martes, 25 de agosto de 2020

Pan con tomate seco, queso curado de cabra y orégano, en panificadora Lidl


Después de tres rotundos desastres, en los que los panes que he hecho han ido a la basura pues no eran ni mínimamente aprovechables, me ha salido un pan en condiciones. Bueno, más que en condiciones, un pan muy rico, estupendo sólo recién hecho, tostado con unas lonchas de pavo o sin tostar con chutney de tomate, por poner algunos ejemplos.

Os contaba que los tres panes anteriores a éste habían acabado en la basura. Hice tres recetas distintas, de tres páginas web diferentes y en las tres ocasiones, seguí las recetas al pie de la letra pues con el pan no me atrevía a experimentar, dada mi poca experiencia. Y sólo obtuve tres estrepitosos fracasos. No voy a entrar en el debate de receta probada/no probada, sólo voy a decir que algunos blogs deberían tener algo más de ética en su trabajo pues no están las cosas para tirar dinero, que es lo que pasa cuando una receta no sale.

Si os fijáis, digo que no me atrevía a experimentar. Pero vistos los nefastos resultados, me dije a mí misma (me hablo mucho, no sé si ya os habíais dado cuenta): “peor de lo que te han salido los otros panes, no te puede salir éste”. Así que siguiendo el consejo que una vez leí en no sé que blog, que venía a decir (no lo recuerdo con exactitud) que si una fórmula te salía bien, experimentaras con ella hasta hacerla tuya, me armé de lápiz y papel y me puse a hacer matemáticas con el porcentaje panadero hasta que la suerte o el instinto, a saber, me hizo discurrir esta delicia. ¡Y encima salió bien a la primera!. Y a la segunda, que ya lo he repetido otra vez. Así que, a partir de ahora, ¿quién dijo miedo?.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.


INGREDIENTES:


300 ml. de agua templada

8 gr. de sal fina

30 ml. de AOVE de sabor suave

500 gr. de harina de trigo de fuerza

40 gr. de tomate seco hidratado en aceite durante al menos 3 días, escurrido

25 gr. de queso de cabra curado picado fino

tsp. de orégano seco

13 gr. de levadura fresca de panadería



ELABORACIÓN:


Picar en trocitos los tomates secos escurridos y mezclar con una cucharada de harina para que queden sueltos y se distribuyan mejor por la masa. Ayudarse con los dedos para separar los trozos de tomate.

Sacar la cubeta de la panificadora e introducir, por este orden: el agua templada, la sal, el aceite de oliva virgen extra, la harina, el tomate enharinado junto con la harina sobrante (si la hubiere), el queso, el orégano y la levadura desmenuzada.

Colocar la cubeta en el interior de la panificadora. Cerrar la tapa y conectar el aparato. Seleccionar el programa 1 (normal), peso 1.000 gr. y tueste medio.

Cuando la máquina emita los tonos de aviso en la segunda fermentación, sacar la cubeta y con las manos húmedas quitar las palas amasadoras e introducir éstas inmediatamente en un bol con agua que las cubra para facilitar su posterior limpieza.

Con las manos húmedas, acomodar la masa para evitar las burbujas de aire que se puedan haber introducido en la misma al quitar las palas. Colocar nuevamente la cubeta en la panificadora y continuar con el programa.

Una vez finalizado el programa, sacar la cubeta de la máquina, desmoldar y dejar enfriar encima de una rejilla.

Cuando esté completamente frío, introducirlo en una bolsa de plástico para que se conserve tierno por más tiempo.

A comer.




4 comentarios:

  1. Holaaaa!!!! que invento el de la panificadora...si la mia hablara...no la dejo respirar,,,jajjjjaa...ese tuyo se ve fantástico...el tomate seco ...pues al próximo se lo pongo!!!
    Besitos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con la mala suerte que tuve con los últimos panes que hice, andaba yo un poco desinflada con su uso, pero este pan ha hecho que me reconcilie con la panificadora, que aunque la pobre no tenía culpa de las malas recetas, era la que había pagado el pato. Pero ahora que le he quitado el polvo...
      Un beso guapa.

      Eliminar
  2. Qué pan tan espectacular, no hace falta que le pongamos ni relleno, seguro que estas rebanadas saben a gloria. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad que es un pan que no necesita nada más, pues está muy rico por si sólo.
      Un beso.

      Eliminar