices son bastantes caras. ¡Qué suerte de terreno! Yo aquí en el pueblo tengo terraza y este año he plantado tomate cherry y ya estoy tan contenta viendo cómo crecen, jjj. Un abrazo preciosa, a seguir disfrutando!

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    1. Hola Marian. Tengo una deshidratadora de alimentos y la utilizo principalmente para deshidratar setas (cuando las hay) y manzanas, que me encantan en las ensaladas. Las setas no quedan con la misma textura que las deshidratadas comerciales, pero eso no influye a la hora de rehidratarlas.
      Veo que tienes una terraza grande, si has puesto cherrys. También las terrazas hacen muy buen apaño para una mini huerta, que da muchas alegrías, ya lo verás cuando empieces a recolectar tus tomatitos.
      Un beso guapa.

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