viernes, 30 de julio de 2021

Mermelada de cebolla y vino verdejo de Rueda (D.O.)

A estas alturas del verano, la blogosfera se ha quedado casi vacía. Son muchos los blogs que han colgado el cartel de “cerrado por vacaciones” y a mí me parece que este año son más que otros años los que han cerrado y además por más tiempo, tanto que yo, que no tenía intención de cerrar el chiringuito, me lo estoy pensando. Por una parte, tengo la impresión de que no hay nadie al otro lado de la pantalla y esa soledad no me anima nada a la hora de preparar alguna receta para el blog. Por otra, volver a coger el ritmo después del descanso sé que me va a costar y eso hace que no termine de decidirme.

De momento en lo que deshojo la margarita, os dejo una mermelada de cebolla, perfecta para acompañar carnes de cerdo o caza, a las que siempre les va muy bien un toque dulce. Con un ligero sabor a cebolla, no lleva especias como un chutney, lo que la convierte en una base plana perfecta para aderezarla después según pida el plato. Si os animáis con ella, aprovechad a hacerla ahora, con cebollas de verano, que tienen las hojas más gruesas y llenas de agua y son tremendamente más tiernas que las de invierno. Seguro que os habéis dado cuenta de eso al cocinar o al hacer cebolla confitada.

Os iba a decir que no la pusierais en la tostada del desayuno pero, ¿quién sabe?, seguro que un poco untada sobre una buena rebanada de pan y cubierta con un buen salami está de vicio.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

1 kgr. de cebollas (peso en limpio)

250 gr. de azúcar blanquilla

100 ml. de vino blanco verdejo de Rueda (D.O.)

ELABORACIÓN:

Cortar las cebollas previamente peladas y sin raíces, en plumas finas. Disponerlas en una olla amplia y añadir el vino verdejo de Rueda (D.O.). Revolver, tapar y llevar al fuego.

Cocinar a fuego medio-bajo para que sude durante 15-20 minutos, hasta que en la olla se vea como un centímetro de líquido; el tiempo dependerá de la clase de cebolla y de lo tierna y fresca que sea. Subir el fuego y llevar a ebullición, siempre con la tapadera puesta e incorporar el azúcar cuando empiece a hervir. Remover, volver a tapar y cocer 10 minutos a fuego medio. Destapar y continuar cociendo 30-40 minutos, dependiendo de la cantidad de líquido que haya soltado la cebolla, tiene que consumirse casi por completo.

Apartar la olla del fuego, esperar a que se temple y triturar con la batidora de brazo hasta conseguir un puré fino y denso que continuará espesando cuando enfríe del todo.

Llenar con la mermelada unos frascos pequeños limpios, de 125 ml. de capacidad, aproximadamente, dejando un espacio libre de un centímetro hasta el borde. Introducir en una olla, cubrir de agua, tapar y cocer a fuego fuerte 8 minutos desde que empiece a hervir con fuerza. Apartar del fuego, destapar y dejar templar el agua. Sacar los tarros entonces y dejar enfriar completamente. Etiquetar y almacenar en un lugar fresco y oscuro. Una vez abierto un frasco, conservar en el frigorífico.

A comer.

4 comentarios:

  1. Que maravilla de mermelada has preparado, no la conozco, ni he visto en ninguna parte; yo he cocinado cebolla confitada sin azúcar, a fuego mínimo una hora y queda muy dulce, pero no serviría para mermelada y con el vino verdejo debe ser otra receta muy distinta. Tiene un color y una textura que invitan a probarla y a las carnes le debe ir muy bien, aunque yo se la pondría al pescado también, para que no se enfade.
    Aprovecho para despedirme de ti hasta septiembre. Ya se que es una pena que con la actividad que tenemos en la blogosfera la veamos tan vacía ahora, pero solo es un mes, algunas tenemos que desconectar porque nos la tomamos demasiado en serio y esto no deja de ser una afición. De todas formas echaré un vistazo de vez en cuando por los blogs que no cerráis.
    Un beso.

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    1. Buenos días Lola. También yo he preparado cebolla confitada, pero el resultado no es el mismo. El caso es que las dos preparaciones saben a cebolla dulce, pero con distintos matices. El vino lo puse para que ayudara a la cebolla a soltar líquido, porque aunque las cebollas tienen mucho agua, no la sueltan de la misma forma que la fruta. En la red hay recetas de mermelada de cebolla y aunque evidentemente no las he leído todas, tampoco he visto ninguna que se parezca a ésta. No sé como quedará con pescado, no se me había ocurrido, aunque seguro que con atún combina muy bien y tal vez salmón u otro pescado azul de sabor pronunciado. Con pescado blanco no la veo, sinceramente.
      Os voy a extrañar un montón y se me va a hacer raro no ver tu comentario siempre tan madrugador, pero entiendo perfectamente la necesidad de desconectar. Hasta este año yo no la había sentido, pero como bien dices nos tomamos esta afición demasiado en serio y tal vez hay que tomar un poco de distancia. De momento no cierro, tal vez a últimos de agosto unos días, si es que al final salimos de vacaciones, que está por ver.
      Feliz agosto. Un beso.

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  2. Hola Isabel. Antes de irme a la cama, vengo a disfrutar de esta mermelada. Tengo en pendientes hacer una de cebolla, pero compro y las gasto sin haberme puesto a ello.
    Añadir el vino por las razones que indicas es conseguir una mermelada diferente y que seguro sabe todavía mejor.
    Yo no cierro, pero me lo tomo en plan tranquilo.
    Pongo pan tostado o un queso rico y a disfrutar.
    Besos.

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    1. Hola Marisa. Esta mermelada queda muy rica, así que, la próxima vez que compres cebollas, aparta unas pocas para hacerla antes de gastarlas todas, jajaja... Eso también me pasa a mí algunas veces, no creas, que no sería la primera vez que he comprado algo para hacer una receta en concreto y lo he usado para otra cosa.
      El vino le da un toque diferente, muy sutil, pero le notas que tiene "algo".
      De momento tampoco cierro, pero la verdad que este verano no quedamos casi nadie por aquí.
      Un beso.

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