sábado, 15 de agosto de 2020

Radiatori con calabacín, champiñones y queso azul


Hoy, quince de agosto, debería estar de fiesta casi toda España, con toros, verbenas, juegos infantiles, concursos de tortilla de patatas y demás eventos, que en localidades pequeñas como en la que yo vivo se convierte en un fiesta casi “comunal”, en la que de una u otra forma participa casi todo el pueblo, hasta los topes de gente con los agosteros, que es como llaman, al menos aquí, a los hijos del pueblo que viven fuera y que vuelven en agosto, como el turrón por navidad. Pero en este quince de agosto, tan extraño y triste, (a pesar de que hay más gente que nunca por todos los sitios), no ha habido celebraciones. Sí ha habido cuadrillas que se han juntado para comer o cenar, algunas con menos miembros que otros años, pero hablas con la gente y en general la mayoría se ha quedado en su casa. Sin ir más lejos, todos los años tal día como hoy, comemos toda la familia en casa de mi suegra, cosa que yo agradezco un montón pues normalmente he estado en la verbena hasta las cuatro o las cinco de la madrugada y la verdad, que levantarse tarde y llegar a mesa puesta, pues qué queréis que os diga, que es un gusto. Pero anoche yo estaba en la camita a las doce, he madrugado como cualquier día y he estado haciendo las tareas domésticas como es habitual. Y resulta un poco raro, porque sabes que no debería haber sido así, que deberías llevar un par de días de fiestorro, disfrutando y lamentándote a la vez de que los años no pasan en balde, pero pensando ya esta noche al acabarse la fiesta, en la del año que viene. En cambio hoy, lo que piensas, es que las cosas no mejoran demasiado, que cuando se acaben las vacaciones no podremos seguir mirando hacia otro lado y que en septiembre, que está a la vuelta de la esquina, habrá que tomar algunas decisiones, unas nosotros y otras las autoridades, que no creo que sean fáciles.

Para fácil la receta de hoy y es que la pasta siempre está rica, da igual con qué la adereces. No entiendo cómo hay personas a las que no les gusta, bueno, un poco sí, porque yo he visto preparar unos macarrones tan mal cocinados que te hacían odiar a los italianos por haber universalizado la pasta. Y es que hay gente que no cocina, perpetra la comida.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.



INGREDIENTES:


130 gr. de radiatori

100 gr. de cebolla tierna

125 gr. de calabacín, preferiblemente verde claro

95 gr. de champiñón laminado en conserva (peso escurrido)

70 gr. de queso azul

70 gr. de nata con un 18% de materia grasa

sal

aceite



ELABORACIÓN:


Cocer la pasta en abundante agua con sal el tiempo que indique el fabricante o al gusto.

Mientras se cuece la pasta, mezclar en un bol el queso azul y la nata. Reservar.

Pelar la cebolla y lavar el calabacín. Picar la primera muy menudita y el segundo, sin pelar, en dados de un centímetro de lado.

Poner a calentar un fondo de aceite en una sartén honda y amplia y rehogar el calabacín y la cebolla con un poco de sal hasta que ambas hortalizas estén blanditas. Añadir los champiñones escurridos de su agua de vegetación y continuar cocinando otros cinco minutos. Agregar la mezcla de queso y nata y calentar a fuego medio hasta que se integre con el resto de ingredientes.

Una vez cocida la pasta, volcarla en un escurridor, eliminar todo el agua y ponerla en la fuente de presentación. Añadir por encima la salsa bien caliente y servir.

A comer.




8 comentarios:

  1. Querida amiga, nada es fácil y seguiremos luchando contra esta situación. ahora nos toca disfrutar de tu plato que me parece una maravilla, mil besos!!

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    1. Hola Elisa. Desde luego que no es fácil, pero tampoco es insuperable, sólo nos va a costar más de lo que tal vez pensábamos, pero con cabeza y buena disposición, todo se consigue.
      Un beso.

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  2. Está siendo un verano atípico, pero que nada nos impida seguir disfrutando de platos como este. Deliciosa combinación. Un abrazo guapa!!

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    1. Un tanto extraño sí es, pero es lo que nos toca y hay que tirar "pa'lante" y desde luego que con estos radiatori se hace mejor el camino, jjj.
      Un beso, guapa.

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  3. Isabel es cierto, pero mantener la esperanza en que esto acabe cuanto antes mejor, es una buena manera de soportar el problema, aunque es una crisi mundial, que nos afecta a todos de una u otra manera, a algunos les afecta más que a otros, eso sí, lo único que está en nuestra mano es cuidar la salud, respetando las normas, que si te paras a pensar tampoco son tantas, y si realmente fuéramos consecuentes con nuestros actos, esto acabaría con la mínima secuela, si es que a estas alturas eso es posible.
    La Pasta me encanta, en casa no tenemos problemas en comerla a diario si hace falta, por eso platos como el tuyo me vienen de fábula para no repetir siempre las mismas recetas.
    Besitos, y piensa que tarde o temprano, otro día llegará para disfrutar de esas fiestas que tanto gustan a todos, sin problemas.

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    1. Que cada día que pasa es un día menos para que esto acabe, es tan cierto como que si absolutamente todo el mundo cumpliera las pocas normas que hay que cumplir, las cosas irían mucho mejor. Pero en fin, cada uno actúa según su forma de ser, con las consecuencias que ello conlleva.
      En cualquier caso y como dice la canción, no hay mal que cien años dure y el final llegará, seguro que antes de que nos demos cuenta. Y también hay más días que longaniza, así que ya tendremos tiempo y ocasión de celebrar fiestas y si no, como digo siempre, que nos quiten lo "bailao"...
      Un beso.

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  4. Holaaaa !!!menuda combinación...pasta , queso azul...divini tiene que estar hoy tu menú !!
    Un beso.

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    1. Están muy ricos, la verdad. Quedan muy suaves con el calabacín y el queso azul no quita sabor al resto de ingredientes, se nota su presencia pero de una forma sutil. Merece la pena hacerlos.
      Un beso.

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