viernes, 1 de noviembre de 2019

Pimientos del piquillo (y tomates) rellenos de salmón fresco y langostinos


Hace justo un año, tal día como hoy, comenzaba mi andadura por estos lares. Crear un blog de cocina era una idea que me venía rondando desde hacía mucho tiempo, de hecho, desde muchos meses atrás ya empecé a probar y guardar recetas con la anotación para DUCOZA (De DUlzangas, COmiditas y otras ZArandajas), porque el blog tuvo nombre muchísimo tiempo antes de existir. El caso es que un día por otro, iban pasando los meses y DUCOZA no pasaba de ser una idea, en parte porque me daba pereza ponerme a investigar cómo se creaba un blog y en parte porque, siendo una cocinera de andar por casa, sin nada de técnica y con conocimientos cocineriles “a nivel de usuario”, pensaba qué tenía que aportar a este mundillo, porque seamos sinceros, esto, a nivel personal, sirve para tener a mano y ordenadas las recetas y como aprendizaje, pero también pretendemos (al menos la mayoría) mostrar nuestras propias recetas o nuestras versiones de las de otros y que gusten y alguien se anime a reproducirlas.

Un año después, con temporadas de “sequía” (“¿y yo que cocino para el blog?”) y otras de “abundancia” (“tengo que descargar las fotos de la cámara que se me ha llenado la tarjeta”), aquí sigo, dispuesta a seguir dando guerra, aunque sólo sea a esas poquitas personas que me leen, tanto las que pasan en silencio como las que comentan y a quienes agradezco que se asomen por mi cocina .

Quiero desde aquí mandar un beso a Elisa de Que no te falte un perejil, a Lola de Con sabor a huerto y a Mariam de Recetecum, por comentarme cariñosamente casi todas las entradas y en especial a Marisa, de Thermofan, por el cariño con el que siempre me trata, por sus consejos y porque de su mano me introduje en este mundillo a través de su proyecto 1+/-100, desperdicio 0



y por el que se me empezó a conocer y al que este mes iba a traer unos flanes que aunque ricos en sabor han resultado un desastre en presencia, así que le ha tocado el turno a estos pimientos de piquillo rellenos de carne de salmón rescatada de media espina y de la cabeza de uno entero que compré hace unos días y que era una pena tirar, porque además se conoce que la pescadera tenía mal día y dejó muchísima carne tanto en la cabeza como en la espina, con el consiguiente “destrozo” de los lomos de pescado que le pedí me preparara. Menos mal que siempre le pido que me lo guarde todo para luego prepararme unas sopitas de pescado y pan duro que me encantan y sobre todo ya de cara al tiempo que viene.
 
Pero esta vez salió tanto pescado que decidí emplearlo para rellenar unos pimientos, 21 concretamente y aún me sobró para rellenar otros dos o tres, pero no quise abrir otra lata y lo empleé para rellenar unos tomates. Los langostinos se los añadí no ya por el sabor, porque al ser cocidos no aportan mucho, sino porque le dan una textura crujiente al relleno muy recomendable y también porque ya llevaban mucho tiempo en el congelador y había que buscarles destino.

La leche en polvo también la usé por la necesidad de dar salida a un paquete que tengo abierto desde hace tiempo y que va a terminar por apolillarse, aunque para evitarlo, últimamente la estoy incorporando en varias elaboraciones. En caso de no tenerla, basta con sustituir parte del caldo por leche y asunto arreglado.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
 
 
 
INGREDIENTES:
 
 
* Para el caldo:
 
la cabeza y las espinas de un salmón fresco
 
2 cascos de cebolla
 
1 diente de ajo mediano
 
1 rama de perejil
 
1 hoja de laurel
 
verduras al gusto (optativo)
 
agua
 
 
* Para los pimientos:
 
la carne de la cabeza y de las espinas del salmón o 308 gr. de salmón cocido o asado
 
400 ml. del caldo de cocción del salmón o de caldo de pescado
 
8 langostinos medianos cocidos
 
50 ml. de aceite
 
55 gr. de harina
 
1/4 tsp. de eneldo seco
 
sal
 
20-22 pimientos de piquillo en conserva (según tamaño)
 
 
* Para la salsa:
 
15 ml. de aceite
 
1 diente de ajo pequeño
 
60 gr. de cebolla tierna o cebolleta (peso en limpio)
 
20 gr. de zanahoria (peso en limpio)
 
150 gr. de pimiento rojo asado o de pimiento de piquillo
 
200 ml. del caldo de cocción del salmón o de caldo de pescado
 
3 tbs. de leche desnatada en polvo
 

ELABORACIÓN:
 
* Del caldo:
 
Lavar las espinas y la cabeza del salmón eliminando los restos de intestinos y grasas que pudieran tener y disponerlas en una cazuela. Agregar la cebolla partida, el perejil y laurel lavados y el diente de ajo partido sin piel ni germen, así como las verduras elegidas al gusto (yo no le pongo), cubrir con agua fría y llevar a ebullición. Cocer 10 minutos, desespumando si fuera necesario, retirar del fuego, tapar y dejar que se temple.
 
Una vez que la temperatura permita la manipulación, desechar las verduras de cocción, limpiar la cabeza y las espinas del salmón recuperando toda la carne posible y con mucho cuidado de que no quede ninguna espina, desechar espinas, huesos y pieles y colar el caldo. Reservar el caldo y la carne del pescado por separado.
 
* De los pimientos:
 
Sacar los pimientos de su envase y retirar los posibles restos de piel y pepitas. Colocarlos boca abajo en un escurridor y reservar. Desechar el líquido de conservación.
 
Pelar los langostinos, reservando las cabezas y desechando las pieles. Picar en trozos menudos los cuerpos de los langostinos y reservar.
 
Disponer el aceite en una sartén honda y amplia y calentar. Cuando alcance temperatura, introducir las cabezas de los langostinos y sofreír dos o tres minutos. Sacar las cabezas aplastándolas al mismo tiempo para que suelten el aceite y los jugos de su interior y desecharlas. Añadir la harina y rehogar removiendo hasta que adquiera un tono dorado. Incorporar el caldo (frío o templado) poco a poco y sin dejar de remover y llevar a ebullición a fuego bajo. Cocer un par de minutos, agregar el eneldo seco, el salmón desmenuzado y los langostinos picados. Remover para homogeneizar la mezcla, lo justo si nos gusta con el pescado más entero o alegremente si lo queremos muy desmenuzado. Rectificar de sal, retirar del fuego, tapar a piel con papel film y dejar templar.
 
Introducir la farsa en una manga pastelera y rellenar los pimientos, disponiéndolos en un par de cazuelas de paredes bajas y en una sola capa. Reservar tapados.
 
* De la salsa:
 
Pelar el ajo y laminar, eliminando el germen si lo tuviera. Reservar.
 
Pelar la cebolleta y cortarla en brunoise. Reservar.
 
Lavar, raspar y rallar la zanahoria. Reservar.
 
Disolver la leche en polvo en el caldo del salmón. Reservar.
 
Picar groseramente el pimiento rojo asado y reservar, junto con su jugo, si lo tuviera.
 
Poner a calentar a fuego bajo el aceite en una sartén honda y añadir el ajo. Cocinar suavemente y en cuanto empiece a coger color, sacarlo del aceite y desecharlo. Añadir la cebolleta y la zanahoria y rehogar despacio y tapado hasta que la cebolleta se vuelva transparente. Incorporar entonces el caldo del pescado con la leche disuelta y el pimiento asado con su jugo. Cocer tapado cinco minutos, retirar del fuego, disponer el contenido de la sartén en el vaso de la batidora de brazo y triturar hasta conseguir una salsa fina.
 
Añadir la salsa a las cazuelas de los pimientos y calentar a fuego suave para que éstos cojan temperatura y sin remover, para evitar que se salga el relleno. Si fuera necesario, mecer muy suavemente las cazuelas.
 
Servir calientes.
 
A comer.
 
Y con el relleno sobrante...
 
 
Lavar unos tomatitos de no más de 100 gr. cada uno (el número de tomates dependerá de la cantidad de relleno que haya sobrado). Cortar una tapita de la parte del pedúnculo, es decir, del lugar en que el tomate va unido a la mata y vaciar el interior con la ayuda de una cucharilla, reservando la pulpa.
 
Colocar dos hojas de papel de cocina en un plato y disponer en él los tomates con la parte abierta hacia abajo. Tapar el plato con una tapadera apta para microondas e introducirlo en éste. Asar los tomates a 800 W de potencia a intervalos de un minuto; según tamaño y maduración, serán necesarios sólo un minuto o dos, sólo se pretende que el tomate quede a medio hacer. Esperar a que se templen, salpimentar su interior con sal y pimienta negra al gusto y rellenar con la farsa de salmón y langostinos (que habrá de estar a temperatura ambiente) y con la ayuda de la manga pastelera. Colocar nuevamente en el plato y asar en el microondas durante un minuto a 800 W de potencia. Eso será suficiente para calentar el relleno y asar un poco más el tomate, no del todo, porque si no, no mantendrá la forma. Colocar los tomatitos en el plato de presentación y distribuir por encima queso de cabra curado y picado a cuchillo.
Servir templados.
 
A comer.
 
 
Y la pulpa del tomate...
 
¡No la tires! Utilízala para un sofrito o como yo hice, para unas tostadas de pan con tomate (de esas ya no hice foto). Aquí no se tira nada.
 
A comer.

 
 
 
 
 
 
 
 

10 comentarios:

  1. Gracias por la mención en primer lugar, es un placer siempre visitar tu blog, con tus amenas entradas y ricas recetas. Las que nos traes hoy me encantan las dos, si bien las hago de otra forma, ya sabes, personalizamos las comidas según las preferencias del personal, aunque en el caso de los piquillos solo cambio el salmón por rape o merluza, por eso sé de buena tinta que están riquísimos. Los tomates como más me gustan son crudos, rellenos también, pero sin pasar por el horno, no obstante en este caso los probaría, tienen una pinta...
    Lo dicho, un gustazo pasar por tu cocina.
    Un beso.

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    1. No hay nada que agradecer porque lo digo como lo siento ya que me ilusionan mucho vuestros comentarios y los agradezco un montón.
      Versiones de pimientos de piquillo hay tantas como cociner@s, porque son muy versátiles y socorridos, ya que admiten rellenos de cualquier cosa, tanto fríos como calientes, con y sin salsa, rebozados o "desnudos"... Con una lata de pimientos y poco más, se puede preparar un plato de lujo, muchas veces muy económico, como éstos que hice con los restos de pescado.
      Los tomates los rellené porque ya tenía pimientos para un regimiento y también probé con ellos en crudo y cocinados en el microondas rellenados desde el principio en vez de en dos veces y la verdad que la versión que más me gustó es la que he puesto porque la combinación tomate crudo+farsa no me gustó mucho y el cocinado en una sola vez tampoco, porque el tomate se asaba demasiado.
      Gracias Lola, por éste y por todos tus comentarios.
      Un beso.

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  2. Querida Isabel. Me has dado una sorpresa preciosa que me emociona y mucho. Felicidades por ese primer año y también por la elección del nombre del blog. Me gusta mucho más el que al final decidiste. Un año pasa volando, ya ves que esto se convierte en una pequeña droga que sirve para aprender un poquito de todo y también para hacer amigas, en este caso. Por suerte, todas las que nombras, lo son mías también y tampoco las conozco en persona. Marián de Recetecum, está cerquita, pero no nos hemos visto en persona.
    De Elisa, qué te voy a decir, que compartimos amistad en la lejanía y vía telefónica desde hace muchos años y de Lola, que la conozco virtualmente desde hace poco, pero que se ha convertido en alguien muy especial también.
    Es un placer venir en su compañía a visitarte y a disfrutar de tus recetas y esta vez a celebrar tu cumpleblog.
    Me alegra que el 1+/- 100 sea ya parte de tu blog y que haya servido para que te introdujeras en este mundillo, como bien dices.
    Ahora soy yo la que tras leer cómo describes tu reciclaje, tengo claro que estás ya totalmente imbuida por la esencia del proyecto y eso para mí, es una alegría grande.
    En la actualidad, no es sencillo, llevar adelante proyectos, era mucho más fácil al principio de mi blog porque las RRSS y en especial IG, no estaban tan potentes y también porque el mundo delos blogs, ha cambiado mucho.
    Por lo tanto, gracias de corazón por formar parte de mi vida y por tus cariñosas palabras.
    La receta de los pimientos y tomates rellenos es deliciosa, apta para una buena reunión de amigos o familiar.
    Con todo lo que llevan, deben estar deliciosos.
    Me llevo un par o una docena, que has hecho muchos.
    Un besazo grande y a seguir disfrutando de la cocina de reciclaje juntas.

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    1. Hola Marisa. Me alegro de que mis palabras te hayan emocionado, pues las dije de corazón. Descubrí tu blog cuando ya llevabas varios años de andadura y estuve semanas leyendo tus entradas (y apuntando un montón de recetas) y siento que no me equivoqué al elegirte a ti para darme a conocer un poquito a través de 1+/-100, Desperdicio Cero, eso en cuanto el terreno "profesional", por decirlo de alguna forma, en el plano personal tampoco me equivoqué al pensar que nos haríamos amigas, como así ha sido, aunque no nos conozcamos en persona.
      Los blogs de Lola, Elisa y Marian los conocí a través del tuyo y tengo pendiente bucear a fondo en ellos, porque cuando descubro un blog que me atrae, me gusta leerlo desde la primera entrada, pero eso lleva tiempo y ahora ando un poco pillada, aunque todo se andará.
      Un primer año que ha pasado demasiado deprisa; sin embargo espero que sea el primero de muchos, para seguir aprendiendo, disfrutando de vuestra compañía, de vuestros comentarios y cómo no, de vuestras recetas, de las que siempre se aprende algo.
      Gracias, Marisa, por todo.
      Un beso.

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  3. Nuestra Marisa estará bien contenta pues esta receta es todo un placer verla y probarla, nadie diría que es de aprovechamiento y apetece haceral expresamente. Un beso

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    1. Hola Elisa. Me alegro de que te haya gustado la receta, que tiene la ventaja de ser muy fácil de reproducir porque no es necesario hacerla expresamente con sobras, ya que se puede elaborar con salmón comprado al efecto.
      Gracias por tu comentario.
      Un beso.

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  4. Me ha gustado mucho tu receta y las dos terminaciones.
    Felicidades por el primer año bloguero.

    https://micocinayotrascosas.com

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    1. Hola Chary. Bien venida a mi cocina. Me alegra que te haya gustado la receta y muchas gracias por la felicitación.
      Un beso.

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  5. ¡Feliz aniversario Isabel! Otro beso para ti y encantada de que compartas tantas recetas ricas como estos deliciosos pimientos. Viendo el provecho que le sacas a las espina del salmón ¡nunca más la volveré a tirar! y con las gambitas me parece ideal para estas navidades ¡qué ricos! Bss linda y a seguir cocinando!

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    1. Hola Mariam. ¿Pero cómo tiras la espina del salmón con la cantidad de recetas de aprovechamiento que tú haces? Nada, a ponerle remedio, que seguro que se te ocurre una receta bien rica y si no estás inspirada, pues puedes hacer estos pimientos.
      Gracias por la felicitación y por todos tus cariñosos comentarios.
      Un beso.

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